Turismo o petróleo

 

 

Pedro González Cánovas

 

Hace ya muchos años que las voces divergentes de la política económica que se lleva a cabo en el Archipiélago, piden la diversificación de la economía. Oídos sordos es con lo que nos hemos tropezado una vez tras otra, dando lo mismo quién "gobierne en Canarias" y quién lo haga en España. Aquí se impone siempre el sistema colonialista de economía mantenida por cualquier "monocultivo" para favorecer el control y la dependencia económica de Canarias.

 

Lo último es el filón del petróleo, o la posibilidad de ello, que desde la metrópoli aventuran que hay en las inmediaciones del archipiélago. Para ello no cuenta la opinión de los habitantes del Archipiélago, que se interpreta de nuevo como el Pueblo de la colonia española más antigua y la última por descolonizar. Lo peor es que los cómplices del colonialismo español en Canarias se oponen públicamente, hasta ahora, y nos tememos que no sean firmes en ello.

 

Según la agencia EFE, durante una entrevista en Onda Cero, el ministro español de industria, Soria,  "ha subrayado que el debate generado en Canarias sobre la autorización a las prospecciones de Repsol es innecesario y sin fundamento, que no se hará daño al turismo".

 

Sin embargo, su compañero de oficina, el secretario de Estado de Energía español, Alberto Nadal, aseguró esta misma semana, según el diario Expansión, que baraja un "proyecto" que permitiría, en caso de hallar petróleo en las inmediaciones del archipiélago, " la posibilidad de implantar un impuesto a los hidrocarburos", otro nuevo, para  "compensar la pérdida que supondrá a otros sectores, como puede ser el turístico". Es otra de las contradicciones del discurso de los que defienden las prospecciones y posibles extracciones, pero sólo una más.

 

Lo cierto es que las declaraciones de Nadal, donde se habla de grabar los hidrocarburos un 8% más, para dedicarlos exclusivamente a las zonas turísticas, ponen en riesgo nuevamente al Archipiélago. Ya que todos sabemos quienes están al frente de gobierno de Canarias y, aunque no sepamos el "precio", sabemos lo barato que son capaces de venderse.

 

La cosa es que tras esa valoración económica condicionada, donde se pasa por alto el mercado laboral del Archipiélago que está en condiciones mucho peores que el Español, no teniendo en cuenta la carga sobre-poblacional de Canarias, quedamos expuestos a un cambio de rumbo de los representantes políticos de quienes vivimos en esta tierra, tan lejana de aquella España y los intereses reales que ella tiene.

 

Aquí no se nos pasa por alto, ni cuando hablamos de turismo, que lo más importante, lo que repercute directamente en nuestras condiciones de vida, es el medioambiente que tenemos, incluyendo el marino, y un abastecimiento de agua imprescindible para gran parte de la población, que se recoge de esa zona del Atlántico, ahora expuesta a las petroleras.

 

Lo de menos es que nos suban la gasolina, que lo harán. Lo mismo que han hecho con todo el consumo energético y no dejarán de hacerlo, sangrando al Pueblo que es quién paga la más pésima gestión política de todos los tiempos. Lo peor, es que los que "asumen responsabilidades" embargan nuestro futuro y el de nuestra descendencia, porque parece, o quieren que parezca, "que nos dejamos", para -después- repartir culpabilidades.

 

* Miembro de Alternativa Nacionalista Canaria