Cuando
la soberbia y la arrogancia se apoderan de las instituciones, es igual que si
llegara el fascismo al gobierno.
Para
hacer honor a la verdad, he de confesar que siempre sentí un especial afecto
por el grupo político Roque Aguayro –el mismo que sentía por quien fuera
alcalde de Agüimes durante tantos años, Antonio Morález–, al observar el
bien hacer en su municipio. Sin embargo, creo que la gente se contagia o
trasforma desde que pisa alfombras rojas, bien porque se ve condicionada por los
grupos de presión o por otros políticos que llevan toda la vida moviéndose en
el meollo colonial –como es el caso del ínclito Román Rodríguez–,
llegando a convertirse en personajes autoritarios y ajenos al sentimiento del
pueblo. Desde un principio me pareció un engendro el pacto entre Roque Aguayro,
NC y los trepas que oportunistamente entraron en PODEMOS para ir juntos al
Cabildo, notándose tempranamente una similitud en la forma de proceder con el
partido que antes gobernaba dicha institución, el PP. Paradójicamente, siendo
el PP un partido de derechas, no se atrevió a matar el ganado guanil que le
instaba los ecolojetas que ahora están embarcados en PODEMOS, al notar la
reacción adversa de la sociedad canaria con este acto despreciable, necrófilo
y asesino que se pretende materializar por segunda vez.
Queda
al descubierto que cuando el dinero suena la ambición toca el clímax de la
amoralidad y si hay que matar se mata, mas, quienes no dudan en aniquilar
animales tampoco les temblará la mano si en algún momento lo tuvieran que
hacer con personas. Dinero, dinero, dinero de Europa para comprar voluntades;
subvenciones coloniales para parchear la colonia e impedir su desarrollo y
mantenernos en la dependencia. Proyectos innecesarios que se elaboran para
mendigar partidas, de cuyas cantidades siempre se “pierde” algo por el
camino.
Alega
un ecolojeta de PODEMOS, metido a consejero del cabildo de Gran canaria, un tal
Juan Manuel Brito, que “la erradicación del ganado salvaje es una medida
ecologista”… Yo me pregunto que cómo se podría llamar a la medida de
aniquilar animales… La argucia que intentan infundir es que el ganado guanil
se come los pinos que se “reforestan” con las partidas europeas, además de
la flora endémica… ¡Mentira!
Hay
que hacer saber a nuestro pueblo, que no existe tal reforestación sino
forestación, además en lugares donde nunca hubo pinos como es los altos de Gugüi.
Por otra parte, este ganado guanil lleva miles de años en nuestra isla –vino
con nuestros antepasados– sin que la flora endémica se haya extinguido por su
culpa, como tampoco la ha extinguidos los incendios ocasionados por la mano del
hombre, según estudios y aseveraciones de biólogos y botánicos: nuestra flora
renace hasta de las cenizas. Mientras gran parte nuestro pueblo sufre una
situación paupérrima, estos del Cabildo dilapidan el dinero en oficios
innecesarios, como es sufragar los gastos de los matarifes que traen de España
para darse gusto con el arte de matar: lo llevan en los genes.
En
favor del nuestra fauna guanil, hay que decir que estas cabras tienen un alto
valor genético, útil para mezclar y favorecer la cabaña caprina canaria,
motivo por el que debieran estar protegidas. Estas cabras son las autoras de
limpiar el sotobosque de maleza, haciendo de cortafuego contra los incendios. No
obstante, la decisión de la nueva casta del Cabildo parece inamovible, no
consideran las peticiones del pueblo ni su sensibilidad con los animales, atisbándose
una actitud de arrogancia y despotismo por parte del presidente del y su séquito.
Ni por asomo se les ve la intención de buscar otra alternativa que la de matar
para poner a salvo sus subvenciones, tales serían entregar las cabras a los
pastores o que el Cabildo las recoja en goros y cree empleo para muchas
personas.
Muy
decididos y fanfarrones con las cabras guanilas, pero no se atreven con el hotel
Oasis y otros que están metidos en el espacio natural de la Charca de
Maspalomas, además de las tantas construcciones y carreteras que han arrasado
por yacimientos arqueológicos y ecosistemas, sin importarle el medio, porque su
medio son las subvenciones. Pues, si señor, los progres y cristianos se han
vuelto reaccionarios y heréticos, dándole con la puerta en la cara al pueblo
canario y destruyendo una especie de nuestro patrimonio como es el ganado
guanil. Te lo recordaré toda la vida, Antonio, se te cayó la careta…; a los
trepas que entraron en PODEMOS no les digo nada porque su naturaleza es acabar
en cualquier partido y de cualquier color, ya que sé de dónde proceden, cuáles
han sido siempre sus intenciones y a dónde van: son más de lo mismo. Creo…
no, estoy seguro, que sólo logrando la independencia de Canarias se acabara con
esta morralla colonial.