Hacer
del sentimiento un derecho
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Pedro M.
González Cánovas *
[…En Canarias, muchas personas pensamos que fue
en el momento de nacer cuando empezamos a desear la emancipación del Archipiélago
como nación independiente….]
Por mucho que lo quiera, por muy fuerte que lo queramos todos juntos,
todos los sentimientos no se contemplan en derecho. Pero, por mucho que lo
deseen algunos, hay sentimientos que se sostienen en el derecho internacional,
por poco o a destiempo que haya evolucionado este último.
En Canarias, muchas personas pensamos que fue en el momento de nacer
cuando se empieza a desear la emancipación del Archipiélago como nación
independiente. Y es que ese sentimiento, cuando no está suficientemente
desarrollado, nubla los pensamientos con frecuencia. Sin duda, esa inquietud
socio-política tiene fecha de nacimiento; pero en un tiempo muy posterior al
origen humano, cuando se inicia una maduración elemental, que –posiblemente-
viene asociada a los primeros momentos de la vida y la asunción de ganar
espacios progresivamente. Asumir la obligatoriedad de “dar la cara” es
imprescindible para madurar.
Sin embargo, una vez asentados en el sentimiento nacionalista (que ya
asume y abraza un amor por sus gentes, sus costumbres y tradiciones, por su
tierra…) lo normal es que todo individuo tienda a argumentar sus deseos en
derecho. Y en el caso canario es un paso fácil de confirmar, asentada la
independencia como irrefutable en derecho internacional.
Más allá de todo eso, queda madurar en el actual funcionamiento social
y cómo se debe actuar para lograr la autodeterminación e independencia de la
nación canaria. Para el caso, no hay que irse a google
a buscar ni volverse loco; tan solo con abrir los ojos y tocar nuestro entorno,
entenderemos la figura del partido político y la necesidad social que éste
significa. La coherencia y afrontar la realidad es imprescindible. Por eso no
vale cualquier partido, nosotros necesitamos uno que presente una propuesta
social, un proyecto de sociedad mejor que esta. Un partido que construya el
futuro y que no se estanque en pasado o presente, sino que se alíe con el
progreso y proponga una gestión honrada, transparente y participativa, y que
mejore la actual oferta social.
Es bueno saber que hay gente trabajando en ello, aquí mismo, en
Canarias. Independentistas que le están dando forma al socialismo canario del
siglo XXI, con libertad, sin condicionamientos externos. Pero eso no es razón
para acomodarse, sino al contrario, ahora hay que cerrar filas más que nunca y
participar de ese trabajo. No hay nada más que esperar para que cada cual dé
de sí cuánto pueda en la labor de construir el futuro que merecemos. Qué
derecho tenemos…
*
Miembro de ANC)