BASTA DE ABUSOS, SAQUEOS, EXPLOTACIONES Y GUERRAS (I)
Andrés García
Montes
¿Hasta cuándo
Con el propósito que el afable lector comprenda en
toda su amplitud y profundidad el mensaje que quiero transmitir, relacionado
con la salvaje y monstruosa intervención en Libia. Hagamos un poco de historia.
La expansión colonial europea se inicia en 1402,
cuando Jean de Betancourt y Gadifer de
Como es bien conocido, si bien no son los únicos, 3
países se destacan en Europa como imperios coloniales: España, Francia e
Inglaterra, quienes celebran durante siglos guerras intestinas para robarse
entre ellos y mantener la hegemonía. Para el Siglo XIX, Francia e Inglaterra
alcanzaban un desarrollo científico y técnico más avanzado que España, y ésta
es desplazada de la pirámide hegemónica. Francia e Inglaterra han seguido hasta
nuestros días, a los que se unió y ocupó el primer lugar, para finales de la
primera mitad del Siglo XX, su alumno más destacado, los Estados Unidos de
América.
Basta conocer un poco de Historia para saber que los imperios
coloniales se han mantenido sobre la base de sembrar el miedo y el terror, para
lo cual han venido desarrollando y perpetuando las sofisticadas y destructivas
armas con las cuales amenazan, hacen la guerra y cometen toda clase de crímenes
y monstruosidades que le permiten imponerse y efectuar el saqueo de los
recursos de sus víctimas. Para mayor escarnio, siempre justifican sus
atrocidades tras argumentos que buscan confundir y justificar sus abusos y
atropellos. Los españoles se amparaban en que venían a enseñar la doctrina de
Cristo y salvar las paganas almas de los infieles, más tarde ingleses y
franceses alegaban que venían a traer la civilización
y el progreso a los incultos y atrasados pueblos que invadían. Esto ha venido
evolucionando hasta nuestros días que justifican sus intervenciones alegando
que le traen a los pueblos invadidos o condicionados la democracia, la libertad
y, por si fuese poco, el respeto a los derechos humanos. Parece que estos
argumentos ya están gastados y han puesto en práctica otros pretextos que sigan
justificando sus monstruosidades y sembrando la confusión y el engaño.
Respetable lector: ¿Qué otra lectura se puede hacer a
la justificación del brutal bombardeo a Libia? Cuyo acto está encabezado y
dirigido por los tres nombrados países continuadores del proceso colonial,
acompañados por unos serviles lacayos, entre estos, los que siguen viviendo de
recuerdos.
No es necesario ser una gran analista para darse
cuenta que dentro de la profunda crisis que sufre el Sistema Social
Capitalista, la perturbación y el despertar de ese amplio conjunto de pueblos,
donde la cultura islámica tiene una determinante influencia, puede darse la
formación de un frente en la región que guarda las más amplias reservas de
petróleo en el mundo, y el coloniaje no sólo necesitan garantizarse el
suministro de petróleo, necesitan con desesperación la mayor parte de esos
miles de millones de dólares que produce su venta, para prolongar la vida del
sistema social imperante.
No es por casualidad que hayan elegido a Libia, ello
va dirigido a controlar el peligro que
representa, ya que es el ejemplo a seguir, pues es el país más avanzado de la
zona, lo que le da una alta cuota de influencia, tiene las reservas de petróleo
más amplias de África, tiene unas reservas monetarias que rondan los 200 mil
millones de dólares depositados en bancos europeos y estadounidenses que estos
ladrones necesitan desesperadamente para aliviar la crisis económico -
financiera que padecen, también tiene una amplia zona costera que ofrece las
mejores condiciones para ser atacada sin necesidad de bases terrestres, entre
otros aspectos.
