CANARIAS…
¡Somos La Presa!
«» Félix Román N. Rodríguez
*
[…Se
trata de dirigir,
doblegar y dominar hasta los últimos rincones de lo humano:
nuestra conciencia, nuestras emociones, nuestras ideas; para
ello
ataca la vida
en su conjunto, lo individual, y lo colectivo…]
Lamentablemente, los canarios somos y estamos siendo
la presa de este sistema corrupto capitalista, y de la metrópoli que nos
esclaviza, y nos vuelve cada días más sumisos.
En repetidas ocasiones, caracterizamos el sistema político-social
como represor y esclavizante sustentado por una economía depredadora. Así pues
tenemos y formamos parte de todo ese engranaje que devora todo lo que encuentra
a su paso.
El capitalismo de la metrópoli es depredador por
naturaleza y nosotros somos su gran presa, la vida humana es el objetivo pero no
desde el punto de vista tradicional de un depredador, no se trata de destruirnos
sin más para alimentar a la máquina (eso sería demasiado fácil, y lo hace
diariamente allá donde la interesa), sino que el objetivo de la depredación es
otro…, dominarnos, aborregarnos. Se trata de dirigir y doblegar y dominar
hasta los últimos rincones de lo humano: nuestra conciencia, nuestras
emociones, nuestras ideas, para ello; ataca la vida en su conjunto, lo
individual, y lo colectivo.
En todas las esferas de nuestra vida lo colectivo,
entendido siempre en un plano de igualdad, ha servido y sirve para desarrollar
nuestras armas más poderosas frente a los intentos de dominación, la
solidaridad, el apoyo, el fortalecimiento mutuo, la seguridad…, organizarnos y
luchar siempre es una buena idea tanto para resistir como para crear.
La creación del tejido social y el establecimiento
de unas relaciones basadas en la fraternidad y el reconocimiento entre iguales
es el que ha posibilitado y posibilita el nacimiento de un verdadero sentido de
patria, de solidaridad sin matices, y sin excepciones.
Sólo este sentido puede servir como una base auténtica
y sincera para la creación de un modelo, de un estado diferente, sin duda
mejor, al actual sistema depredador colonialista.
El colonialismo español no se ha desarrollado por
casualidad, el poder tiene memoria y aprende de lo ocurrido (cosa que en
numerosas ocasiones parece que aquellos que nos situamos, aunque sea a nivel teórico,
en la posición contraria no hacemos. Tiene muy presentes las posibles
consecuencias de dejar que la vida colectiva se autogestione por las propias
personas que participan en ella. Además de aprender analiza y actúa en
consecuencia.
Por eso se comprende la importancia que tiene el
sentido de pertenencia para los canarios, de tal forma cuando la metrópoli
ataca la vida colectiva de todos los canarios, lo hace con la intención de
destruirnos.
Cuando los canarios nos organizábamos en sociedades,
gremios, o sindicatos en los que se fundían lo laboral con lo familiar, y lo
personal para defenderse del empuje de un colonialismo incipiente, se ha pasado
a la NADA.
Los ciudadanos canarios se reunían en su tiempo
libre disfrutando de la conversación, el debate, del ejercicio o la naturaleza,
ahora nos concentramos grandes multitudes en espacios cerrados para no decirnos
nada.
De los ateneos culturales, los clubs excursionistas,
las sociedades de todo tipo, hemos pasado a los centros comerciales. Los vecinos
compartíamos todo, se reunían al caer la tarde, o simplemente que a nadie les
faltara de nada, hemos pasado a no conocer ni a los que viven en la celda de al
lado en esas grandes colmenas que llamamos hogar.
Todo esto y mucho más tiene en común un objetivo
concreto, conseguir romper los lazos, quebrar esa vida comunitaria. Sabemos que
una presa aislada es más fácil de identificar, acorralar, cazar, y dominar.
Es obvio que es un proceso complejo con multitud de
causas y poco uniforme pero en mi opinión es donde nos tienen atrapados como
sus presas. Solo es el punto ideal
para atacar el otro frente: nuestra vida individual.
La cacería no termina hasta que la presa cae
derrotada, esto sucede cuando cada uno ocupamos el lugar que nos tienen
adjudicado, y realizamos la tarea asignada, y lo que es peor cuando lo aceptamos
y nos ponemos contentos y realizados con ello. Ese es el verdadero triunfo, en
ese preciso momento el colonialismo de la metrópoli gana la batalla.
Por eso que, primero nos han aislado para que no
podamos sujetarnos durante la caída, luego se trata de ir sodomizando a la
persona. En lo físico se alimentan y se crean necesidades que jamás podrán
ser cubiertas totalmente, en lo moral se justifica el precio a pagar y la manera
de conseguirlo, en lo intelectual se cierra el marco que circunscribe lo posible
y se centra el foco tan solo en lo inmediato.
Ese es el juego de los españolistos, nosotros somos
la presa y ellos los cazadores, en el medio muchos que no son más que utensilios de usar y tirar.
*
Contertulio y
corresponsal de la Voz de Rusia en
Canarias
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publicados
en elcanario.net