PRESUMIMOS DE
GENEROSOS… (I)
PRESUMIMOS DE GENEROSOS,
PERO, POR ENDOFOBIA, NOS TRANSFORMAN EN RÁCANOS CON LOS NUESTROS
Estoy muy agradecido por el escrito
"¡Pobre Antonia!", realizado por el
Padre Báez[1], que acabo de recibir, ya que hace unos tres años subí con su autor, el mismo cura y amigo,
hasta tan pintoresco territorio cumbrero, donde
actualmente mal vive la simpática viejita Antoñita,
de quien se escribe.
Vive exactamente igual
que una troglodita más de nuestros ancestros guanches de hace
medio milenio, en nuestras cumbres y medianías, ya que los de la costa,
especialmente en nuestra isla Tamarant, pues una mayoría disfrutaba de sólidas
casas cruciformes, con ricos y soportales y techumbres, que en nada
envidiaba a las de los primeros conquistadores normandos. Por ello, al
mismo tiempo que mucho dolor, por su indigente, humilde o libre modo de vida,
aún poseemos una reliquia prototipo de nuestra estirpe maga. Esta zona donde se enclava su cuevita se encuentra situada más arriba
de su parroquia y pueblito de Cazadores, en plenas cumbres de Telde. Cerca de
la mítica Subida de rallies los Marteles.
Aunque aclaro, que aquel paraje agreste no pertenece al
municipio de Ingenio, si no a la parroquia de Cazadores,
dentro del municipio de Los Faycanes, cuyo
párroco es D. Fernando Báez.
Me quedé impresionado por la fantástica
historia de esta viejita guanche, solitaria y abandonada en su cuevucha, sin más compañía que las estrellas, o la nieve y
el granizo en aquellas alturas. Tan indefensa en verano con sus sequías y
frecuentes incendios, como en los tórridos inviernos con sus granizadas. ¿Que
sistema usa para recoger el agua para supervivir, beber agua potable, hacer la
comida, la colada, etc? ¿De lluvia, aljibes o del
barranco? ¿Qué es lo que hace para alimentarse cuando sufre semanas de
temporales o cuando las veredas están llenas de escarcha y resbaladizas? ¿Tiene
miedo cuando llega la noche? ¿A quién cuenta sus insomnios o cuando sufre
pesadillas?
Seguro que esta heroína, hoy una dulce y
alegre viejita, cuando era joven fue una de nuestras dulces, nobles y
prometedoras jovencitas, pero que por la típica generosidad extrema que llevan
en sus genes magos nuestras bravas heroínas y anónimas mujeres guanches, que
por lo sacrificadas suelen ser, Antoñita se entregó
en cuerpo y alma y todas sus mayores ilusiones a cuidar a sus padres, hermanos,
deberes de la casa y la labranza. Tanto se entregó a los demás que se olvidó se
sí misma, para también seguir trabajando para cuidar los hijos de sus hermanos
y demás familia. ¿Es cierta aquella frase del humilde
San Francisco de Asís: "Es dando, cuando uno más recibe". ¿No es esto
lo que suelen practicar miles de nuestras madres y hermanas nativas, las cuales
son capaces de quitarse el pan de la boca o su ropa de estreno para que le use
antes alguno de sus familiares? ¿Cuántas heroínas tenemos y nos rodean sin que
las valoremos y ni siquiera identifiquemos?
Y así fue galopando el tiempo de aquella
noblota e ilusionada jovencita, hasta que se le pasaron los mejores años de su
vida. Para luego, ya de mayor, casarse, seguro, con algún hombre quien
urgentemente necesitaba una noble y muy currante mujer, para que le
cuidara, bien alimentara, le lavara y zurciera su ropa, hasta que ya aquella
mártir no pudo entregar más de sí, porque aquel compañero falleció hace ya una
quincena de años. Por su generosidad extrema quedó tan solitaria como alma en
pena en aquellos andurriales, donde muy pocas veces hasta los cazadores se
atreven a acercarse, para entonces llevarse un susto de muerte, al oír sus
disparos sobre su cabeza. A Antoñita le encanta
parlamentar hasta por los codos con algunos de los cazadores o algún esporádico
visitante que se pierde por aquellos andurriales cumbreros.
