Desde
la tercera
¡¡Situación límite!!
Ramón
Moreno Castilla *
¡Canarias está al límite! En una situación
tremendamente caótica; y este es un hecho absolutamente incontestable. A la
sangrante tasa de paro, que alcanza más del 30% de la población activa; a las
inadmisibles listas de espera en sanidad y a las cada vez más acusadas
desigualdades entre amplias capas sociales de nuestro pueblo, que sufren todo
tipo de carencias y penurias, se unen desde hace tiempo la escalada de empresas
en quiebra, con la sistemática destrucción del tejido empresarial, que al
parecer es lo que interesa a esa España que nos sojuzga para mantener
"sine die" nuestra dependencia exterior y
que Canarias no levante cabeza más nunca.
El penúltimo y grave
episodio de una empresa canaria que tiene que acogerse a un concurso de
acreedores ha sido la emblemática compañía grancanaria Sialsa
(Servicio Insular de Abastecimiento de Leche S. A.), que ha dejado en la
estacada, sin previo aviso, a más del 25% de las explotaciones ganaderas de
esta Isla. Lamentable situación de la que ha alertado el gerente de la
Cooperativa de Ganaderos de Gran Canaria, Nicolás Pérez, denunciando el mal
estado del sector, al tiempo que solicitaba medidas de ayuda, ya que los
ganaderos que venden su leche a Sialsa llevan más de dos
meses sin cobrar, con todo lo que necesitan ese dinero no solo para alimentar a
sus familias, sino para dar de comer a los animales. La cantidad que se adeuda
por ganadero oscila entre los 20.000 y 40.000 euros.
Las cifras de esta
nueva catástrofe económica y social son bastantes ilustrativas: la empresa Sialsa, propiedad del Grupo Kalise-Menorquina,
surgido de la fusión de Kalise (Interglas
S. A.) y Especialidades Menorquinas, con sede en la isla de Menorca, acumula
una deuda de 9 millones de euros; y en junio de 2010 presentó un expediente de
regulación de empleo (ERE) para reducir la plantilla a menos de la mitad,
pasando de
Así pues, la decisión
del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Las Palmas de declarar a Sialsa en suspensión de pagos ha terminado por dar la
puntilla a los ganaderos grancanarios -que en
términos generales no están mucho peor que el resto de los ganaderos del
Archipiélago- que aún no han cobrado la parte de la subvención a la leche que
tienen que abonar el Estado español y el Gobierno de Canarias. Según ha
explicado Pérez, "solo hemos recibido el 60% de esa subvención, y eso es
porque proviene de las arcas europeas, el resto no lo hemos visto todavía y no
nos han dicho cuándo llegará". Añadiendo que, "a causa de las
subvenciones, nos han bajado el precio de la leche, pero si encima la cobramos
a dos años vista el negocio es inviable". A todo esto hay que añadir el
alto precio de la paja, la alfalfa y la soja, ya que, como en Canarias no se
planta nada, todo este forraje para el ganado hay que importarlo, con la
consiguiente repercusión negativa en los costes de producción. O sea, estamos
ante el escenario de la progresiva destrucción del sector primario, tan necesario
para nuestra soberanía alimentaria, que obedece a la abyecta política colonial
española, diseñada y orientada para que nuestra economía no despegue, que todo
lo importemos, que el aparato productivo siga en manos foráneas y que, en
definitiva, seamos un mercado cautivo, lo que añade más precariedad si cabe a
nuestra gravísima situación.
Por su parte, el
consejero de ganadería del Cabildo grancanario, José Miguel Álamo, ha destacado
que la venta en 2005 del 95% de las acciones de Sialsa
al grupo Kalise-Menorquina, por parte de la
corporación que entonces presidía José Manuel Soria -lo que no es un hecho
anecdótico, precisamente-, obedeció a que "las empresas públicas no se
pueden ocupar de todo", achacando a la recesión económica el concurso de acreedores
presentado por Sialsa. "Obedece a la crisis
actual" y no a que el Cabildo privatizara la empresa hace siete años por
12 millones de euros.
Pero lo más canallesco
de la situación límite por la que está atravesando Canarias es la grave
denuncia de Asinca (Asociación Industrial de
Canarias), de la que ya me hice eco en un artículo anterior, que acusa
abiertamente a fabricantes foráneos de vender en las Islas por debajo del
coste. El presidente de esta patronal, Eugenio Castillo, ha denunciado que en
las Islas se están vendiendo productos por debajo del precio de fábrica, lo que
supone una "competencia desleal" para los productos locales. Durante
la presentación del nuevo Catálogo Industrial de Canarias, Castillo censuró en
Las Palmas el "enorme daño" que esa práctica está causando a las
fábricas del Archipiélago, acuciadas, además, por los agobiantes problemas
financieros.
El presidente de los
industriales sostuvo que "algunas empresas foráneas están convirtiendo
Canarias en un mercado marginal", y dijo desconocer cuánto podrá durar la
"venta con pérdidas" que están realizando. Indicando, asimismo, no
estar en contra de las denominadas "marcas blancas" -propias de cada
distribuidor comercial- siempre y cuando estas se fabriquen en Canarias.
En este sentido, el director
general de Industria del Ejecutivo autonómico, Juan Antonio León, que acompañó
a Castillo en dicho acto, resaltó que el catálogo presentado es una herramienta
que debe contribuir a que en el año 2015 la cuota de mercado de los productos
locales llegue al 35%, que hoy es del 25%, y pretende ser, dijo, "un
expositor de lo que se hace y se comercializa en Canarias".
Estas afirmaciones
dejan en el aire una serie de incógnitas que requieren una respuesta inmediata;
¿hasta qué extremos de condescendencia pretende aguantar Asinca
la gitanería de las empresas de fuera?; ¿el Gobierno canario solo se conforma
con que el mercado canario absorba nada más que el 35% de la producción
propia?; ¿y el restante 65% de cuota de mercado para quién lo reserva, para las
empresas godas? ¡¡Eso demuestra en manos de los colaboracionistas que estamos,
que, cínicamente, se siguen llamando "nacionalistas"!!