Tenerife:
la sequía y los papeles
Wladimiro
Rodríguez Brito *
Las barreras que condicionan la
actividad agraria en la Isla no están tan solo en factores físicos; el papeleo
de todos los días es un freno que aburre a los maltratados agricultores y
ganaderos que aún trabajan la tierra y mantienen la familia del sector
primario.
En las Islas tenemos una maraña de leyes; no solo un cincuenta
por ciento del espacio está protegido, sino que existen competencias cruzadas
entre ayuntamientos, cabildo, gobierno autonómico, Estado, con categorías
incluso comunitarias (ZEPA, LIC, etcétera). Todo ello en un territorio que
supera en muchos casos los quinientos habitantes por kilómetro cuadrado, tantos
como en Bangladesh o en la isla de Java.
Estas líneas están dedicadas a los ganaderos, que hace ocho o
diez años recibieron unas ayudas destinadas a las explotaciones ganaderas
integradas en un producto ganadero de calidad (marchamo de calidad). La mayoría
de los ganaderos que las recibieron mejoraron sus explotaciones, pero algunos
otros que no pudieron realizar las mejoras se dieron de baja. Éstos últimos se
encuentran requeridos por la Administración, que les exige unos recargos
económicos por unas ayudas recibidas que en muchos casos superan solo los
recargos el importe de la ayuda.
Los consejeros de Agricultura de la Comunidad Autónoma en estos
diez años han tenido numerosas reuniones con los ganaderos afectados, acordando
en diversas ocasiones archivar los expedientes dadas las razones y alegaciones
que los ganaderos han presentado justificando dicha situación.
Se da el caso de que la Cooperativa de Benijos
cuenta con más de cien pequeñas explotaciones ganaderas mejoradas mediante
estas ayudas. Estas explotaciones, gestionadas en su mayoría por familias
residentes en las medianías, en muchos casos no serían plenamente legalizables
con las leyes vigentes en el territorio. Sin embargo, que nadie dude de la
importancia fundamental que cumple la Quesería de Benijos;
en torno a ella hay treinta y ocho mil cabras con más de siete millones de
litros de leche al año, superando anualmente el millón de kilos de queso. Esta
quesería es una de las luces que alumbra en las medianías del norte de
Tenerife, dado que cuenta con varios cientos de puestos de trabajo, generando
estabilidad social en un medio conocido históricamente por su pobreza y
abandono.
Las ayudas y la legalización de las instalaciones entran en
contradicción con la soberanía alimentaria y las necesidades sociales que
tenemos en nuestra tierra. Los puestos de trabajo, la estabilidad social, la
problemática alimenticia…, han de convivir con un marco de protección ambiental
que todos defendemos y en el que los campesinos no pueden estar al margen de lo
que ocurre con la naturaleza.
Canarias, con una superficie de siete mil kilómetros cuadrados,
cuenta actualmente con más de dos millones de habitantes y con diecinueve mil
vacas, lo cual hace una densidad de población de doscientos ochenta habitantes
y menos de tres vacas por kilómetro cuadrado. En Holanda, en una superficie de
cuarenta y un mil kilómetros cuadrados son plenamente legales más de cuatro
millones de vacas y quince millones de holandeses; es decir, aunque la densidad
de población es de unos cuatrocientos habitantes por kilómetro cuadrado, en ese
mismo espacio conviven con casi cien vacas; todo ello sin contar con otros
tipos de ganado. Es muy triste pensar que mientras allí el país entero se
enorgullece de ser uno de los mayores productores de leche del mundo, aquí, en
el municipio de El Tanque, después de diez años de trámites aún no han
permitido legalizar la única granja de vacas del municipio. Aquí peor que la
sequía, los barrancos y los malpaíses, son los
papeles. Las papas, las gallinas, los castaños, las
cabras, los almendros o las vacas y los cochinos no forman parte de la fauna y
flora protegidas. La Asociación de Ganaderos de Tenerife (Agate)
y la Cooperativa La Candelaria, entre otros, defienden el archivo de los
expedientes sancionadores, tal y como en numerosas ocasiones también
defendieron los consejeros de Agricultura en asamblea con los ganaderos de
Tenerife. Es de suma importancia que en los tiempos que corren la escasa
actividad ganadera de nuestra Isla no se vea agredida por nuestras
administraciones, que deben cumplir su labor en defensa y promoción del campo
canario.
* Profesor de Geografía de
la ULL