RELIGIÓN
ANTERIOR
Padre
Báez *
No
entiendo que haya personas que ataquen al cristianismo, al tiempo que añoran
una religión anterior, que intentan refundar y actualizar, con imitaciones
burdas del mismo cristianismo.
Los
hay que tratan de “nefasta contaminación”, y de “negativa espiritualidad
y moral”, la que nos trajeron los evangelizadores, rezumando ignorancia,
maldad y odio.
No
conforme con lo dicho, hacen creer al desinformado pueblo tabaibero (antes
canario), que el cristianismo convive en el Tabaibal (antes Canarias), de forma
mezclada con otra previa religión aquí practicada; aún van más lejos,
cuando en tiempos de libertad y de apostasía, dicen que se nos impone una
religión invasora que arranca las raíces de un pueblo (el nuestro).
Sorprende
se rechace una religión de hace 2.000 años, para retroceder a otra de hace
6.000 años atrás. Mal servicio se hace a la verdad histórica, cuando se dice
que con las “armas” y con “virulencia” se impuso una nueva religión
-que dicen no desapareció (?) la anterior-.
Todavía
se miente más (mala debe ser esa pretendida y falsa religión, cuando sus
adeptos se basan en la mentira y en el odio), cuando de la nueva Religión, traída
por los evangelizadores, nos trajeron -dicen- “divinidades”; pero, ni cortos
ni perezosos, dicen que el cristianismo no ha enraizado entre nosotros, cuando
desde aquí salió -quien aún vive- el Presidente de la Conferencia Episcopal
Española, al margen de la popularidad y la inmensa devoción y práctica de la
Religión Católica.
“Asombrado
quedeme”, cuando en el
culto a la Virgen, se dice se esconde el culto a diosas extrañas e inventadas.
Nada
extrañaría, que quienes ven fantasmas religiosos y diosas, no vean en estos
mis comentarios, sino una encubierta persecución y ataque, cuando,
simplemente, uno reflexiona -con razón-, sobre un hecho, que desvía la atención
y mienten descaradamente, haciendo un análisis sesgado sobre la realidad y la
verdad histórica, no ajustándose a ambas.
*
El Padre Báez, que ve,
con preocupación, echen sobre los guanches, la historia y la verdad, un manto
de mentiras y error.