Robos
y destrozos en El Paso
René
Acosta *
En
el Paso, al principio de la recta Padrón, a la derecha, se encuentra el
restaurante Dagoromi, el cual ha sufrido muchísimos robos: le han llevado
mesas, neveras, máquinas de cerveza, adornos de cobre traídos de Inglaterra, manteles así como
le han ocasionado numerosos
destrozos, tanto en el restaurante como en la propia vivienda.
El
dueño del restaurante ha formalizado varias denuncias, tanto en la guardia
civil como en la policía local. De momento no ha recuperado nada de lo robado y
ni siquiera han dado con la pista de
algún sospechoso; nada de nada. Llega el caso que cuando llama a la policía ya
ni le cogen el teléfono.
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Don
Juan, que así se llama el dueño del restaurante, me llevó a su casa donde me
enseñó los desastres sufridos; ni siquiera le han dejado ropa, ni sábanas
para la cama. Muchos discos o CDs que había traído de Inglaterra también se
los llevaron; calcula sobre unos 30.000€ el valor de lo robado y de los
destrozos. Lo que no tiene explicación, comenta Don Juan, es como nadie ve ni oye nada
cuando
los ladrones cortan las rejas que cubren las ventanas del restaurante o cuando se
llevan la máquina de la cerveza, neveras, etc. Y tampoco se comprende como las
pueden luego trapichar sin que la policía y la guardia civil averigüen nada.
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Que
los eventuales testigos de los robos y destrozos permanezcan callados denota
falta de civismo y que les puede más el miedo a las posibles represalias que la
solidaridad con sus convecinos. De un pueblo tranquilo y de gente honrada y
trabajadora se ha tornado, de algún tiempo acá, en todo lo contrario. La
familia, que Don Juan tiene en Inglaterra, le dice que por qué no vende todo y
se marcha de una vez. Él me lo comentaba casi llorando de impotencia por lo que
ha ido sufriendo y perdiendo con tanto robo y destrozos, que además quedan impunes.
Me
desplacé a la comisaría de la policía local, donde hablé con alguno de
ellos, y me comentaban que sí tenían conocimiento del caso. Les pregunté que
si la policía local realizaba patrullas nocturnas, y me respondieron que no,
que a las diez de la noche se retiraban, y que a veces hay una patrulla de la
guardia civil, que, por cierto, tiene que realizar las rondas por los pueblos de Garafía,
Punta Gorda, Tijarafe, Tazacorte, Los Llanos de Aridane, el Paso, y
Fuencaliente. Suponiendo que se cometa un delito en El Paso cuando están
patrullando por Garafía, pues cuando lleguen al El Paso, ya los ladrones han
vendido lo robado o se lo han comido. ¡Que buena esperanza!
El
Paso tienen un censo de 7.800 personas y cuenta con 11 policías locales. Si por
cada mil habitantes está establecido que les pertenece un policía local,
resulta que sobrarían 3 policías locales. Pero es que, además, como en El
Paso, a los 11 policías locales se le suman 7 guardias civiles, dan un total de
18 agentes. A ojos vista, suficientes efectivos como para hacer patrullas
nocturnas, con lo cual las noches de El Paso no estarían tan desprotegidas. De
ser así, sería de suponer que ciudadanos como Don Juan no sufrirían tantos
robos y destrozos, viviría tranquilamente de su trabajo y no se le pasaría por
la cabeza tener que verse obligado a emigrar, también como su familia, fuera de su tierra.
* Reportero del periódico digital El Canario