¡Tanta pobreza le rodea, que no posee siquiera un triste camino de bestias,
solo unas peligrosas y resbaladizas veredas de cabras! Cuando camina por
éstas va "garrapatiando" y agarrándose de
algunas cañas o matojos, y, para no caerse, va caminando despacito para
realizar su muy humilde compra en la tienda-bar de Cazadores. Solo lo poquito
que puede cargar. Así durante más de un kilómetro en cuestas, hasta
llegar a la carretera, para, bajando por ella o por camino real de unos
quinientos metros, hasta el pueblito de Cazadores. ¡Luego le queda el vía crucis de la subida de regreso!
¿Es cierto que esto está ocurriendo en la
opulenta y cosmopolita GRAN, GRAN CANARIA, en la época de Internet,
de las comunicaciones, viajes extraterrestres, descubrimiento de la partícula
de Hiigs, etc,? ¡Qué gran detalle sería realizar
a esta nuestra matriarca la más linda e instructiva visita. Sería muy fácil
para cientos de canarios, sensibles u ociosos, para frecuentemente brindarle
a esta anciana y simpática amiga este simple y placentero
regalo, que a su vez ella nos lo agradecería con creces, con simplemente
escucharla hablar en el dialecto antiguo, con una de sus mejores sonrisas y
contagiosa risa, lo cual nos colmaría de felicidad, por ofrecerle algo tan
simple, pero que tanto valor tendría para ella compartiendo tan solo un poquito
de nuestro tiempo sobrante, adornándole así los pocos y últimos años de su
vida.
Más que una obligada visita de caridad,
sería un relax para nuestro espíritu el ofrecerle nuestra amistad por su
generosa vida, simpatía, avanzada edad y soledad. ¿O es que no formamos parte
de una sociedad adelantada, civilizada y "occidentalizada"? ¿No es de
ella de lo que presumimos? ¿Seguro que somos el mismo pueblo y los mismos
paisanos los que presumimos de ser más generosos con todas las catástrofes
internacionales, por sugerencia de tantas ONG mafiosas, que nos comen
el coco y nos arruinan, para colmo, bien apoyadas y subvencionadas por el
sistema que nos coloniza? ¿Por eso es por lo que nos
olvidamos de las criaturas más vulnerable y sin protección que se encuentran
junto a nosotros, y no a miles de kilómetros, como nos manipulan masivamente.
Ante nuestros ojos dichas ONG y mercenarios mass
media, influyendo y anulando nuestras conciencias como excelentes colonizados
que nos preciamos ser: "acatamos a ciegas la voz de nuestro
"amo" y restamos importancia a nuestros graves problemas y los de la
más vulnerables criatura a nuestra alrededor, como es este lacerante ejemplo,
que Dios nos donó en la joven generosa y ahora indigente y viejita anacoreta Antoñita, hace ya más de ochenta años y que se encuentra
olvidada de todos. ¡Esto no ocurriría en entre los muy
solidarios y unidos vecinos de La Isleta, quienes se precian es ayudar, respeter y proteger muchísimo a sus ancianos. ¡Pero, a
pesar de ello, Antoñita, sigue alegre, dicharachera y
muy parlachina!
Durante estos tres años he estado pensando
la forma de realizar, a través de los medios y de alguna televisión local -ya
que TVC solo parece estar para dar lustres a los mandamases que la controlan-
para que periódicamente se de a conocer este caso único. ¡Lo cual sería
verdadero periodismo y, del social, del que tan necesitados estamos, y no la
repetición de las mismas vulgares noticias y el "marujeo"¡ Para que
fuera reflejado popularmente para ayudarle, con alguna campaña a favor de
esta simpática ancianita, organizando frecuentemente una excursión-peregrinación
lúdica con personas y familias sensibles, especialmente para
que aprovecharan con sus hijos visitar las cueva y que, nosotros y ellos,
vieran por sí mismo y comprobaran el ejemplo vivo aquellas condiciones en
que vivían nuestros ancestros, y que ella, Antoñita,
es un ejemplo palpable de cómo aún viven actualmente millones de personas en el
mundo, sin los mínimos adelantos.
