Mr.
Trump, 45 días, EE.UU. mejora empleo y economía
[..., podríamos aseverar, se demuestra que la economía de los países está mejor estructurada y potenciada, en su conjunto, cuando se fomenta, incentiva o se apuesta por la protección de los mercados internos nacionales, frente a las políticas erradas favorecedoras de la externalización y/o entrega de los mercados nacionales a manos de la especulación, por parte de empresas o corporaciones transnacionales de capitales amparadas por la liberalización de los mercados; ellos, eso, es lo que ha venido arruinando y/o empobreciendo aquellos países que han acatado las imposiciones ajenas a los intereses nacionales concretos; es decir, los tratados o acuerdos transnacionales resultan tremendamente perjudiciales para el conjunto de los intereses de un país; hasta tal punto, ha sido así, que, hoy, sería difícil encontrar expertos independientes negacionistas..., no olvidemos, que los flujos de capitales promovidos por inversores no conocen más patria que la del beneficio económico “per se”]
Cuando apenas llevan transcurridos unos cuarenta y cinco días, desde la toma oficial por Mr. Trump, de la presidencia de los EE.UU., el balance del empleo y la economía norteamericana han mejorado sustancialmente; todo ello, según información aparecida en diversos y diferentes medios de información nacionales e internacionales, por todos, la ofrecida a través del digital informativo RT (TV- Novosti), de 09 de marzo de 2017 (1), en la misma se viene a decir que durante el primer mes de gobierno de Mr. Trump, se ha recuperado cuantitativamente los empleos en el sector privado de la economía de los Estados Unidos. Concretamente: 298.000 puestos de trabajo durante el pasado mes de febrero, según informe facilitado por ADP, consultora global de recursos humanos.
Según
los expertos, continúa la información, este aumento del empleo representa
una buena señal para la política reivindicada en la agenda del presidente
Mr. Trump, respecto al modelo de recuperación del nacionalismo económico y
su promesa de revertir los efectos de la globalización, al volver a traer
los puestos de trabajo a los EE.UU.; al mismo, tiempo que la economía
estadounidense resulta menos dependiente de los empleos del sector
servicios; Mr. Trump, trata de incentivar a la empresa a través de nuevos
incentivos, para que contraten más trabajadores en los sectores de la
construcción y la manufactura.
Así
mismo, conviene señalar el repunte en el nivel de los salarios, los
cuales, han aumentado en torno a una media de 2,8 por ciento. Por lo tanto,
cabría afirmar que la política económica de Mr. Trump, por el momento, ha
demostrado su aserto con rotundidad, y que la fortaleza de la economía de
un país está sustentada, de manera incuestionable, en la apuesta por
revitalizar el mercado interno del mismo; es un hecho constatado y
contrastado, los países que apuestan por implementar políticas económicas
de carácter proteccionista o “cuasi autárquico”, al final, con carácter
general, obtienen una mejora sustancialmente notable en todos los niveles
del sistema, especialmente respecto a la calidad de vida de sus
conciudadanos y, por consiguiente, ello se traduce de manera directa en el
desarrollo y fortalecimiento intrínseco nacional.
En
conclusión, podríamos aseverar, se demuestra que la economía de los países
está mejor estructurada y potenciada, en su conjunto, cuando se fomenta,
incentiva o se apuesta por la protección de los mercados internos
nacionales, frente a las políticas erradas favorecedoras de la
externalización y/o entrega de los mercados nacionales a manos de la
especulación, por parte de empresas o corporaciones transnacionales de
capitales amparadas por la liberalización de los mercados; ellos, eso, es
lo que ha venido arruinando y/o empobreciendo aquellos países que han
acatado las imposiciones ajenas a los intereses nacionales concretos; es
decir, los tratados o acuerdos transnacionales resultan tremendamente
perjudiciales para el conjunto de los intereses de un país; hasta tal
punto, ha sido así, que, hoy, sería difícil encontrar expertos
independientes negacionistas.
Políticas
económicas de corte neoliberal, que, reitero, se han venido implementando
paulatinamente, en especial durante las tres últimas décadas, con gran
olvido de las enseñanzas de la economía keynesiana, política que resultó
un salvavidas tras los daños producidos por la Gran Depresión de EE.UU.
(1929), fruto de la práctica de una egoísta, irresponsable e ignara política
económica liberal. No obstante, como el hombre es el único animal que
reitera los errores, reimplantaría, años más tarde, aquel mismo
neoliberalismo falaz, basado en el “laissez
faire” (Vicent de Gournay, siglo XVIII), o de la regulación de los
mercados por medio de la metafórica “mano
invisible” del economista Adam Smith, en su obra “La riqueza de las
Naciones” (1776).
En
los últimas décadas del siglo XX, se han vuelto a reiterar los mismos
males que produjo, en su día, la reimplantación de la política neoliberal
económica, la cual sería iniciada a finales de la década de los setenta
de dicho siglo XX; concretamente, bajo las respectivas presidencias de
Margaret Thatcher (Gran Bretaña 1979/1990) y de Ronald Reagan (EE.UU.