Es insólito, repugnante e indignante para todo ser
pensante, la maniobra que urdió el colonialismo para justificar la atrocidad
del ataque a un pueblo pequeño, pacífico e indefenso. Valiéndose de la
formación de la sociedad de Libia, constituida por varias tribus, organizó a un
grupo descontento al que le sumó un grupo de mercenarios y sicarios a sueldo, a
quienes entrenaron y equiparon con armas de última generación con las que
aterrorizan, reprimen y asesinan a los pacíficos ciudadanos. Cuando el gobierno
quiso poner orden y los enfrentamientos originaron las primeras víctimas, el
descomunal aparato publicitario del decadente sistema, junto al entusiasmo de
la derecha mundial, desataron una campaña publicitaria descomunal, acusando al
gobierno libio de dictador, criminal, asesino de su pueblo, violador de los
derechos humanos entre otros. Con ello crearon la imagen de una guerra civil y
fabricaron la figura del redentor que estaba obligado a correr a defender a las
víctimas de un tirano que se hace acreedor a ser sometido y sacado del poder.
Pero estos pulcros angelitos necesitaban legalizar su “humano” y sacrosanto
acto, para ello acuden al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, quien,
sin revisar y menos discutir los informes de los delegados especiales que las
mismas Naciones Unidas enviaran a Libia para averiguar la verdad de los hechos,
aprobó una resolución que autoriza el uso de la fuerza para intervenir en la
crisis de Libia. Esta desfachatez me obliga a autoresponderme:
¿Y qué otro resultado se puede esperar del organismo más antidemocrático del
mundo? Pues los 5 miembros con derecho a
veto (Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Rusia y China) tienen un poder de
decisión superior a
Este aberrado hecho le permite alegar que no sólo
están cumpliendo con el mandato del Consejo de Seguridad, vale decir de las
Naciones Unidas, cuya acta constitutiva dice que es creada para luchar por la
paz y la tranquilidad de la Humanidad, sino que el bombardeo que está
destruyendo a toda la infraestructura Libia desde los puertos, la industria,
hasta los hospitales, es para defender y salvarles la vida a la población civil
Libia, pues su amplia sensibilidad humana, su amor a los pueblos, no le
permiten contemplar el genocidio que el presidente libio está cometiendo, en
forma pasiva e indiferente. Tanto descaro y cinismo reboza de indignación al
más indiferente y no deja otra alternativa que preguntarse ¿A quién creen estas
bestias que se están dirigiendo, a un mundo de ignorantes y tarados mentales
que no tiene capacidad de pensar, razonar y tomar el fenómeno en cuestión y
analizarle con sentido crítico, analítico y creativo, para arribar a
conclusiones lógicas y razonables? Pues el más distraído, indiferente y
desinteresado sabe que los que hoy muestran más interés por los 400 o 500
víctimas libias (doloroso por supuesto) o incluso aceptando su mentira que
habla de 10 mil, son los mismos que alegando lo que a ellos le sobra “Armas de
Destrucción Masiva” invadieron a Irak y después de reconocer su equivocación,
-algo que conocían antes de la invasión- en vez de retirarse siguen ocupando y
martirizando a ese sufrido pueblo. Las estimaciones de las víctimas fatales
oscilan entre un millón y millón y medio, y para completar, al bombardear
varias ciudades lo han hecho con bombas que, junto a los explosivos, le añaden
uranio empobrecido, que ha originado una concentración de radioactividad en
varias ciudades, tan alta que ya se están haciendo denuncias de nacimientos de
criaturas deformadas. No conforme con éstas
monstruosidades, han utilizado el mortífero fósforo blanco. Estos mismos
angelitos invadieron a Afganistán, bajo el pretexto de que protegía al
terrorista Bin Laden, aún lo están buscando. Y sobre las monstruosidades ya
dichas en Irak, las víctimas mortales se estiman entre
Cómo pretenden que el mundo les crea que le están
salvando la vida a los civiles libios bombardeando y destruyendo la
infraestructura de ese país, una de dos, o consideran que se están dirigiendo a
mentecatos, idiotas, que carecen de la facultad de pensar y analizar, o la crisis
que les castiga es tan fuerte y apremiante que enloquecidos se han quitado la
careta que han venido utilizando a lo largo de más de 600 años para justificar
sus atrocidades.
Una vez más se pone de manifiesto que el único remedio
que conoce el Capitalismo para resolver sus cíclicas crisis de superproducción
-esta vez ampliada por otras crisis- es la guerra. Concluimos estas
apreciaciones preguntándonos con el insigne escritor Eduardo Galeano. (¿Hasta
cuándo la paz del mundo estará en manos de los que hacen el negocio de la
guerra?).
La parte II de estas consideraciones tratará la
imperiosa necesidad que tiene
---» Continuará…