Esta obligada visita a reverenciar a
nuestra Antoñita, más por caridad, amor y
agradecimiento, sería una visita muy positiva e instructiva: ¡Comprobar
por sí mismo, que aún en el año 2012 existe el modo de vivir "mago"
de nuestros ancestros guanches, aunque ellos sí utilizaban el fuego, sin la
amenaza ni atropellos de los del "Miedo Ambiente", que ignoran las
leyes primarias, de los "usos y costumbres". Además, sería más
instructivo si acudieran acompañados del Padre Báez, con sus enormes
conocimientos de historia, arqueología y "pateos" de todos
los yacimientos guanches insulares. Como en el desarrollo social de la cultura
guanche, no existían pobres ni mendigos, ya que en la más estricta
justicia social se repartía y compartía todo mancomunadamente, El trabajo,
construcción de casas, pastoreo, trasquilas, cosechas agrícolas y "guatiboas" o comilonas (como las de San Simón en Sabinosa y todas las actuales trasquilas en todas las islas
o las apañadas en las "gambuesas", o
corrales, de los actuales pastores guanches, las cuales siempre terminan con
sus célebres comilonas. No en vano es popular la frase: "Fiestas de
pastores, ovejas muertas"), la artesanía, afamada alfarería sin
torno, que tanto maravilló a los conquistadores, los perfectos labrantes de piedra y de hermosísimas y perfectamente
rematadas redes de minas de olivina y otros duros
materiales, escarbando con infinita paciencia y profesionalidad por intrincadas
galerías, sin dejara arista alguna al descubierto bajo la misma cumbre de la
montaña y meseta de Horgazales, en La Aldea de
San Nicolás, con sus tres tagorores-almogarenes intactos, como antes de la conquista. De dichas
minas sacaron los materiales para fabricar sus famosos naifes, utilizados
para defensa o despellejar animales y sus cueros, que luego usaban
cotidianamente como cuero para ropas de vestir, abrigo, zurrones para
amasar el gofio, o especialmente sus famosos "tamarcos".¡También parece que eran expertos cirujanos craneales para
extirpar tumores! Famosa fue su artesanía del mimbres
y sus bellas y armoniosas filigranas en vestidos y útiles de
junco, mientras las riquezas de comida, cereales, leche, frutas, queso y
rebaños se repartían equitativamente entre todos. ¡No
existía indigentes, tal como actualmente comprobamos millones que vegetan en
nuestras calles y plazas, sobre todo en las que más sus habitantes presumen de
más "civilizados". Seguro que esta visita sería una gran lección
pedagógica para todos, tanto para niños como adultos.
Con los típicos tamarcos
guanches con su acabado trasero rematado y sobresaliente por el rabo de la
cabra u oveja pelibuy, tanto impresionaron en
Madeira, cuando el se los llevó pillo Maciot de Betencourt, quien tuvo que huir a hasta allí por querer
vender la isla de Lanzarote, a escondidas del rey majo, Guadarfía.
Por ello los actuales viejitos maderenses con mucho
respeto me relatan, en memoria orar de sus abuelos me contaban que los guaches
"tenían rabos". "Dichos antepasados hasta la actualidad nos
prestigian en los relatos orales por las proezas de nuestros guanches, al igual
que el Museo de Centro de Estudios Atlánticos de Funchal, como los verdaderos
héroes en las distintas ramas en que requerían sus servicios. Hasta fueron
expertos ingenieros-jefes de aquellos primitivos y impresionantes ingenios de
azúcar; en la construcción de tan magnífica obra faraónica, de intrincada
red de "atarjeas = famosas "levadas" (en portugués),
canales de agua, con sus puentes, túneles, cataratas y, rodeadas de sus
siempre bien cuidadas flores de enormes y bellísimas hortensias y agapantos, lo
cual tanto deleita e impresiona a los turistas canarios disfrutar el
ver correr el agua a borbotones, al contemplar tan perfectas obras de
ingeniería hidráulica, realizada por nuestros guanches en Madeira, entre 1420 y
1495.
