Si callo, reviento
Padre
Báez
Y es que si callo, reviento: que cada día
se suicida en esta bendita tierra -maldecida por sus políticos-, un pobre o
desgraciado hombre; pero, nadie te lo cuentan, ni te lo dicen (la prensa la
tienen comprada los políticos), no sea que se copien y los imiten. Entiendo,
que callarlo, es hacerse cómplice, y al menos, me libero de eso[1].
Y
es que si ayer les puse un par de ejemplos, hoy solo uno, para no cansarles, y
me vuelvo al trabajo que tengo entre manos: “Los
tres siglos de la otra Historia de Telde”, que va y me entra por Internet,
por correo electrónico, la información que envía el cabildo del Gran
Tabaibal, exactamente desde agricultura-ganadería-pesca-patrimonio y aguas
(aguas que se recogen de los pinares, y
que son tantas que rebosan las presas y corren por los Barrancos de enero a
diciembre a cauces llenos), que la llamada extensión (que contrariamente aunque
se llama extensión, limita y reduce todo lo agrario o del campo -que es lo
mismo-), y dice que: si usted, para matar el hambre y no suicidarse, piensa en
explotar (¡no a bombas, sino con leche su casa!), poniendo algunos animalitos (¡de
Dios!), tiene que registrar esa operación o decisión, y a tal fin te
recuerdan, que debes, que tienes, que hacer, o realizar -dicho más finamente-
la declaración cada año, de forma obligatoria, del censo o número de brutos
(bruto: animal en latín y castellano antiguo) que tengas: gallinas, conejos,
cochinos, ovejas, vacas, cabras (estas pobres últimas son las que según el
cabildo se comen los cedros, y las sabinas, y los pinos, razón por las que hay
que encerrarlas y no dejarlas comer hierba, sino piensos [siendo la verdad que,
si una cabra mordisqueara una rama de los citados, moriría en el acto
reventada, y es que explota -como dicen ellos-, cosa que jamás ha sucedido, y
ello por el veneno de dichos árboles]), pues hay que tenerlas en corrales,
cuando no matarlas si son guaniles o andan sueltas por los riscos[2],
que son sus lugares preferidos y al sol, y que la cosa esa (censarlas), tienes
que hacerlo -¡y pobre de ti, como te descubran sin haberlo hecho!-, y que
para ello, tienes que pasar por el registro general de explotadores (y eso es
verdad: explotan al que cogen con un cabresto arrastrando a algo con cuernos),
ganaderos del Tabaibal (antes Canarias), pero te lo dan en abreviatura: ¡vaya
usted al REGA! He dicho rega, y no a regar, ni al riego…,
y tienes hasta el día último de febrero para ultimar el listado y número
de animales, para ellos saber cuántos cuernos tienes,
o censo, o cabezas posees. Pues, según me cuenta un amigo, que me
felicita por lo de ayer, y le cuento lo de hoy: “¡eso
es amedrentar a la gente, meterles miedo, pa que nadie ponga ni tenga animales,
huyendo de las multas, y sin saber a donde ir, al no poder comer de la
agricultura, ni de la ganadería, y en paro forzoso, tendrán que ir a Cáritas,
o suicidarse, y eso por culpa de ellos, que no permiten tocar la tierra, ni
tener un animal que les de leche, pues lo tienen todo controlado”, y es
que la cosa viene de europa y pasa por la nación, y llega a esta arruinada
isla, donde no se puede tener una cabra sin registrar, ni plantar un saco papas,
a no ser que tengas un contable que te lleve el listado claro de todas las
operaciones -trazabilidad, lo llaman ellos-. ¿No se va a matar cada día uno,
aunque no te los cuenten?
Véase
si no la siguiente información:
SANGRÍA
DE SUICIDIOS
TRES
MILLONES DE NIÑOS EN RIESGO DE POBREZA O EXCLUSIÓN SOCIAL [1]
Salimos
por casi los mismos días del año al año, es decir 365 suicidios al año, y no
por salud, afectos y cuernos, sino por los otros cuernos, el de las cabras (y
otro tanto digamos de las ovejas); ¡muchísimos menos que los muertos por
accidentes en las carreteras, gripes, de género, etc., u otros, que nos los
cuentan todos los días hasta marearnos, callando a los otros que son muchísimos,
pero muchísimos más!
¡Viva
la prensa libre que tenemos!
El
Padre Báez.
[1]
tres_millones_de_ninos_en_riesgo_de_pobreza_o_exclusion_social
[2]
reserva-guigui-elimina-cabras