Reparación moral y
económica
Ramón Moreno Castilla
Esa España colonialista, decrépita y decadente,
que nos subyuga y explota de forma inmisericorde desde los tiempos de la
sanguinaria conquista y evangelización de Canarias, por la fuerza de las armas,
llevada a cabo entre 1402 y 1496, tiene que reparar, moral y económicamente,
los terribles estragos producido por ese holocausto. ¡¡Crímenes de lesa
humanidad, que son imprescriptibles!!
Italia, por ejemplo, indemnizó a Libia con 5.000 millones de
dólares por 30 años de ocupación colonial. ¿Cuánto nos tendría que indemnizar
España por seis siglos de implacable y depredador colonialismo? ¿Cuándo va a
reparar la madrastra arbitraria los daños ocasionados a generaciones del pueblo
canario por el vil e infame colonialismo español, el más cruel y devastador del
planeta? ¿No piensa España redimirse de su ignominioso pasado ¡y presente!
colonial liberando a Canarias, la primera y más antigua colonia del mundo?
En agosto de 2008, el entonces primer ministro de Italia, Silvio
Berlusconi, y el mandatario de Libia, Muamar El
Gadafi, firmaron un importante acuerdo de amistad y colaboración, mediante el
cual Italia pagaba a Libia 5.000 millones de dólares (3.400 millones de euros)
en los siguientes 25 años a modo de compensación por los perjuicios causados
por las tres décadas de ocupación colonial.
El acuerdo fue sobre un montante de 200 millones de dólares
anuales en los sucesivos 25 años bajo forma de inversiones y proyectos de
infraestructuras en Libia. Berlusconi reiteró las disculpas de Italia al pueblo
libio por los treinta años de colonización (1911-1942), antes de firmar el
acuerdo que ponía fin a cuarenta años de litigios. Era un reconocimiento
concreto y moral de los daños causados por Italia a Libia durante el periodo
colonial. Entre los proyectos financiados por Italia estaba la construcción de
la tan deseada autopista que atravesaba Libia de oeste a este, desde Túnez a
Egipto.
Con anterioridad a la llegada del avión de Berlusconi al
aeropuerto Benina de Benghazi, había aterrizado un
avión militar con la "Venus de Cirene", una magnífica estatua sin cabeza
del siglo II descubierta por arqueólogos italianos en territorio libio
colonizado. La visita de Berlusconi coincidió con los festejos por el 39º
aniversario de la revolución Libia, el 1 de septiembre de 1969, que llevó a
Gadafi al poder.
Por otra parte, después de más de 150 años de que se aboliera la
esclavitud, los países caribeños agrupados en la Comunidad del Caribe (Caricom) han considerado emprender acciones legales para
lograr una compensación económica y moral por parte del Viejo Continente. Los
países europeos bajo la lupa son las principales potencias coloniales europeas
de la época: Gran Bretaña, España, Francia, Portugal, Holanda, Noruega, Suecia
y Dinamarca.
El pasado 12 de marzo de 2014, los países del Caricom
reunidos en una cumbre en Kingstown, capital de San Vicente y las Granadinas, acordaron reclamar a Europa reparaciones morales
y económicas por los siglos de esclavitud sufrida por las poblaciones del
caribe y el genocidio de sus pueblos indígenas. Las naciones caribeñas apuestan
por llegar a un acuerdo con las antiguas potencias coloniales europeas, pero
advirtieron que si no hay intención de colaborar en la búsqueda de
compensaciones por parte de los estados del Viejo Continente con
responsabilidades no dudarán en acudir a tribunales internacionales, como la
Corte Internacional de Justicia.
El presidente de la Comisión de Reparaciones nombrada por Caricom, el profesor de Barbados Hillary Beckles, subrayó que hay 14 países soberanos que
representan a 16 millones de personas con la razón de su lado. El plan para
obtener las correspondientes indemnizaciones está apoyado con el asesoramiento
de la firma británica de abogacía Leigh Day.
Teniendo en cuenta los casi seis siglos de dominación colonial
española en Canarias, un archipiélago africano, además del sufrimiento físico y
del trauma psicológico que padecen los canarios, como consecuencia de las
terribles secuelas de la salvaje conquista y evangelización, seguida de la
esclavitud y venta de esclavos de la población aborigen, se impone una justicia
reparadora, al amparo del derecho internacional.
Así, un grupo multidisciplinar de patriotas canarios estamos ya
trabajando -con la dirección jurídica de un prestigioso bufete de abogados, de
reconocido prestigio y renombre mundial-, para, a través de la Comisión de
Reparaciones a Canarias (CRC), de la que soy promotor, reclamarle a España, vía
penal, las indemnizaciones a las que tiene derecho el pueblo canario, víctima
inocente del colonialismo español.
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