QUESERAS (Lanzarote)
Queseras de Zonzamas y Haría
Cubetas de Toufri de Tingui (costa atlántica marroquí) (A.. Denis, 1969)
Son canalizaciones labradas en la roca volcánico-porosa sobre una loma y específicas de la isla de Lanzarote. Hasta el momento se desconoce su utilidad concreta y han sido objeto de distintas interpretaciones. Las actuales que aparecen en la foto se ubican en el poblado de Zonzamas (noroeste de Arrecife) y en el Malpaís de la Corona (Haría) y relativamente cercanas a la costa. Otras dos, hoy desaparecidas, se encontraban en San Bartolomé y en la Montaña de la Mina (J.C.Cabrera, 1992). El mismo autor señala el hallazgo de pulidores de basalto en las queseras con la función de machacar y moler algún tipo de producto. Descartada la función ritual por sus especiales características, la comparación “cross-cultural” podría asociar estas construcciones con las llamadas “guetma” de la costa atlántica marroquí.
Las “guetma” son una especie de cubetas o tres recipientes alargados difíciles de reconocer en el paisaje actual, próximas al mar y disimuladas en los recovecos de las cuevas. Alexis Denis habla de “L´auge aux trois bassins de Toufri de Tingui” en su comunicación ”Une excursión à Safi et au Cap Cantin”(1969) y cita a Maurice Antoine (1929) como el primero en señalar la presencia de estas construcciones rocosas al aire libre en el acantilado N.E. del antiguo Cap Cantin, actual Cap Beddouza (a 35 km. de Safi y 25 km. de Oualidia). A su vez, y según este último autor, descubiertas anteriormente por Maxime de Roquemaure. La voz “guetma” puede constituir una arabización de la voz amazigh “agelmam” (GLM) =”cubeta, estanque” (dial. tachelhit). Los nativos de la zona las conocen por la voz árabe “m´assra”=”lagar” (A.Denis, 1969) y una de ellas fue destruida por los agricultores para ganar tierra cultivable. Este autor apunta la posibilidad de que estuvieran relacionadas con la obtención de la púrpura “getúlica” de origen vegetal (líquenes) o animal (moluscos), ya que existen dudas al respecto en cuanto a su origen. Su cronología estaría vinculada en primer lugar con la expansión comercial cartaginesa de la 2º mitad del primer milenio a.C. a lo largo de la costa atlántica marroquí y continuada posteriormente por los romanos desde el 146 a.C. en que invaden el norte de África derrotando a Cartago (“Les établissements du roi Juba II aux Îles Purpuraires, Mogador”, A. Jodin, Tanger, 1967, en A. Denis, 1969). El proceso de obtención de la púrpura se basaba en la molienda (con ayuda de la arena), el prensado, la fermentación y el decantado o aclarado, a partir de líquenes (“roccella phycopsis” u “oreille de mer”), producto aquella que los pueblos mediterráneos de hace 20 siglos se disputaban a precio de oro desde el antiguo Mogador (actual Essaouira), hasta Canarias, Azores, Cabo Verde y Madeira, identificadas con las Islas Purpurarias de Juba II (A. Denis, 1969).
