Alfredo
G. Pierrat (PL)
La reunión cumbre del Mercosur, efectuada ayer en
Montevideo, capital de Uruguay, puso de manifiesto nuevamente la proyección
antinacional de las formaciones opositoras al gobierno del presidente Hugo
Chávez en Venezuela.
La cita convocó a los mandatarios de Argentina, Brasil,
Uruguay y Paraguay, miembros plenos del Mercado Común del Sur (Mercosur), con el objetivo de facilitar el ingreso de
Venezuela a esa organización supranacional establecida en
Venezuela se incorporó como país asociado al Mercosur
en julio de 2004 y un año después anunció su intención de formar parte de esa
organización como miembro pleno, lo que fue aprobado en 2006 por los gobiernos
de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Sin embargo, desde entonces la ratificación de esa decisión está pendiente
únicamente del Senado paraguayo, de mayoría opositora, pues ya los parlamentos
de los otros tres países le dieron el visto bueno.
A juicio del presidente uruguayo, José Mujica, el ingreso de Venezuela como
miembro pleno "contribuirá a mitigar las notorias asimetrías de los países
socios", especialmente entre las naciones más pequeñas, un criterio con el
que coinciden otros mandatarios del bloque.
Por eso, la cumbre de este martes en Montevideo se propuso modificar los estatutos
a fin de permitir que sean los presidentes quienes tengan la potestad de
admitir a nuevos miembros y no los parlamentos de los países miembros.
En todo ese proceso, las formaciones de la oposición política venezolana han
ejecutado numerosas acciones para impedir la adhesión de Caracas al Mercosur, una actuación considerada aquí abiertamente en
contra de los intereses del país y de la integración regional.
Los grupos que adversan a Chávez le han pedido en
reiteradas oportunidades al parlamento paraguayo que le establezca una serie de
condiciones a Venezuela a cambio de aprobar la adhesión, recordó hoy en
comentario la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
"Le pedimos al Congreso de la nación suramericana que permitiera la
participación venezolana, siempre y cuando le exijan el cumplimiento de la
Carta Interamericana Democrática", dice un comunicado enviado en enero
último por los diputados opositores del Parlamento venezolano a los
legisladores paraguayos.
Otra de las exigencias hechas por los opositores ha sido pedir la
reincorporación de Venezuela a la Comunidad Andina de Naciones (CAN), de la
cual Caracas anunció su retiro en 2006, luego de que Perú y Colombia firmaron
un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, señala la AVN.
Esa actuación se repite ahora, al rechazar la decisión de los mandatarios de Mercosur de modificar el Tratado de Asunción para facilitar
la adhesión de Venezuela como miembro pleno.
La autodenominada Mesa de la Unidad Democrática, que sirve de paraguas a las formaciones
opositoras venezolanas, difundió el sábado último un comunicado en el que
manifestó su oposición a una eventual modificación de ese Tratado.
"No estamos de acuerdo con que se modifique ese tratado sólo para permitir
la entrada de Venezuela y que entonces pueda entrar en condiciones distintas a
los demás miembros y que no cumpla con las cláusulas democráticas", señaló
la Mesa en el comunicado, según trascendió.
Muchos de los líderes cobijados en la llamada Mesa de la Unidad Democrática
tuvieron una participación activa en el golpe de Estado de 2002 contra Chávez y
en diversos temas manejan agendas que, a juicio de analistas locales, son
elaboradas fuera del país.
Entre otras, se cita como ejemplo la oposición explícita a la celebración en
Caracas, los días 2 y 3 del actual mes de diciembre, de la cumbre fundacional
de la Comunidad de Estados latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Fuente: argenpress.info/2011/12/