Mientras haya tontos habrá listos

 

Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario.

 

 

Hay un consenso generalizado y socialmente asumido sobre la importancia de la ciencia y la investigación científica, motivo por el cual muchas naciones le dedican importantes recursos, tanto humanos como materiales, mientras que otras, cuyos responsables están incapacitados para diseñar políticas que implementen la investigación y el desarrollo sostenible (I+D), se dedican a hacer propaganda, vacía de contenido, sobre la que, probablemente, constituye la más señera actividad humana, constituyendo Canarias un ejemplo paradigmático.

 

La insignificante investigación realizada en Canarias. Según los representantes de las pseudo-instituciones canarias, trátese del nivel municipal, insular (los cabildos de La Palma y Las Palmas apoyan el TMT en el Roque de Los Muchachos, que rechazamos por atentar contra la naturaleza y el ingente patrimonio de los awaras, mentes privilegiadas capaces de demostrar la estructura espiral de la Vía Láctea, como han dejado constancia en los numerosos observatorios astronómicos diseminados por toda la geografía de Benawaré mediante las numerosas espirales inscritas en piedra, sin telescopios y respetando el Medio Ambiente, y el Radiotelescopio en Tamadaba, que rechazamos igualmente, respectivamente) o nacional (aclarando que para nosotros nacional se refiera a la nación Canaria), jaleados por los medios de comunicación masiva a su servicio, Canarias estaría en el “top ten” mundial de la ciencia y la tecnología, cuyo Instituto de Astrofísica “no para” de realizar “ingentes descubrimientos”, ya saben, con el pomposamente denominado Gran Telescopio de Canarias (GRANTECAN) a la cabeza, que pretendía, según declaraban sus responsables, revolucionar la Astrofísica a nivel  mundial o las universidades españolas en Canarias presumiendo de acaparar más del 50 por ciento de la I+D, sin embargo la tozuda realidad desmiente esa tendenciosa información, “Fake news” como se dice actualmente, pues en el año 2017, último publicado, Canarias dedicó a la I+D el cero coma cinco por ciento (0.5 %) del producto interior bruto (PIB), lo que no constituye la excepción sino la regla como puede comprobarse en el link adjunto que incluye los datos del periodo 2000-2017 pese a la demagógica ley 5/2001, de promoción científica y de la innovación de Canarias. Obviamente, las grandes infraestructuras, sin recursos, jamás darán un solo resultado a excepción de la cuenta de los constructores, que es lo que, lamentablemente, subyace detrás de toda esta parafernalia, lo que explica que cada acalde quiera en su municipio al menos un muelle y cada cabildo un observatorio astrofísico en cada isla.

 

¡Habla coño, habla! Las mal denominadas universidades de La Laguna y de Las Palmas de Gran Canaria porque no lo son, sino meras extensiones de la universidad española en Canarias, han aprobado para el ejercicio del año 2020 unos escandalosos presupuestos que ascienden a más de 156 (más de 125 para gastos de personal) y más de 154 (más de 108 para gastos de personal probablemente al tener menos experiencia en este capítulo que su homóloga de La Laguna) millones de euros (€), respectivamente, lo que no constituye óbice ni cortapisa para que la rectora R. Aguilar arremetiera contra la legítima decisión del gobierno metropolitano de Pedro Sánchez de desvincular Educación, Ciencia y Universidades. “separar investigación de universidades es como hacer una sopa de pollo sin pollo”, afirmó, anti-intelectualmente, la rectora, aunque se haya manifestado públicamente en contra del anti-intelectualismo. No deja de sorprendernos esta universidad sin ni siquiera entrar en la aprobación de un protocolo para detectar el acoso sexual ¿Oíste pariente? Ya el anterior rector, A. Martinón, manifestó que su principal objetivo era avanzar 0.5 puntos en el índice de Shanghai, sin especificar por qué eligió este índice, probablemente por ser el único internacional en el que entraba logrando ese medio puntito. Al finalizar su mandato el rector comprobó que, efectivamente, la universidad que representaba varió su clasificación en el índice, lamentablemente hacia abajo, contrariamente el objetivo propuesto lo que, no obstante, no le impidió promocionar obscena y negligentemente a cátedra, independientemente de su capacidad, a sus allegados en plena agudización de la crisis crónica que padece Canarias desde la colonización española (un catedrático de universidad gana más que un parlamentario que fijan por votación unánime siempre en este caso su propio salario) (http://www.eldigitaldecanarias.net/index.php/ventanas-de-opinion/19452-catedratico-del-calimocho). El inefable rector llegó a proponer, sin ponerse colorado ni nada, que el dinero para investigación concedido al Instituto de Enfermedades Tropicales debía repartirse, motivo por el cual dimitió el director del mismo.

 

Podredumbre en vez de corrupción. Canarias invirtió en investigación 214.9 millones en el año 2018, una cantidad realmente irrisoria como hemos precitado pero, teniendo en cuenta que el 50 por ciento de esa cantidad, más de 100 millones, va a las universidades sólo en Canarias (pueden hacerse una idea a nivel estatal), podemos entender mejor el desacuerdo, por decirlo de forma suave, de los rectores al desvincular universidades e investigación, que ven peligrar esta jugosa cuantía, gastos que pueden justificarse incluso con viajes de los participantes en los proyectos de investigación, lo que explica los convenios con centros de los más recónditos lugares del planeta y justificarse igualmente, faltaría más, con los becarios y personal de  investigación, con vacaciones en verano, navidades, carnavales y semana santa y hasta en San Diego, con la famosa fuga, con o sin carga docente, aunque estos sostengan, al menos en teoría, que también son investigadores. Constituiría una buena investigación sin duda alguna desentrañar los viajes del personal así como la promoción familiar en esas instituciones, sencillamente estudiando el árbol genealógico por apellidos dado que, incluso en la agudización de la citada crisis crónica que padecemos, los hijos del personal universitario continuaron y continúan teniendo acceso gratuito a los estudios universitarios, financiados con la sangre, el sudor y las lágrimas de la clase trabajadora que, curiosamente, apenas accede a los citados estudios.

 

En conclusión, no cejaremos en nuestra empeño de implantar en nuestra querida patria un sistema científico-tecnológico, actualmente inexistente, dando prioridad a los contenidos canarios, que defienda y proteja los intereses de los canarios y canarias, dedicando a la educación el 7 por ciento del PIB y la misma cantidad para la investigación, acabando con la corrupción, o mejor, podredumbre que sostiene al colonialismo, pesadilla que nos impide avanzar, por lo que instamos a los contribuyentes a reflexionar sobre la cuestión de si es ese el destino que quieren darle al rendimiento de su sacrificado trabajo.

 

 

 

 

Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario.

 

 

 

Ministerios Científico-Tecnológico y Pedagogía de la República Democrática Federal Canaria