También esta red de "atarjeas"
guanches en del "jardín esmeralda" de Madeira, hacen las delicias de
muchos turistas canadienses, americanos y europeos de alta calidad, con
la práctica del "treckins" por ellas, mientras pasean rodeados de
aquella red hidráulica agua laboraron con gran inteligencia y amor. Por
supuesto son aún famosos y muy respetados algunos "almogares", o
iglesias, como la actual ermita San Joao da Penha (peña). En la cual se horadó perfectamente todo el espacio vital de una gran
piedra de duro basalto. Hasta por su generosidad y pundonor enseñaba a otros
esclavos a formar otro república guanche, hasta que el
propio rey de Portugal les temió y vio las orejas al lobo, por lo que decidió
expulsarlos. Pero dejaron muchas señas de su gran labor y memorables huellas de
su coraje y pundonor, hasta por su fuerzas, destreza y
la fiereza de sus rubias mujeres guanches, que en lucha preferían morir y
arrojarse por un barranco, hasta caer despeñadas en medio del agua del arroyo,
mientras ésta le mecía le mecían sus rubias cabelleras. Pero no sin llevarse
consigo a varios conquistadores con ellas en su salto al vacío. Todo con tal de
no sufrir la esclavitud, ya que eran y, somos, parientes de los "hombres
azules, los imazighen y tuareg
en Canarias. Realizaron muchas proezas ton tal no sufrir le humillación
de la esclavitud, por el orgullo de sentirse y ser "hombres y mujeres
libres" la esclavitud, durante los 65 años de mítico periplo en dicho
archipiélago hermano.
Mientras, por desgracia, comprobamos desde
la propia conquista en 1402, la barbarie de dejar morir de hambre con enorme crueldad
a unos 60 majos en una mazmorra, las traiciones y la ignominia, ante el nombre
de su Dios, trampas en casi todas las duras batallas que se libraron
durante casi un siglo de colonización. No contento con castigarnos con la
"modorra", envenenamiento masivo de las fuentes de agua potable, ya
que sabían que sin este genocidio nunca podrían vencernos, para acabar de
obligarnos enrolarnos en sus levas guerreras injustas, o "correrías"
de esclavos parientes moritos, en el norte de África. Aún después de más de
medio siglo nos siguen utilizando a los indecitos
"canarinhos", como "daños
colaterales" o "carne de cañón" en Afganistán, donde los
nuestros, con una población de menos de dos millones, aportamos 860 soldaditos,
mientras ella, la gran España, con casi 50 millones, solo aporta 140. Es decir
los jóvenes de Canarias que sufren una para estructural, aporta el 86 % y
ellos, los listillos, solo el 14 %. ¿Es para
tener bien controlados en su redil a nuestros jóvenes, ya que los únicos
empleos que les ofrecen son de policía, guardia civil y al ejército españolito.
Volviendo al tema anterior de nuestra
viejita anacoreta, allá arriba, sobre Cazadores, y a nuestra milenaria
generosidad canaria, no podemos permitir que sea el Padre Báez el único que
visite a la patriarca y anacoreta Antonia. Invito a
que sean muchos los acudamos a brindarles nuestra compañía y nuestras
mejores muestras de respeto. La invitación está lanzada, ya además tenemos la
ocasión de gozar de la oportunidad de saborear unan buenas tapas de quesos de
la zona, buen conejo al salmorejo y la famosa carne de cabra de los buenos
bares de del típico pueblito de Cazadores...., para regresar satisfechos no
solo en espíritu, sino bien alimentados, alegres y bien oxigenados con los
aromas a tomillo, retama y poleo.
---> Continuará