Semblanza del patriota Secundino Delgado Rodríguez

 

«.» Carlos Javier Carreño *

[...Detallan varios autores que Secundino Delgado representó en Tenerife durante grandes épocas de su vida el patriotismo más fervoroso y exaltado. No había cuestión de interés para el país que él no recogiera, entregándose de lleno a su defensa o repulsa según la índole que presentaba, sin medir en la lucha la calidad, e importancia del enemigo, ni el alcance de las propias fuerzas...]

 

Secundino Delgado Rodríguez nace en Santa Cruz de Tenerife, en una humilde casa de la calle San Lucas, en Octubre de 1867. Su padre era un humilde herrero de profesión, el cuál junto a su esposa natural de Adeje tiene ocho hijos.

Secundino Delgado se convierte en el primer "patriota canario", siendo reconocido por la totalidad de las fuerzas nacionalistas e independentistas canarias como el "padre del nacionalismo canario". Además de patriota, es considerado un revolucionario y cabe destacar asimismo su figura como internacionalista.

Secundino Delgado, muy joven aún, con apenas catorce años de edad, emprendió la aventura de la emigración. No consta que ni él ni ninguno de sus hermanos tuvieran otra educación que la elemental de las primeras letras en la enseñanza primaria. Como era común en todas las personas de su clase social eran todos ellos en gran medida autodidactas. Desde luego ninguno estudió el bachillerato. la grave crisis por la que atravesaba el Archipiélago con el crack de la cochinilla a partir de 1875 fue una de sus motivaciones para dejar su ciudad natal, junto con otras características de su edad como el afán de aventura y la deserción del servicio militar. Su padre había fallecido dos años antes.

La relación de este personaje canario en las independencias americanas se puede considerar importante y constante, escritor y periodista de muy valiente pluma, desplegará una formidable campaña de concienciación política de sus compatriotas canarios tanto en América como en las Islas, distinguiéndose por sus encendidos artículos de prensa en los que reclamó tanto la independencia de Cuba como la de Canarias. No obstante, la actividad combativa de Secundino no se limitó al mero quehacer periodístico, sino que también tomo parte activa en la lucha por la liberación de la gran Antilla del dominio español, primero, y en la creación de un partido político de los trabajadores para luchar por mayores libertades políticas para Canarias, después. Todo ello le ocasionaría persecuciones, el exilio y la prisión.

Como frutos de su ingente empeño saldrían a la luz en América El Esclavo, periódico que fundó en Tampa (Florida) con la ayuda de patriotas cubanos emigrados, y El Guanche, revista quincenal que, en 1897, fundó en Caracas junto a José E. Guerra Zerpa (éste, asimismo, había fundado siete años antes en Santa Cruz de la Palma el Diario de Avisos, que aún subsiste).

Posteriormente, Secundino Delgado sería también (ya en Canarias) uno de los fundadores del célebre ¡Vacaguaré¡  semanario que vio la luz en Enero de 1902 y del que sólo fueron publicados cuatro números debido a la represión de que fue objeto y a raíz de la cuál Secundino sería detenido y trasladado a la Cárcel Modelo de la capital de España. El periodista y patriota canario contaba con 30 años de edad en esa época.

Además de las citadas, otras publicaciones darían cabida en sus páginas a distintos trabajos suyos, destacándose en este sentido El Obrero, órgano de la Asociación Obrera de Canarias, desde cuyas columnas el combativo patriota llevó a cabo, contando con el apoyo de otros destacados miembros de dicha asociación de trabajadores, una vigorosa campaña política que daría lugar a la creación del Partido Popular, primer partido netamente canario surgido en el Archipiélago.

Es presumible que otros trabajos periodísticos o literarios de Secundino Delgado se encuentren en hemerotecas de Canarias, de España y, más probablemente, de América, ya que, como es sabido, el escritor y patriota canario vivió la mitad de su vida en el hemisferio occidental, concretamente en Cuba, estados Unidos, Venezuela y argentina, y visitando, además de Curazao, Yucatán, donde su libro autobiográfico sería editado.

