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Suecia,
“paraíso perdido de la socialdemocracia”
José
Luis Valdés
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Los
reformistas españoles y canarios “socialdemócratas” intentan vender a
Suecia como modelo de democracia representativa, cuando en realidad y en la práctica
es un estado capitalista burocratizado, miembro de la UE. [En la práctica, la
experiencia de Suecia nos demuestra que el experimento “socialdemócrata”
fue un fracaso del reformismo pequeñoburgués]
Resumen
de la charla sobre Suecia, impartida el pasado viernes 23 de noviembre del 2012,
en el Espacio Multifuncional El Tranvía, La
Cuesta, La Laguna, Tenerife. Organizada por Inekaren.
Suecia desde el 1850 hasta el 1930 emigraron de Suecia más de un millón y
medio de suecos, los motivos fueron por culpa del despotismo de la monarquía
parasitaria, la Iglesia Luterana y los terratenientes propietarios de las
tierras, que imponían condiciones esclavistas a los campesinos.
La
mayoría de los suecos se instalaron en las grandes llanuras del Continente
Americano, pero muchos de ellos se establecieron en las ciudades grandes, como
Chicago, trabajando en la construcción de los grandes rascacielos.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Suecia mantuvo su industria intacta, ya que, en
teoría, se mantuvo “neutral”. Al
no sufrir los efectos de la guerra y ser un país grande y rico, con una población
reducida, aprovechó las ventajas económicas para desarrollarse como
potencia industrial, lo que le obligó a importar mano de obra foránea,
mayoritariamente finlandeses, griegos e italianos. De los aproximados 400.000
mil inmigrantes, en 1980, la mitad eran finlandeses y solo unos 3.500 proveníamos
del Estado Español, un tercio éramos canarios. Actualmente el 14% de la
población sueca es inmigrante (1.300.000 personas)
La emigración canaria hacia Suecia fue por distintos motivos. Al principio
fuimos los trabajadores de la mar, que embarcábamos en barcos suecos y
noruegos, cuando estos recalaban en puertos de Santa Cruz y Las Palmas, más
tarde viajaban los marineros canarios a embarcar a las ciudades europeas de
Rotterdam, Antwerpen y Génova.
Tras
el boom turístico de los años 60 y 70, los trabajadores del campo de
Canarias dejaron la guataca y fueron a trabajar a las zonas turísticas
de las islas como de peones, albañiles y en los hoteles de camareros, lo que
hizo que conocieran a chicas suecas que viajaban de turistas, “más liberales
que las canarias de la época”, se enamoraron, se casaron o se rejuntaron con
ellas, creando familias posteriormente, con lo cual emigraban a Suecia, ya que
los salarios y el nivel de vida en ese país eran muchos más altos y avanzados
que los existentes en las Islas.
El
Partido Socialista Sueco nació en el 1889 y se fundamentaba, como la mayoría
de los partidos socialistas, en el marxismo y la lucha de clase. Durante un
periodo de varios años, desde el 1917, los socialistas formaron gobierno
conjuntamente con los liberales. Durante ese periodo los trabajadores y
trabajadoras consiguieron el sufragio universal en el 1918 y la jornada laboral
de ocho horas en el 1919. Tage Erlander, marxista muy querido por el pueblo
sueco consolidó el estado de bienestar en la década de los 50 y 60, sustituyéndole
posteriormente Olof Palme que
mantuvo acciones importantes en el escenario internacional en la lucha contra el
fascismo. Tras la Segunda Guerra Mundial y durante un periodo de 44 años,
estuvo gobernando el Partido Socialdemócrata Sueco con apoyo del Partido de la
Izquierda.
Las conquistas más importantes de la clase trabajadora sueca fueron:
-SUFRAGIO UNIVELSAL.
-JORNADA LABORAL DE 8 HORAS.
-SANIDAD UNIVERSAL Y GRATUITA.
-AYUDA A LOS PADRES CON HIJOS MENORES DE EDAD.
-ENSEÑANZA OBLIGATORIA Y GRATUITA.
-DERECHO AL COBRO POR DESEMPLEO.
-AYUDA SOCIAL A PERSONAS SIN RECURSOS.
