[...Ahora, en Canarias, tenemos una nueva oportunidad. Tenemos una organización que camina en el sendero de la dignidad de los canarios y las canarias...]
Poblaciones con menos habitantes del Estado español tienen más representantes en el Parlamento de Madrid. Muchos achacan esto al funcionamiento de la ley electoral y, aunque en parte sea motivo, la realidad es que en Canarias se vota mucho (demasiado) a los partidos centralistas y poco a los que argumentan con propiedad ser partidos canarios.
Tampoco se puede esperar que convenzan al votante cuando esgrimen argumentos similares a los de las delegaciones en el Archipiélago de los partidos centralistas o cuando pretenden hacerse pasar por fuerzas electorales de ese calado. Es que no tiene sentido la existencia de organizaciones que presentan su nacionalismo español, por flojito que sea, con nombre canario; porque para eso ya están los partidos españoles con sede en la capital del reino que tienen alcance estatal.
La aparición en el espectro electoral canario de fuerzas como Ahora Canarias despierta una nueva preocupación en los que pretenden acaparar el voto que ellos llamarían canarista. Ahora Canarias no representa una oferta que se pueda confundir con la de los partidos españoles o españolistas. La nueva organización significa un nacionalismo canario que se ha malinterpretado en las manos de Coalición Canaria o Nueva Canarias, desencantando al votante con voz canaria.
Nueva Canarias nace de una escisión de Coalición y ahora pretende comérsela, para actuar como rueda de repuesto de ese canarismo que se vende a Madrid y hace política de quién obstente el poder en el Gobierno de España. En esa praxis se incluye recoger migajas a cambio de mantener mudo a un pueblo que siempre pasa por las peores situaciones del Estado: más paro, más pobreza, sueldos más bajos, paro más bajo, pensiones más bajas, etc.
Para ellos, el peligro de Ahora Canarias es que reoriente el voto en Canarias hacia una nueva opción que se aleja de la política procolonialista de Coalición y Nueva Canarias y ellos lo saben, y en Madrid lo saben. Quizás por eso se producen acercamientos de gentes a las que se prometen espacios en Nueva Canarias o de personas que -incluso- han llegado a las instituciones de mano de Coalición; pero encuentran cerrada la puerta en Ahora Canarias. En algún momento habrá que hablar con más detalle de todo esto.
Pero en este momento, toca pensar en clave electoral y sacarle valor a la acción de votar: aprovechar la papeleta que nos toca a cada persona. Ahora, en Canarias, tenemos una nueva oportunidad. Tenemos una organización que camina en el sendero de la dignidad de los canarios y las canarias; que apuesta abiertamente por la igualdad; con un discurso de trabajadores y de pequeños negocios locales; una planificación social donde la convivencia sea real; un futuro donde se gobierne y se trate con el resto del mundo anteponiendo los intereses del Archipiélago y sus habitantes, dándole la soberanía que merece todo pueblo a éste; y sin las deudas bancarias o embargos ideológicos que tienen los del canarismo con Madrid.
Es hora de demostrar que no estamos lejos de nada: son otros los que están lejos de nosotros. No tenemos una hora menos ni una hora más (¿Oramas?), simplemente, tenemos la nuestra. Porque ya toca Ahora Canarias.
*Miembro de Ahora Canarias en La Laguna.
Otros artículos de Pedro M. González Cánovas publicados en El Canario y en El Guanche