Artículo de El Esclavo, 4 de Abril de 1895

¡Voluntarios quintos de la Isla de Cuba¡

La guerra se ha encendido en este suelo, la bandera de la Revolución tremolan unos cuantos miles de hombres que sin cesar aumentan y el choque con las fuerzas de la tiranía tiene que ser sangriento.

El gobierno español, tirano cuál todos los gobiernos y soberbio como todos los déspotas ,hará cuanto es posible para mantener bajo sus garras esa víctima, aunque para ello tuviese que convertir en cenizas sus campiñas y en ruinas sus ciudades, porque hasta de los escombros y de la sangre haría materia explotable, y otros esclavos cultivarían sus campos y reedificarían sus ciudades.

El déspota se prepara y reconcentra fuerzas y arbitra recursos, y vosotros ¡oh "voluntarios forzados"¡ formaís parte de esas fuerzas destinadas a combatir a los que se han lanzado en defensa de la libertad, en defensa del pueblo hollado y oprimido por una turba de mercachifles y degenerados.

Nacidos en distintos puntos de la península ibérica, habéis emigrado a Cuba en busca de un pan que no lo encontrabais en vuestro país natal. Entre las contribuciones y la opresión de los gobiernos y la explotación de la clase rica, han reducido a la miseria vuestras familias, y huyendo del hambre y de la tiranía habéis abandonado el hogar paterno, las caricias y el amor de una madre, el cariño de los hermanos y la amistad de los amigos, para correr al azar en edad temprana por países desconocidos y entre gente indiferente en busca de lo necesario a vuestra existencia, en cambio de la fuerza de vuestros músculos y de vuestra inteligencia.

Habéis llegado a Cuba con ansias de trabajar para vivir y con deseos vehementes de poder auxiliar a la familia que sumida en la miseria por los tiranos quedaba allá, al otro lado de los mares, en el pueblo natal donde habéis pasado vuestra infancia.

Si, y vuestras aspiraciones han quedado defraudadas. en Cuba, país rico donde las fortunas se improvisan, no habéis encontrado más que lo que habéis dejado en vuestros países: explotación, tiranía, miseria.

Los ricos que allí os explotaron y despreciaron, os desprecian y explotan ahí también; el gobierno que allí oprimía y oprime vuestras familias, os tiraniza a vosotros también. Vuestra situación, pues, no ha cambiado; es la misma vuestra esclavitud. Sólo habéis cambiado de localidad, sólo habéis cambiado de cárcel. El amo es siempre el mismo, vuestras cadenas también.

Y no contento el tirano con esto, a llegar a la flor de vuestra edad, a la edad de la fuerza y de las ilusiones, ha querido utilizaros en el ejército, y vosotros, huyendo de la vida del soldado os habéis refugiado en ese cuerpo llamado de "voluntarios", donde os era permitido hacer la vida del paisano con unas meras fórmulas militares que cumplir.

Más ha llegado el momento de la lucha y como el tirano necesita de todas sus fuerzas para combatir la revolución, pronto, muy pronto tal vez, os pondrá frente a frente de vuestros hermanos de infortunio para que empapéis en su sangre vuestras bayonetas y contribuyáis con vuestro brazo y vuestra vida a perpetuar la esclavitud.

¿Y habéis de cruzar vuestras armas ¡oh "voluntarios forzados"¡con las de vuestros hermanos de esclavitud que luchan por la libertad, con las de los compañeros de ayer que juntos habéis trabajado y luchado en el taller en contra del burgués que os explotaba y del gobierno que os tiranizaba?

¿Habéis de ser vosotros, que abandonasteis vuestras familias a la miseria a causa de la explotación y de la tiranía de ese mismo gobierno que hoy en Cuba hace otro tanto con vosotros, habéis de ser vosotros, repetimos, los que empuñéis el arma para defender la tiranía y la explotación?

la bandera que tremolan vuestros hermanos los revolucionarios, no es la bandera de guerra de un pueblo contra otro, como querrán haceros creer, sino la protesta viva de un pueblo oprimido; es la bandera que prohija el grito de rebelión del esclavo que se resuelve contra su tirano.