Estos líquenes se encontraban sobre los acantilados marítimos calcáreos desde la desembocadura del Oum R´Bia hasta Agadir y principalmente en Oualidia y Cap Cantin. En el caso de la púrpura de origen animal se obtenía por la molienda de las glándulas de los moluscos (“coquilles”,conchas,de “púrpura haemastoma”) en presencia de arena, productos marinos del litoral por la abundancia de aquellos en la costa atlántica marroquí entre Oualidia y Agadir, con una fuerte presencia en la costa de Essaouira (A. Denis,1969). Las prospecciones arqueológicas en Canarias llevadas a cabo por el MNH y la ULL en la isla de Lobos (norte de Fuerteventura) desde 2012 y las últimas excavaciones en 2015, prueban una factoría romana temporal para la obtención del tinte púrpura extraído del molusco “stramonita haemastoma”. Según estas fuentes estaría datada entre el s.I a.C y el s. I d.C, con lo cual coincide con la cronología asociada al conocimiento de las Islas por el rey amazigh romanizado Juba II de Mauritania. Otros autores señalan la existencia de ánforas romanas fechadas en torno al s.III-IV d.C. en el Canal de El Río, entre La Graciosa y Lanzarote (J.C. Cabrera, 1993), de lo cual se infiere una posible prolongación del poblamiento desde el norte de África.Por nuestra parte, señalemos la posibilidad de que el poblamiento de las islas orientales y de otros territorios isleños estuviera relacionado con el empleo de “mano de obra” esclava de poblaciones imazighen continentales (posteriormente abandonadas a su suerte en las islas) por parte de los cartagineses y romanos (mediante la llamada “deportatio”), que en estancias temporales practicaban la explotación de la orchilla (“roccella canariensis”) y de otros productos tintóreos de origen animal de fácil comercialización en los pueblos mediterráneos.
En relación a los ancestros de las tribus montañesas bereberes del Medio Atlas y relativamente más cercanas a la costa que hubieran sido captadas por los romanos en su área de influencia (Volubilis, Rommani..), destacamos, entre otros posibles, los Ayt Ikkou (antropónimo de la princesa Ico, Lanzarote) de Mâaziz (Confederación Zaer Zaiane), a 100 km. al sureste de la costa de Rabat y a unos 100 km. al suroeste de Meknes (F.P. Deluca, 2004) y a los Ayt-ou-Ichchou, a unos 100 km. al suroeste de Khenifra. Más al sur se encuentran los Houara (Benahuare, La Palma) de Inezgane, en la costa cerca de Agadir (N. Banon, 1979).La existencia de dicho liquen se documenta por Viera y Clavijo en 1778 en todas las islas, ordenadas de mayor a menor cantidad obtenida: El Hierro, Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y La Palma. Los cartagineses, grandes navegantes y comerciantes, establecieron pequeñas factorías o colonias más allá del estrecho de Gibraltar, al menos en la costa atlántica marroquí y posiblemente en Canarias, ocultadas por estrategia comercial con el fin de mantener el monopolio de su explotación. El cambio a “violeta púrpura” o rojizo se obtiene por la acción del amoniaco (NH³) contenido en la orina y la utilización de las sustancias encerradas en saquitos o bolsas sumergidos o “bañados” en las “cubetas” alargadas, en subsuelos arenosos y chorros subterráneos que las riegan, tapadas aquellas durante un tiempo para hacer más cómoda la obtención de la púrpura (A. Denis, 1969).No solamente la orchilla era un producto apreciado en el mundo antiguo mediterráneo. También el “garum” o “pasta” del atún era condimento muy apreciado.
Está documentada la industria de salazón (Lixus, costa atlántica marroquí) (M. Ponsich-M.Tarradell, 1965, en A.Denis, 1969), por tratamiento inicial artesanal de maceración, filtrado y refinado.Igualmente, por la existencia de bandadas de atunes en el banco pesquero canario-sahariano y de sus desplazamientos siguiendo las corrientes, por ejemplo, por la costa occidental de Tenerife, los fenopúnicos y romanos pudieron fundar pequeñas factorías en aquella zona para la obtención del “garum”. Hasta el momento no se han encontrados evidencias arqueológicas concluyentes, aunque el hallazgo de una moneda (cuádriga en el anverso y perfil humano en el reverso) y datada en el 136 a.C. (Blog Juan Carlos Isla, 2011) en la playa de El Carrizal (Teno), un poco al sur de la desembocadura del barranco de Taburco (E. Bethencourt, F.P.Deluca, F. Perera, 1996) resulta significativo para aproximarnos en cierta forma al controvertido tema de los primeros poblamientos de Canarias.
Artículos y publicaciones del mismo autor publicados en El Guanche y en El Canario