1981 y 1989); política económica, diseñado desde despachos de los tanques
de pensamiento (Thin-Tanks en inglés) creados “ad hoc”; todo ello a
instancia de los devotos o fieles adoradores del sistema neoliberal
del capitalismo globalizante; promoviendo una globalización a ultranza,
que, tanto daño ha venido causando a las economías de los países sujetos
a la misma. Por todos, a efectos de la escenificación del problema
expuesto, véase el documental
“CATASTROIKA” (2)
La
liberación del mercado mundial se iniciaría tras la firma del “Acuerdo
General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio” (GATT, por sus siglas en
inglés); dicho Tratado comenzaría su andadura en el Londres de 1946;
dicho Acuerdo sería sustituido, posteriormente, tras las reuniones de
Uruguay (Punta del Este 1986), concluyendo en Marruecos (Marrakech 1993),
cristalizando con la creación de la Organización Mundial del Comercio
(OMC) signada en Marrakech en abril de 1994; formando parte del mismo 123 países
y, por lo tanto, la liberalizando comercial. Desde el 29 de julio de 2016,
conformado por 164 Miembros y Observadores. (3)
Cabría
referir la paremia: “No
hay peor ciego que el que no quiere ver”; o, aquella otra
frase: “No
hay peor desentendido que el que no quiere entender” (Baltasar
Gracián “El Criticón” 1651– Crisi VI: El saber reinando)
Considerando,
particularmente, que la economía de cualquier País debería de estar,
principalmente, sustentada en sus propios recursos internos; por lo tanto,
orientada a la protección de los diversos mercados internos del mismo,
debería pregonarse el desarrollo económico basado en un sistema político
“cuasi autárquico no extractivo”; dicha política, ha de ir
especialmente tendente al desarrollo y favorecimiento de los tres sectores
de la economía y, en especial, al sector secundario o industrial; de lo
contrario, esa economía quedará sujeta al albur de los intereses exógenos
de los flujo de capitales volátiles, representados a través de los
denominados mercados de inversión o financieros; todo ello, abanderado por
las corporaciones transnacionales del capital y los inversores de capitales,
que, si bien un día, deciden instalarse en un mercado y país concreto, al
siguiente pueden optar, legalmente, sin pudor alguno, por mudarse, es un
hecho, es decir, a instalarse o especular en otro lugar del planeta,
totalmente ajeno al anterior, sin tener en consideración las consecuencias
para el conjunto de la economía del país abandonado; no olvidemos, que los
flujos de capitales promovidos por inversores no conocen más patria que la
del beneficio económico “per se”; por supuesto, utilizando los
mecanismos jurídicos y políticos que les resulta tanta utilidad, dígase
los Tratados de Libre Comercio con sus respectivos tribunales de arbitrajes
al efecto; por otro lado, no debemos obviar la importancia que
representan, para los adoradores de la globalización y de los movimientos
de capitales de inversión, las denominadas agencias financieras
internacionales o de calificación y, sin duda alguna, los agentes o
“lobbies” conseguidores a sueldo de las corporaciones transnacionales
del capital. (4)
Por
otro lado; no debemos obviarlo, el cambio de modelo económico ha sido
impulsado por una parte de los que manejan el poder mundial, poder que ha
considerado era tiempo de implementar un cambio de modelo económico en
apoyo de un movimiento, iniciado en EE.UU., extendiéndose cual efecto
“fichas domino”, presumiblemente, a otras zonas del planeta en pro de la
recuperación de una política económica de carácter nacional;
quedando aparcada, al menos temporalmente, la idea del neoliberalismo
globalizante.
“Las
organizaciones internacionales y mundiales se han apoderado de algunas de
las tareas más fundamentales y tradicionales de muchos gobiernos estatales.
La oportunidad creada por la creciente globalización y reciente crisis
financiera y económica es la profundización de la pérdida de soberanía
real de muchos estados. En la medida en que no hay soberanía, no hay
estado. y si no hay estado, la democracia estatal no es lo que era ni lo que
pudo haber sido y no fue”. (Josep M. Colomer: El gobierno mundial de los
expertos - pág. 153)
“Los
beneficiarios de la acción militar estadounidense en el mundo no son los
“Estados Unidos” sino los gropos capitalistas transnacionales”. The
Economist (2003), citado por William I. ROBINSON, en su libro “Una teoría
sobre el capitalismo global. Producción, clase y Estado en un mundo
transnacional”, siglo XXI (pág. 182)
*
Abogado, Analista Político e Investigador)
Citas
utilizadas:
(2) Video
documental:
CATASTROIKA; de los
periodistas griegos: Aris Chatzistefanou y Katerina Kitidi (Grecia -2012):
Analiza las consecuencias que ha supuesto la política de privatizaciones en
el mundo:
(4) Hernández
Vigueras, Juan, “Los lobbies financieros, tentáculos del poder”, Clave
intelectual – 2013.-
Bibliografía
recomendada:
ACEMOGLU,
Daron y ROBINSON, James A., “Por qué fracasan los países. Los orígenes
del poder, la prosperidad y la pobreza”, Ediciones Deusto – Barcelona
– 2015
COLOMER,
Josep M., “El gobierno mundial de los expertos”, E. Anagrama, S.A.,
Barclona – 2015
GALBRAITH,
John Keneeth, “El nuevo Estado industrial”, R.B.A., SARPE, Madrid –
1984
KEYNES,
John Maynard, “Crítica de la economía clásica”, R.B.A., SARPE, Madrid
– 1983
MAX-NEEF,
Manfred y SMITH, Philip B., “La economía desenmascarada. Del poder y la
codicia a la compasión y el bien común”, Icaria editorial, S. A.,
Barcelona – 2014
ROBINSON,
William I., “Una teoría sobre el capitalismo global. Producción, clase y
Estado en un mundo transnacional”, siglo XXI editores, s.a. de c.v., 2014
STIGLITZ,
Joseph E., “El precio de la desigualdad. El 1% de la población tiene lo
que el 99% necesita”, Penquin Random House Grupo Editorial, S.A.U.,
Barcelona – 2015