Los santos colonialistas
Pedro M. González Cánovas *
Pocas personas sabrán, por lo poco que abarca el panfleto, que en el programa de este año (2016) de la pasada Semana Santa de Santa Cruz de Tenerife se insiste en que el ayuntamiento capitalino tramite e imponga a los vecinos un monumento al cruel y sanguinario Fernández de Lugo. Será por acciones como la del “cronista oficial, Luis Cola Benitez”, que firma el texto, por la que este tipo de panfletos se posiciona políticamente y pierde interés para quienes nos sentimos canarios y no otras cosas.
Para más inri, el actual alcalde muestra lo lejos que está su forma de hacer de una auténtica política laica, que abarque al global de la población. Aunque las acciones de éste no sorprenden, sabiendo que se esconde tras la denominación de “nacionalista” de su partido, y que siempre les ha faltado desde fundamentos hasta activismo en dicho campo.
Muchos recordaremos cómo nos sorprendió ATI-CC en 1994, cuando el independentismo organizado de Tenerife se centralizaba en la franja Santa Cruz – Laguna, anunciando un año entero de celebración con motivo del “quinto centenario de la ciudad”. Como si Santa Cruz existiera desde el momento en que Fernández de Lugo puso sus pezuñas en esta isla y los nativos llamaran Añazo al territorio que esperaba su desembarco. Nos sorprendió, pero supimos reaccionar.
Ellos, de mano de la desaparecida CajaCanarias, sacaban las “Aras del quinto centenario”. Sorprendentemente, trece monedas; una más de lo que le pagaron a Judas[1]. Nosotros, organizados a través del Centro de Estudios Aborígenes de Canarias, solicitamos al propio ayuntamiento la utilización de la Casa de la Cultura para un ciclo de conferencias, cuya línea estaría encabezada por “La conquista: cinco siglos”. El escrito, firmado por Alvaro Morera y el que les habla, presidente y secretario de la asociación, fue presentado por Pablo de Luca (Vicepresidente) y por mí mismo, preocupándonos de recibir respuesta. Como nos creíamos tan vistos, nos asombró que nos dieran autorización. Para entonces ya estaba todo organizado.
Bajo un logo que imitaba al de ellos, pero que en vez de “Santa Cruz: cinco siglos” decía “Cinco siglos de colonialismo”[2] aparecía en el cartel el ciclo de conferencias que montamos, entre el 25 y el 29 de abril, y reunía a personas de las organizaciones independentistas más representativas de la época. Por supuesto, llevamos algunos carteles al ayuntamiento, pero solo unos pocos. La verdad es que no pudimos ver sus caras al abrir los que les dejamos enrollados, pero eso no frenó nuestro ritmo.
El día 25 se inició el ciclo con una incendiaria conferencia del mejor José Diego Díaz Llanos, el de antes del funesto PNC. Acabando, el conferenciante anunció que ese mismo día y a esa misma hora se leería el pregón de las fiestas de mayo (periodo en que se concentraban los actos más importantes del “quinto centenario”) de mano del anterior alcalde, Manuel Hermoso, invitado por José Emilio García Gómez: dos de los bastiones de la ATI (Agrupación Tinerfeña de Independientes) que en las siguientes elecciones formaría Coalición Canaria. Así que todos los allí presentes y quizás alguno más, fuimos al ayuntamiento. No cabíamos en el Salón de Plenos y la policía, que no es boba, cerró las puertas dejando a un numeroso grupo por fuera. De todas formas, los de fuera participamos de aquel eterno aplauso, cuando se anunció la lectura del pregón. Aplauso que no cesó sino ante una brutal intervención policial, que si es por nosotros nos hacemos las manos polvo, pero aquel pregón de traidores no se lee nunca. Así actúan ellos y así nosotros.
Aquel ciclo de conferencias de completó. Con las intervenciones de Antonio Cubillo, Francisco Javier González, Francisco Díaz y alguien de Intersindical cuyo nombre no apareció en el cartel. Logramos salvar un poco de dignidad de los habitantes de esa ciudad y del resto de nuestra tierra, ante la posturita de monigotes traidores de nuestras propias instituciones, gobernadas ayer y hoy por ATI-CC.
Por eso es tan terrible que hoy vuelvan a la carga, con esa cruz manchada de sangres en una mano y sus panfletos en la otra, falsificando la historia e ignorando la realidad arqueológica que habla de habitantes en la zona de Santa Cruz (Añazo) hace más de 2000 años.
Ilustracciones:
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Miembro
de ANC
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