Rocas volcánicas flotantes en la isla de El Hierro
Juan
Carlos Carracedo *
La crisis eruptiva en
la isla de El Hierro se compone actualmente de una erupción basáltica fisural de varias bocas submarinas, situada en el mar a
unos
Aunque el Instituto
Geográfico Nacional ha gestionado el proceso sísmico precursor y acompañante de
la erupción de forma impecable, con una notable dedicación y eficacia, el
asesoramiento del proceso eruptivo ha sido poco menos que un desastre,
equivalente al del famoso "Prestige" (2002)
de los "hilitos de plastilina".
El último episodio de
esta catástrofe científica, originada por el empeño del CSIC y el Gobierno de
Canarias de poner esta tarea de asesoramiento volcanológico
en manos de científicos que no conocen ni la isla ni este tipo de volcanismo,
han sido las declaraciones irreflexivas de un catedrático de la Universidad de
Barcelona, afirmando que las bombas volcánicas arrojadas a la superficie por el
volcán de La Restinga (rápidamente bautizadas localmente como "restingolitas") están formadas por una mezcla de magma
basáltico (la costra exterior negra) y riolita (el
interior blanco). Siendo generalmente el magma riolítico
muy rico en gases, y por ello muy explosivo, su interacción con el más inocuo
magma basáltico conferiría a esta erupción un potencial explosivo mucho más
elevado. La consecuencia inmediata ha sido la aparición de esta noticia en los
medios de comunicación y un notable incremento de la alarma en la ya muy
castigada población de El Hierro. La respuesta del representante del CSIC,
igualmente errónea, ha sido rebajar este potencial explosivo al considerar una
mezcla de magmas entre el basalto y la traquita, un material magmático de
explosividad intermedia.
Ante el cariz que ha
tomado el asunto se ha entregado al Gobierno de Canarias copia del artículo
titulado "A volcano erupting
sandstones? The peculiar
case of El Hierro, Canary Islands" (¿Un volcán emitiendo areniscas? El peculiar
caso de El Hierro, Islas Canarias), enviado a Science
Now, la página online de noticias de la revista Science de la AAAS (American Association
for the Advancement
of Science), la mayor
asociación científica de carácter general. Este informe, coordinado por el
profesor Valentin Troll, de
la Universidad de Uppsala (Suecia), ha sido realizado en tiempo récord por un
amplio grupo de científicos que incluye también alemanes (del Instituto Leibniz
de Oceanografía de Kiel y el Ludwig-Maximilians de
Munich) e italianos (Institutos Nacionales de Roma y Pisa y el Grupo Sincrotone, de Trieste), además de la Universidad de Las
Palmas de Gran Canaria (el autor de este artículo).
En apretado resumen,
la interpretación a la que hemos llegado este grupo de científicos es que el
interior blanco de estas bombas flotantes está compuesto de sedimentos
oceánicos ricos en cuarzo (una arenisca fina, con vetas más oscuras de lodos
pelágicos), procedente de corrientes oceánicas de turbidez o polvo sahariano en
suspensión, ambos de origen africano, único lugar con cristales de cuarzo,
inexistentes en Canarias. No existe pues otro magma que el basáltico, que
engloba en su ascenso este material sedimentario que, con un espesor de varios
kilómetros, forma la parte superior de la corteza oceánica y el sustrato en el
que se apoyan las Islas Canarias. ¿De dónde, pues, la interpretación de los
científicos de la Universidad de Barcelona y el CSIC? Podría darse en un error
de principiantes utilizar un sistema de clasificación de rocas volcánicas para
un material que es de origen sedimentario. Cuando un sedimento rico en sílice
se proyecta en un diagrama TAS (álcalis frente a sílice), cae en el campo que
corresponde a traquitas y fonolitas, aunque se trate de un material
sedimentario. Tanto alarmismo con magmas explosivos para tratarse, muy
probablemente, de un inocuo sedimento oceánico... ¡pólvora mojada!
El problema de España
ha sido siempre la incapacidad de seleccionar adecuadamente a las personas más
indicadas para misiones específicas. La profunda raíz católica de nuestro país
ha primado la pertenencia a "buenas familias" o a "grupos
poderosos" sobre el esfuerzo personal, el afán de superación y la
experiencia acumulada. Lo "otorgado" en vez de lo ganado con el
propio esfuerzo. Y así nos ha ido siempre.
El CSIC y el Gobierno
de Canarias podían haberse ahorrado el bochorno si en vez de formar un coto
cerrado excluyente hubieran permitido una mayor y más abierta participación. De
hecho, las muestras utilizadas para este informe hubieron de obtenerse de una
forma subrepticia, ya que las solicitudes oficiales no obtuvieron respuesta
alguna, favoreciendo su acaparamiento por unos pocos.
En un libro reciente
se define el "efecto piloto", que considera que, al igual que a los
pilotos de aviación, se debería exigir diez mil horas de vuelo/experiencia al
seleccionar a los encargados de realizar funciones específicas. Tal vez así no
haríamos tantas veces el ridículo internacional y no se partirían de risa al
observar el papelón que con frecuencia hacemos, sea con "bichitos que se
caen al suelo y se matan", el "Prestige",
los "brotes verdes" o las bombas volcánicas explosivas de El Hierro,
en realidad tranquilas "restingolitas" sin
carga explosiva.
* Grupo GEOVOL.
Universidad de Las
Palmas de Gran Canaria
Publicado en el periódico El Día, 10-11-2011 (incluye
comentarios)