-AYUDAS A LAS FAMILIAS y MADRES SOLTERAS.
-AYUDA A LA VIVIENDA.
-AYUDA A LOS ESTUDIOS.
-DERECHO A GUARDERÍA PÚBLICA Y GRATUITA.
-OBLIGATORIEDAD DE PAGO DE MANUTENCIÓN.
-AYUDAS A LOS PENSIONISTAS.
-AYUDAS A LOS JÓVENES QUE DESEAN INDEPENDIZARCE DE LOS PADRES.
Las pérdidas de derechos de la clase trabajadora sueca de los últimos años
son:
La sanidad actual es de “copago”, los ciudadanos tenemos que pagar
aproximadamente 17€ cada vez que visitamos el medico y unos 40€ al
especialista, 8€ diarios en caso de hospitalización, hasta que se llegue a la
cantidad aproximada de 130€ en el periodo de un año.
El Gobierno de derecha conservador, hace un par de años creó una ley que
da de baja de la Seguridad Social a personas con enfermedades de larga
duración, incluidas a personas con problemas graves de cáncer, reumas,
artrosis, columna, etc…, obligándoles
después de un año a apuntarse en las oficinas de empleo y hacer otro tipo de
trabajo diferente al ejercido a lo largo de su vida.
El
Gobierno ha alargado la edad de jubilación hasta los 67 años. Antiguamente los
marineros podíamos jubilarnos antes, pero hace años, entre pasteleo del
Gobierno socialdemócrata y el sindicato de los marinos, eliminaron este
derecho. Las cantidades de jubilación las han reducido, lo que cobraríamos con
61, lo han pasado a los 63, y lo que cobraríamos a los 65, lo han pasado a los
67 años.
Se han hecho recortes en sanidad y educación, empeorando la calidad de estos
servicios.
Suecia era un país modélico en correos y farmacia, las cuales eran estatales,
actualmente, correos ha sido privatizado y parte de las farmacias también.
Los trabajadores de la educación y la sanidad no están bien pagados, por lo
que los profesionales suecos emigran a otros países escandinavos, como Noruega,
lo que hace que Suecia tenga que importar médicos y enfermeras de
otros países con recursos económicos inferiores a los suecos.
Desde la muerte de Olof Palme, y en particular desde la caída del Muro Berlín,
la socialdemocracia sueca fue poco a poco perdiendo sus postulados ideológicos,
convirtiéndose en una organización política de tecnócratas burocratizados
sin ideología política y actuando con los
mismos planteamientos liberales que los partidos de derechas.
Los sindicatos han perdido influencia en la sociedad sueca, y actualmente los
trabajadores afiliados a la LO malamente superamos la mitad de los dos millones
que estábamos sindicalizados en el 1975.
En los años 70 y 80, cuando los trabajadores nos afiliábamos al sindicato,
automáticamente después de haber cotizado más de un año, teníamos derecho
al subsidio de desempleado, hoy día tenemos que hacer las gestiones nosotros
mismos y pagar una cantidad extra para el desempleo.
El “paraíso social de Suecia” ha desaparecido, en gran medida fruto de la
derechización de la socialdemocracia, la burocratización de los sindicatos, la
venta a la patronal, y la bajada de pantalones de sus dirigentes, bastante
parecido a lo que sucede actualmente en España con el PSOE y los sindicatos
vende obreros de UGT y CCOO, unido a
la política de derecha de los últimos Gobiernos conservadores.
En la práctica, la experiencia de Suecia nos demuestra que el experimento
“socialdemócrata” fue un fracaso del reformismo pequeñoburgués, que nos
confirma, que sin una revolución social, unida a la socialización de los
sectores productivos estratégicos y un mayor reparto de la riqueza, donde las
empresas, mayoritariamente, pasen a
ser colectivas y administradas por los propios trabajadores. Si no es así,
seguirán existiendo las condiciones de desigualdad social de la sociedad
clasista.
Por
tanto, la clase trabajadora de todos los países y pueblos del mundo tienen que
luchar hasta derrotar el capitalismo.
Otros
artículos de José Luis Valdés publicados en El Guanche y en El Canario