Yo
soy un antisistema… ¿Y tu?
Fructuoso
Rodríguez Morales
De
siempre hemos visto como los medios de comunicación y los tertulianos en
general, tratan de criminalizar a los antisistemas, y defendiendo el actual
sistema a muerte, y más aún hoy día donde gran cantidad de personas salen a
la calle reivindicando un nuevo sistema.
Pero
¿Qué es lo que defienden los que reivindican la vigencia y legalidad del
actual sistema?
Dentro
del estado español todos saben lo que se defiende: un jefe del estado llamado
Rey, que no se somete al proceso electoral, y que su continuidad es por derecho
sanguíneo. En Cuba, el jefe del estado tampoco es elegido en las urnas y aquí
eso lo llaman dictadura… (¿).
Quien
si es elegido por las urnas es el presidente del gobierno, presidente que luego
de prometer que no subirá impuestos, que creará miles de puestos de trabajo,
que promete el oro y el moro…, luego donde dijo Diego dice digo, y aquí no
pasa nada, pero lo grave no está ahí, sino que realmente el presidente no
manda, sino que obedece a las órdenes que emanan de
Peo
no acaba aquí la cosa, además se está apoyando un sistema que:
Ha permitido que sean los banqueros los que emitan la capacidad de emitir
dinero, robándoselo al Estado. Ver
Crear dinero de la nada, sólo con que haya papel y tinta en la maquinita
es suficiente, sin que haya ningún respaldo de PIB o de valor en ORO.
Convirtiendo la inflación monetaria en un hecho continuo, perjudicando a los
ciudadanos que quieren ahorrar, y obligando a los mismos a jugar en el juego que
ellos desean que es la bolsa, alejándonos de la economía real, y provocando el
gran paro laboral al que se está dirigiendo la humanidad.
Privatizar los servicio públicos, (hospitales, educación, transportes,
energía, etc.), fomentando el robo, corrupción, sinvergüencería, despotismo,
etc.
Criminalizar todo acto de protesta legítima utilizando el poder
mayoritario que les han dado las urnas.
Copar todas las instituciones con sus amiguetes y familiares, como ha
ocurrido en el tribunal de cuentas[1].
Colocar a sus hombres y mujeres de confianza en un puesto de tanta
importancia como es el tribunal superior de justicia[2].
Por
todo esto y mucho más, yo digo: soy un antisistema.
Es
cierto que hay personas, de dudosa procedencia, que también se declaran
antisistemas, y rompen cajeros, mobiliario público…, etc. Yo, por mi
parte, prefiero sembrar papas, cebollas, atender mis plataneras y mis conejos y
mis gallinas…, prefiero manchar mis manos con el estiércol de mis animales,
que con la basura que emana de este sistema podrido.
[2] Supremo-elige-como-letrados-a-la-hija-y-al-yerno-de-uno-de-sus-magistrados