UNIDAD, SOLIDARIDAD O BREGA
Bencomo Artemi Semidan *
Las ficciones que rodean los conflictos laborales en nuestra patria que, siguen teniendo como de costumbre ese trasfondo político fundamental para recuperar la vieja unidad obrera y de todøs løs isleñøs o que puedan venir con mucha más fuerza a través de huelgas salvajes, como así suelen de llamar løs detractorøs de las huelgas de verdad y de antaño, me conducen a desechar aquellas premisas que nos pueden llevar a conclusiones no deseadas, o sea, contradictorias. Como las que podríamos sacar de una imagen de cualquiera de nuestrøs obrerøs en huelga radical con alguna que otra pancarta que ponga una frase o algún eslogan de algunøs totuføs políticos insulares.
Cuando alego que seguimos siendo víctimas neciøs del engaño si no aprendemos a discriminar los intereses de una u otra clase detrás de esas promesas, me refiero ni más ni menos, a eso. A poder interpretar las cosas teniendo en cuenta que los conflictos son complejos y los purismos y las etiquetas son muchas veces una mera cuestión estética. Lo que quieren o puedann desear løs obrerøs canariøs no es llegar a santificar a løs santurronøs políticos vendidøs al poder del Estado español que nos siguen engañando y mintiendo; lo que en realidad quizás deseen es meter presión porque necesitan, quieren lo que les han llegado a prometer.
La ficción como mentira, insisto, nos presenta la realidad como una mera competencia entre trabajadorøs inspiradøs en valores negativos que conducen a acciones dañinas y nefastas para la sociedad isleña, en lugar de oportunidades de cambio. Pero el proceso de enajenación de la verdad en realidad es una gradación que va desde el robo de la verdad a su ocultación, y en el otro extremo, a su exageración. Y no será uno ni muchøs de ustedes quienes lleguemos a idealizar todas las palabras, los hechos o las consecuencias de dichos conflictos, sino solo løs que sigamos sacando y contra-informando a través de ciertas reflexiones que, equivocadas o no, podrían hacernos avanzar en la reconstrucción de esa ya de por sí resquebrajada unidad de clases y el carácter revolucionario que llegó a tener en otros momentos.
Es más, sigo creyendo que deberíamos de cuestionarnos, sobre todo parte de løs integrantes del Nacionalismo Independendista Canario ese tipo de información que transmiten, y qué tipo de estructuras y prácticas comunicativas llegan a ser las más adecuadas para los objetivos políticos, sobre todo el de la Descolonización y posterior separación del Estado español. Creo que el debate es o tendría que ser mucho más amplio que el de la contra-información sí, contra-información no; o Internet sí, Internet no; pero afirmaría ahora que las dinámicas comunicativas que solemos mantener poco sirven a veces para alejarnos del papel de espectadorøs de lo que otrøs hacen o de “aplaudidorøs” oficiales de cualquier acción reivindicativa.
Y este pienso que es un aspecto fundamental para buscar o encontrar la verdadera organización, unidad, solidaridad o brega armada si no se encuentran otras vías necesarias para el éxito revolucionario de un posible conflicto con el Estado español por la Autodeterminación y Descolonización del Archipiélago de Tamazgha.
NOSOTRøS AMEN....