Discriminada
por ser mujer
René
Acosta *
Loly es una mujer
trabajadora que la discriminan precisamente por ser mujer. Todo empezó en 2006,
año en la que fue contratada por el ayuntamiento de Arafo, realizando trabajos
de peón hasta el día 28 de diciembre 2006, fecha en la que el alcalde de Arafo
le prometió públicamente contratarla de ayudante de sepulturero. En 2007 se le
cumplió el contrato y las promesas del alcalde no se realizaron, la mandaron al
pueblo de Fasnia a sustituir las vacaciones, por un mes, al sepulturero local. A
partir de febrero de 2008 comenzó su calvario, y no por su trabajo sino
simplemente por ser mujer.
Esta
mujer sufría depresión por otras razones distintas a su trabajo. Mientras
trabajó los seis meses dicha depresión había mejorado. Nunca le dijeron por
qué era el despido, ya que hasta en el INEM no figuraba como sepulturera
femenina si no como sepulturero, o
sea de Loly a Lolo. Al verse
olvidada y sin darle motivos denunció el asunto ante el
Ministerio de Trabajo, donde fueron a juicio, en el cual le dieron la razón a
ella en el Supremo de Canarias que resolvió que la tenían que readmitir en su
puesto de trabajo con las mismas condiciones laborales, o indemnizarla y a la
calle. El Ayuntamiento optó por la indemnización.
Pero la pregunta es ¿por qué el
Tribunal Supremo de Canarias admite la indemnización y no se le obliga a dicho
Ayuntamiento a readmitirla con las mismas condiciones laborales, y por qué el
INEM no la considera sepulturera en lugar de sepulturero masculino?
Y
otra pregunta ¿dónde está el Instituto de la Mujer que permite estas
presuntas de criminaciones, o quizás solo se trata de un montón de gente
justificando unas nóminas?
Estas
cosas no deberían pasar, y mucho menos en las propias administraciones.
Creo que se debería de revisar este caso, porque aquí algo falló. En mi opinión,
el Instituto de la Mujer tampoco tomó cartas en el asunto, cosa que debería
ser investigado, a ver ¿por qué, supuestamente, no hizo acto de
presencia en un caso de discriminación a la mujer?
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