¿Silencio, resignación? ¡Resistencia!

 

Agustín Díaz Pacheco *

 

Existe un día de la semana que ya se ha tornado temible: el viernes. Dicho día una serie de ejecutantes –que no políticos, no lo son– dictan una serie de medidas a acometer sea cómo sea. Implacablemente. En muchas ocasiones, el silencio es igual a la resignación. Ésta lo es por cuanto se asume la hegemonía del gobierno alemán –que no el digno pueblo alemán– en Europa. No es necesario establecer comparaciones con respecto a algún que otro gobierno que a través de la CE, BCE y FMI establece una razzia económica con gravísimas repercusiones sociales. Como referencia, las abruptas y descerebradas medidas efectuadas por el "lúcido" suicida Mijaíl Gorbachov han pasado una hipercostosa factura, apoyado por la inducción dada por fanáticas personas: Margaret Thatcher y Ronald Reagan.

La vieja Europa deseada ilusamente por Jean Monet, banquero y luego político –está de moda– concebía unos Estados Unidos de Europa, más tarde aprehendido por los padres de la Unión Europea. Ésta, por cuanto cumple tan sólo un papel económico, basado en el endeudamiento y una crisis deliberada que le supone un gran crecimiento económico al gobierno de Angela Merkel, delegada del BCE y el FMI, será tenido en cuenta por la Historia, es la función de ésta. Mientras tanto, los supeditados gobiernos de algunos países, esencialmente la llamada Europa del Sur, hostilizan a sus súbditos, que no ciudadanos, ya que el principio de soberanía nacional se ha convertido en alfombra deseada por la Banca. Tal el exceso, que se ha repartido la pobreza, la miseria impuesta aspira con contar con una bandera, y la humillación convertida día a día. En el caso del Estado español, el conocido frontispicio, trasladado por los medios de comunicación el día 31/12/2011: De Guindos, Soraya, Montoro y Fátima. Los cuatro jinetes. Continuando con el Estado español, el gobierno del PP ha practicado un programa oculto, el cual no fue el prometido. Mintieron descarada y alevosamente. La oprobiosa Ley para la Reforma Laboral, generar paro, reducciones económicas, desahucios, hambrear a los menores, victimizar a los inmigrantes, privatizar Sanidad y desdeñar Servicios Sociales, despreciar Educación, marginar brutalmente a la juventud y a las personas mayores, apoyar a la Banca, no reformar la Ley Electoral, y despojar de soberanía al Estado español, pueden mover al silencio, la resignación, mas, existe un admitido gran principio: la legítima resistencia cívica y pacífica por un mundo mejor.

La resistencia, defendida y exhortada fraternalmente por mentes y actitudes como la heroicamente afirmada y expuesta por Mahatma Ghandi, Martin Luther King o Ernesto Sábato. Obviamente, sufriremos lo dictado en otro despiadado viernes, voluntario reflejo de quienes desean postergar la siempre necesaria libertad y justicia.

* DIPLOMADO UNIVERSITARIO EN RELACIONES LABORALES