El turismo en Canarias

 

Francisco R. González Alonso

 

Como les prometí en mi anterior artículo "Nuestro perenne colonialismo", y en atención a los comentarios que hizo el señor Jaime[1] sobre el nivel de estupidez de los actuales dirigentes en el sector turístico de Canarias, inicio mi comentario manifestando que, desde el punto de vista laboral, el turismo pasa inadvertido para quienes no dependen de dicha actividad, que son la mayoría de nuestra gente trabajadora. Es un asunto que día a día se hace más complejo debido a que la referida actividad solo nos dejará para el futuro las edificaciones realizadas, que no podrán llevárselas, pues de sus grandes dividendos rentables muy poco o nada se beneficia el pueblo canario. Eso sí, a pesar de que nada recibimos, los canarios seguimos siendo receptivos, amables y bondadosos espiritualmente con quienes llegan a nuestras Islas Canarias a disfrutar de sus vacaciones.

Por otra parte, las insaciables apetencias mercantilistas de los "trust" turísticos que operan en nuestras Islas Canarias, al pretender absorber el mayor dividendo posible de rentabilidad, impidiendo o limitando la presencia laboral de los canarios, frenan nuestro interés hacia esa actividad de la cual solo recibimos migajas. Los directamente beneficiados del turismo son los inversores, las líneas navieras y de aviación y, sobre todos, la hacienda pública del Estado español, que recibe su buena tajada. Ese es el verdadero interés del sistema colonialista imperante disfrazado de democracia representativa, el cual disfruta a sus antojos de nuestras riquezas naturales.

El potaje de la corrupción galopante que impera en dicha actividad, involucrando a los estratos sociopolíticos de Canarias en el poder hace ya muchos años, nos llama a la reflexión profunda para analizar pormenorizadamente cuáles son los parámetros que justifican tener que soportar la contaminación social de cierto turismo masivo sin poder adquisitivo que arriba a nuestras Islas Canarias con todo pagado.

Por otra parte, al observar su comportamiento social, apreciamos que nuestra juventud, irreflexivamente, se ha contagiado de su morbosidad sexual bajo la influencia de las drogas que consume, trastocando su moral y despilfarrando alegremente sus energías, fiesta tras fiesta, que nuestras autoridades permiten libremente como norma de conducta con tal de que permanezcan distraídos y no piensen por sí mismos sobre su futuro y su responsabilidad social para con el resto de la comunidad canaria, que espera de ellos una mayor contribución en pro de nuestra independencia económica y política.

La explotación turística en Canarias se encuentra en una difícil encrucijada de apetencias inescrupulosas que han encarecido el disfrute de unas breves vacaciones en nuestras islas del océano Atlántico, cuando podrían ser más económicas que en cualquier otra parte. De ahí que la corriente masiva turística se está yendo a otras latitudes, que con la misma inversión disfruta mucho más que en nuestras Islas Canarias. Esto se debe al ansia desmedida de los inversionistas por recuperar lo invertido rápidamente y con creces, así como la injerencia de ciertas autoridades representativas locales y del Gobierno autónomo, con la anuencia participativa de otros poderes del Estado español, que han matado la gallina de los huevos de oro del turismo en Canarias, que cierta y determinada propaganda turística generó en sus mejores tiempos: "Canarias, seguro de sol".

En fin, la actividad turística en Canarias solo ha servido para engrosar las arcas de ciertos alcaldes y ediles, que se han confabulado con otros estratos del poder autonómico y del poder central en connivencia flagrante, con tal de escalar posiciones políticas con los beneficios mal habidos, al otorgar permisos para instalar a espaldas del pueblo que les dio su respaldo político obras turísticas de todo tipo, pequeñas y grandes, contraviniendo normativas legales establecidas. Es así como han comprado su posición política y hoy disfrutan de ser además diputados, senadores o altos dirigentes de su partido, al cual han entregado cierta y determinada cantidad de su peculio mal habido.

Canarias por su clima seguirá siendo atractiva para los europeos, pues el brillo de su sol continuará bronceando a los turistas nórdicos que arriben a nuestras siempre soleadas islas, pero... el tráfico de las malas influencias que han imperado no puede continuar funcionando. Nuestras autoridades deben ser cuidadosas de su propia representatividad y establecer condiciones para que la actividad turística redunde en mayores beneficios para nuestra Comunidad canaria.

De lo sugerido por el Sr. Jaime en sus comentarios sobre un funcionario del sector turístico que se vanagloria de decir que gracias a él los turistas rusos van a Canarias, debo manifestar que actualmente Canarias está visitada por turistas no solamente rusos, sino de todo el mundo, que muy bien pudieran estar en cualquier país del norte de África o del Medio Oriente, pero debido a la inestabilidad política que sufren no les queda otra alternativa que ir a Canarias, aunque sepan que les cuesta más.

La "conchupancia" o corrupción, salvo pocas excepciones, es el factor que ha predominado en nuestros políticos, que en nombre de un falso nacionalismo han permanecido en el poder por muchos años permitiendo toda clase de anomalías administrativas, tanto a su favor como para compartir con el elenco político de su partido, y así seguir escalando posiciones indecorosas, contradiciendo el espíritu de honradez que supone practicar el ejercicio democrático.

Defendamos nuestro pancanarismo de valores auténticos democráticos, o seguiremos siendo víctimas de quienes no han respetado nuestra soberanía como pueblo, practicando subterfugios políticos de un falso nacionalismo, permitiendo así que continúe el sistema colonial que hemos sufrido durante siglos. Gritemos a los cuatro vientos y hagámoslo realidad: ¡Canarias para los canarios!

franciscoteide@cantv.net

[1] Don Francisco es usted un hombre genial y culto que dedica su elaborada pluma a los avatares del pueblo canario y a su sometimiento de siglos a la nefasta Corona de Castilla. Hoy y ahora el sometimiento que usted menciona pasó de los monocultivos y tareas que menciona, al turismo que no controlamos aquí y no controlaremos nunca. Está en manos de los peninsulares y extranjeros que deciden nuestro futuro en sus respectivos países. Si escribe un artículo sobre el tema le ruego analice el nivel de estupidez de los actuales cargos públicos en el sector. Hay uno que se vanagloria diciendo que los rusos vienen a Canarias porque él se fue de visita de “marketing” a Moscú. ¿Les podrá contar lo que pasa en Siria, Yemen, Egipto, Túnez, Argelia, Marruecos y Libia? Esta nueva modalidad colonial se nos vendrá abajo también y no encuentro cultivo alternativo. Espero que nos dé luz en su próximo artículo y pido a” Paulito” y “Annie” que lo lean.

Jaime

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