Alicia
Mujica Dorta
Tu gobierno, con un simple ordeno y mando, acaba de
aprobar una Reforma Laboral que rebaja el derecho de lactancia, permite una
vulneración flagrante del derecho de conciliación de la vida familiar y
profesional, la más grave desde que se aprobara la primera ley que la permitió,
la Ley 39/99, hace casi trece años. Tu gobierno de clasistas empoderados, con una primera mujer ministra de Trabajo,
acaba de revocar la bonificación que recibían las empresas por reincorporar mujeres
tras los periodos de maternidad, medida que se aplicaba tras la Ley de Igualdad
Efectiva de Mujeres y Hombres. Tu gobierno acaba de permitir que las mujeres,
trabajadoras más esclavizadas en muchos sectores al contrato a tiempo parcial,
hayan perdido la limitación de realización de horas extras, generando varios
cauces para que la patronal pueda imponerles sin más una distribución irregular
y caprichosa de su jornada laboral, dando la posibilidad al empresariado de
exprimir y extorsionar la ya precaria situación laboral. Tu gobierno acaba de
permitir que cualquier mujer trabajadora en cualquier momento de su vida pueda
sufrir una reducción de salario, o ser sin más despedida, o su jornada se pueda
fraccionar o el sistema de rendimiento que sobre ella aplica la empresa pueda
cambiar, siempre para ajustarse a las necesidades productivas.
Tu gobierno abusa de la gente, permite maltratar en la
calle con la policía a niños y jóvenes estudiantes, trata de humillar a la
clase productora de este país, evita cualquier medida que venga a moderar el
peso financiero de los créditos sobre las familias que no pueden pagar, tu
gobierno casposo llena de pena la vida de muchas familias, llena de estupor y
vergüenza la vida de todas las mujeres trabajadoras.
Tu política y tu dialéctica sobre nuestra intimidad,
sobre nuestra sexualidad, sobre nuestro derecho a elegir si ponemos o no en
funcionamiento nuestro cántaro para crear vidas, dan un asco inmenso a muchas
mujeres, y mucho más cuando tras este terrible atentado contra los derechos de
las trabajadoras y los trabajadores, contra los derechos de esta humanidad que
representamos, tratas de ponerte condescendiente y seductor. Tu gobierno es
pura violencia, estructural, política, económica, es pura violencia social
generando más polarización y empobrecimiento general de la clase obrera, y un
deterioro general de las condiciones de vida digna de la gente.
Somos garantes,
las mujeres, de nuestro respeto, de nuestra vida, de nuestra libertad, así que
mantengan sus manos fuera de nuestros derechos afectivos y reproductivos, al
margen de la única violencia estructural que nos preocupa: la que tú
representas, Gallardón.
8 de marzo de 2012