Un
canario ejemplar
Ramón
Moreno Castilla
Desde el profundo dolor y la consternación que me ha producido la
muerte de mi admirado, respetado y apreciado don José Rodríguez Ramírez,
escribo estas líneas con el convencimiento de que allá donde esté seguirá
defendiendo nuestra tierra, con su clarividente visión de Estado y su
irreductible patriotismo. Porque aparte de sus múltiples virtudes como ser
humano y de haber sido, no solo un buen hombre, sino un hombre bueno; don José
Rodríguez era un verdadero y auténtico patriota canario, contrario "a la
infame y canallesca situación colonial de Canarias", como él mismo decía.
Y dispuesto a erradicar ese ignominioso estatus de falsa comunidad autónoma
española y denigrante RUP, dedicó con tesón los últimos años de su vida. ¡¡Qué
pena, que no haya podido ver cumplido su gran objetivo!!,
que Canarias se convirtiera en un Estado Archipelágico,
libre y soberano, "igual que Cabo Verde", como señalaba machacona e
insistentemente.
Recuerdo cuando un día sonó mi teléfono móvil y al otro lado se
identificó el subdirector de EL DÍA, que llamaba de parte de don José para
trasladarme su deseo de que escribiera en las páginas de este periódico, las
cuales me brindaba. Mi primer artículo, publicado el 18 de noviembre de 2007,
lo titulé "El Principio de Arquímedes", que era una especia de
metáfora a propósito de la enorme densidad demográfica de nuestras islas, y de
la consiguiente carga sobre el territorio, pidiendo una Ley de Residencia. A
partir de ahí, no he dejado de escribir ni una sola semana -salvo un par de
meses por "asuntos propios"-, contando siempre con el beneplácito de
los amables lectores, a tenor de la buena acogida de mis artículos, y con el
reconocimiento expreso de don José, que en más de una ocasión me nombrara en
sus comentarios y editoriales recomendando la lectura de mis escritos.
Por todo ello, y como es de bien nacido ser agradecido, no puedo
menos que homenajear públicamente al que fuera editor y director del primer
grupo de comunicación de Canarias, al tiempo que expreso mi más sentido pésame
a su atribulada familia y allegados, extensiva a todos los empleados de esta
Casa, por tan irreparable pérdida.
Más de una vez tuve la gran satisfacción de departir con don José,
tanto en su despacho de la emblemática sede de EL DÍA como, últimamente, en su
domicilio particular, y pude comprobar que estaba ávido de saber -conociendo su
enorme importancia para Canarias- sobre Derecho Marítimo, rama del Derecho
Internacional Público, materia sobre la que han tratado la mayoría de mis
artículos. Don José llegó a asimilar tan bien todos los conocimientos que le
transmití, que sabía la diferencia entre "Archipiélago de Estado" y
"Estado Archipelágico", por ejemplo; y
"aguas jurisdiccionales" de "mar territorial". O que las
Islas Canarias, salvo La Palma y El Hierro, se encuentran dentro de la Zona
Económica Exclusiva (ZEE) de Marruecos, instituida mediante el Dahir de 8 de abril de 1981. Estando totalmente de acuerdo
en que los yacimientos de hidrocarburos localizados en aguas adyacentes entre
Canarias y Marruecos son propiedad de este país. Era tanto su interés que llegó
a familiarizarse con la Convención de Jamaica de 1982, que citaba una y otra
vez, a propósito del problema de delimitación de las "aguas
canarias".
Don José Rodríguez Ramírez era una persona cercana, entrañable;
siempre escuchando atentamente a sus interlocutores, y dando su opinión, sabia y ponderada, no exenta de apasionamiento. En lo que a
mi respecta, las veces que tuve la oportunidad de charlar con don José,
experimenté la sensación de estar ante un hombre recto, sereno, sosegado y
ecuánime; pero sobre todo, ante un canario ejemplar, de convicciones profundas
y de un gran amor por su tierra, nuestra tierra. Varias veces me reiteró, a
preguntas mías, que la línea editorial de EL DÍA continuaría cuando él faltase;
y que su hija Mercedes, a la sazón adjunta a la Dirección, sabría continuar su
legado. El tiempo dirá.
Lo cierto es que Canarias ha perdido un insigne compatriota; y los
canarios que coincidimos plenamente con sus planteamientos políticos quedamos
huérfanos al írsenos el más grande valedor de nuestras ideas.
¡¡Descanse en paz don José Rodríguez Ramírez!! Y para este ilustre
tinerfeño y patriota canario reclamo en justicia el Premio Canarias de
Comunicación a título póstumo, por su enorme contribución a la libertad de
expresión.
Publicado en El Día, 2014-04-13