D.
Antonio Cubillo, tu ideario nunca morirá
Pedro
J. Brissón
Me ha costado mucho digerir que Antonio Cubillo no se encuentre entre
nosotros, mi admiración por su ideario político se convirtió más tarde en
verdadero aprecio a su persona, su amistad sincera ha sido un valor muy
importante en mi vida. Su casa fue siempre mi casa cuando paraba por Santa Cruz
y, por supuesto, echaré de menos sus conversas. Cuando el compañero Cristóbal
me llamó el mismo día de su fallecimiento, no supe ni que contestarle, pero me
di cuenta del insuperable calado que había dejado D. Antonio entre nosotros,
ese día no dejó de sonar mi teléfono y muchos compañeros y amigos, aún a
sabiendas de que no era familiar mío, me daban su más sentido pésame y
sinceramente me sentía reconfortado por los ánimos que me daban.
Se que muchos esperaban que rápidamente escribiera unas líneas sobre su
figura, pero no podía, tampoco pude hacer declaraciones a la radio como se me
requirió el día de su entierro, mi desconsuelo aumentaba a la par que mi rabia
de ver personas en su último adiós que lo criticaron con saña, y no me
refiero a los que criticaban sus actuaciones por sus diferencias de estrategia
en política sino a los que atacaban a su persona y dignidad con sobrada
demagogia casi a diario. Pero allí estaban, muchos de ellos probablemente con
la conciencia podrida, pero ávidos de aparecer en alguna foto que entendían
sería histórica.
En estos días he leído periódicos donde se hablaba de que Cubillo había
sido un peón útil para los soviéticos o del poco reconocimiento que había
tenido internacionalmente, lo curioso es que necesitaron más de diez páginas
para intentar convencernos de este hecho, que asco, que podredumbre
“informativa”. No voy a permitir ni daré a estos carapapas ni la más mínima
publicidad aunque sea negativa, la historia ya está poniendo las cosas en sus
sitio, cientos y cientos de personas arroparon al líder indiscutible del
independentismo canario en su despedida final, mientras estos rastreros de los
que hablo, en su último día, no le acompañaran sino sus chacales familiares más
cercanos, ávidos de los despojos terrenales que amasaron y dejaron en el
testamento.
A través del compañero Juan “el cambullonero” le hice llegar a D.
Antonio mi último libro de artículos libertarios dedicado y prologado por el más
grande poeta de Canarias; D. Francisco Tarajano (los dos se admiraban
mutuamente), le pedí el honor de presentarlo conmigo y aceptó encantado, no
pudo ser, pero me queda la tranquilidad de que lo leyó en vida, y entre esas líneas
pudo leer lo siguiente: “Estaré
eternamente agradecido a mi padre y madre biológicos; Francisco Brissón y Ángela
Sosa, porque su amor los llevó a plantar esta semilla. Con el tiempo fue regada
con cristalinas ideas libertarias por mis padres intelectuales e ideológicos;
Francisco Tarajano y Antonio Cubillo, brotando, creciendo y floreciendo esa
semilla canaria de rebeldía”.
Quiero desde estas líneas volver a dar de nuevo mi pésame a su familia,
pero también felicitar y reconocer al compañero Álvaro Morera la magistral
forma de llevar estoicamente el peso
de la responsabilidad, haciendo de mediador entre todos los compañeros y amigos
de Cubillo con la propia afligida familia, que dolorosamente compartían su
desconsuelo con todos nosotros. También agradecer la valía organizativa del
periodista Paco Díaz, sin sus ánimos e iniciativa muchos compañeros de
Tamarant no hubiesen podido asistir al último adiós de un hombre con honor,
digno y valiente, que dio
solidariamente su vida entera a la liberación del yugo colonial de las Islas
Canarias.
También y aún a sabiendas de que me voy a dejar a muchos compañeros
valiosos sin nombrar quiero dar un fuerte abrazo a Honorio Marichal, a Guillermo
Santana y Pilar, a Gregorio, Guadarrama, Yauci y a tantas personas respetuosas
que sintieron la muerte de nuestro luchador canario más internacional como la
de un familiar muy cercano y querido.
¡Compañero Antonio Cubillo!, físicamente no estarás con nosotros pero
tu vida y lucha por y para Canarias no ha sido en vano, tu obra y testamento político,
así como tu ideario nunca morirá. Un fuerte abrazo amigo.
¡Viva Cubillo! ¡Viva Canarias Libre!
Tamarant
– 23-12-2012