Tened en cuenta que los que luchan en las filas revolucionarias son obreros, vuestros hermanos de esclavitud, y que ambos tenéis una bandera común, que ambos estáis interesados en que desaparezca la tiranía y la explotación. "Ni Dios ni amo":tal debe ser vuestro lema.

Cuando el gobierno os arroje al campo de batalla como carne de cañón, no combatáis por él, sino que al contrario, volved vuestras armas contra el tirano y uníos a la Revolución, que es vuestro puesto, que nada tenéis que perder y sí mucho que ganar.

El Esclavo, 4 de Abril de 1895, Tampa, Florida (EEUU).

En este artículo  observamos claramente cuál fue la función del revolucionario canario, fundamentalmente alrededor del proceso de Independencia de Cuba (la gran Antilla), que culminaría con éxito en 1898, desligándose como posesión colonial de España.

Detallan varios autores que Secundino Delgado representó en Tenerife durante grandes épocas de su vida el patriotismo más fervoroso y exaltado. No había cuestión para de interés para el país que él no recogiera, entregándose de lleno a su defensa o repulsa según la índole que presentaba, sin medir en la lucha la calidad, e importancia del enemigo, ni el alcance de las propias fuerzas. "todo por Canarias, todo por Tenerife", pudo ser el lema de su blasón, de vivir las épocas heroicas de la caballería. Pero vivió Delgado en otros tiempos mucho menos hidalgos, en los que su esforzado temple, aún por los que más lo admiraban y querían, se tachaba de "quijotismo", y sufrió incomprensiones sin cuento y solo, enteramente solo, hubo de soportar, al cabo, las consecuencias de una ruda persecución. Con su generoso afán, con su soberbio fervor patriótico, llegó a América, al expatriarse, Secundino Delgado, y luchó sin descanso hasta la muerte, como durante su estancia en Canarias, al llegar a Caracas, primer punto de su residencia en tierras de América, participó en asambleas, mítines y reuniones de la colonia isleña; pregonó el entusiasmo de sus ideales y fundó, como portavoz de sus empeños, una revista quincenal "El Guanche", en colaboración con otro canario, José Guerra, desde la que dio el grito de independencia que había de ser cifra de los fervores y afanes de toda su vida. Violentas, rudas, implacables fueron sus campañas desde las columnas de "El Guanche", logrando en poco tiempo formar una importante legión de adeptos a su idea; pero, cediendo a presiones del Ministro de España en Caracas, el presidente de Venezuela, general Crespo, hubo de decretar su expulsión del país, y Delgado hubo de marchar a Curazao, donde prosiguió su cruzada generosa, con el mismo entusiasmo y el mismo ciego afán".

Más tarde hubo de regresar a Tenerife, y ya aquí, en el rescoldo de la hoguera, se ocupó en avivar llamas dormidas, publicando, en unión de Cabrera Díaz, Tomás Morales y Díaz Carballo, su famoso "Vacaguaré", grito de rebeldía y liberación guanche, que hizo suyo, como lema del empeño formidable al que dedicara todos los anhelos de su vida, no logró la libertad del terruño adorado y en cambio, perdió la suya. Por orden del general Weyler, a la sazón Ministro de la Guerra, Secundino Delgado fue detenido y encerrado en la Cárcel Modelo de Madrid. Poco después murió y lo curioso es que su nombre, casi olvidado en Canarias, al que todo lo sacrificó, incluso su vida generosa, se recuerda con cariño y admiración en América, y de modo especial en Venezuela, donde realizó su más intensa y vibrante campaña y en Cuba.

Con tu mismo entusiasmo y ciego afán, Secundino, algunos compatriotas nacidos en nuestra digna matria  seguimos intentando secundar tu ejemplo...

 

* Trabajo final de curso 'Historia Conteporánea de Canarias'