REFLEXIONES PREELECTORALES PARA DESPUÉS DE LAS ELECCIONES
«.» Francisco Javier González
[...En los partidos que participan sin contar con el apoyo de todo el aparato del poder real, el económico-financiero que maneja la tramoya, es donde encontramos más sacrificio esperanzado, más esfuerzo personal de una militancia a la que, en general, no mueve ningún móvil de beneficio personal inmediato, sino que se movilizan impulsados por la idea de hacer de su entorno -y del mundo en general- un lugar mejor, más digno, más solidario y más libre para todos los que lo habitamos...]
Creo que el proceso electoral que tenemos encima bien merece una reflexión pero no tanto sobre qué o a quién votar, que cada uno resuelve según su particular criterio, sino más bien -al menos en mi caso- para que va a servir ese voto que se me solicita.
Si dedicamos tiempo a escuchar las soflamas de los diversos candidatos -que son cualquier cosa, salvo “cándidos”- nos parecería estar en cualquier zoco magrebí o en plena plaza Yemaa el Fna en medio de una barahunda de milagreros, encantadores de serpientes, vendedores de tesoros de oropel y panegiristas de un extraño Corán con forro rojigualdo o, en el mejor de los casos, como espectadores de una pública almoneda en que se nos vende un futuro ideal que, todos sabemos, que el tiempo reducirá a su verdadera expresión que consensuarán entre los vendedores. Puede que suceda que se nos quiten las ganas de depositar una papeleta en la urna, como podremos probablemente comprobar por el porcentaje de abstención.
De todas formas esta sociedad capitalista, que enmascara la verdadera naturaleza del poder y quién lo ejerce tras el velo de una libertad aparente para decidir nuestro futuro, deja resquicios a la capacidad popular de decidir el rumbo de una sociedad a través de los procesos electorales, si entendemos que pueden servir de avance en la toma de conciencia de la opresión que se esconde tras la tramoya democrática.
En los partidos que participan sin contar con el apoyo de todo el aparato del poder real, el económico-financiero que maneja la tramoya, es donde encontramos más sacrificio esperanzado, más esfuerzo personal de una militancia a la que, en general, no mueve ningún móvil de beneficio personal inmediato, sino que se movilizan impulsados por la idea de hacer de su entorno -y del mundo en general- un lugar mejor, más digno, más solidario y más libre para todos los que lo habitamos. Precisamente es ese esfuerzo desmedido que se entrega sin esperar recompensa material personal el que hace que, cuando los resultados no están a la altura de las esperanzas puestas, el militante se retrae posteriormente, se desilusiona y se aleja de la lucha por conseguir aquellos ideales que lo llevaron a participar activamente.
El independentismo canario, enfrentado a ese aparato de poder del capital financiero exógeno, tiene encima que lidiar con una buena parte de nuestro pueblo que, como los antiguos mujiks rusos que se rebelaban para continuar con la esclavitud o como los españoles fernandinos que gritaban ¡vivan las cadenas!, se alinea con el colonizador que lo expolia o con el medianero criollo que actúa como capataz de los serviles disfrazándose de nacionalista o, incluso, como novedad en este proceso, se suma a las huestes más reaccionarias que quieren revivir la momia de un caudillo asesino. Es por ello el colectivo que mayores dificultades va a encontrar para avanzar en su proceso liberador.
No será de extrañar que no se alcancen todos los objetivos deseables, pero tenemos que entender que estamos solo en las etapas iniciales de una dura lucha que no va a ser corta, por lo que tenemos que estar vacunados contra el desánimo y el desaliento. El próximo lunes comienza una etapa de explotación de los resultados. Se han logrado dos objetivos muy importantes como son, primero, una unificación organizativa que puede perdurar y, segundo, presentar candidaturas -lo que significa una organización que supera lo embrionario- en muchos de los pueblos de nuestra nación. Ahora, independientemente de los resultados, hay que consolidar ambas cuestiones y conseguir ampliar nuestra presencia y participación en todo movimiento que plantee obtener parcelas de soberanía inmediatas, desde la alimentaria o la energética a la cultural, la medioambiental, la igualdad …
Por y para todo ello, mañana sábado, salvo fuerza mayor, estaré en mi ciudad de Aguere para apoyar el domingo con mi voto la iniciativa de “Canarias Ahora” por la DESCOLONIZACIÓN Y LA INDEPENDENCIA.
Canarias a 24 de mayo de 2019
Francisco Javier González
* Artículos de Francisco Javier González publicados en El Canario y en El Guanche