¿Qué más hace falta?
Ramón Moreno Castilla
[La clave está en que España tiene, ya lo
hemos dicho infinidad de veces, el manual del colonialismo y el
"copyright" de cómo someter y explotar a pueblos indefensos, como ha
pasado históricamente con el pueblo canario. ¿Cuántas veces hemos denunciado en
estas mismas páginas la canallesca indefensión político-jurídica en la que esta
sumida Canarias? ¿Qué más hace falta para que este pueblo
reacciones de una puñetera vez? ¿Va a ser cierto ese odioso refrán de que
"cada pueblo tiene lo que se merece"?... Y ahí está para corroborarlo
la presencia intimidatoria de las fuerzas de ocupación: Ejército, Armada,
Aviación, Guardia Civil, Policía, y todo el aparato del Estado español presente
y que opera en la colonia. ]
Sí, ¿qué más hace falta para que el pueblo canario tome conciencia
y coja las riendas de su destino, para construir su propio futuro sin tutelas
ni interferencias de España? ¿No están aflorando cada día las enormes
contradicciones de que Canarias sea un enclave colonial controlado y saqueado
desde hace seis siglos por una nación situada a
No creo que exista en los anales de la historia de la humanidad un
ejemplo más clarividente de tanta sumisión y tanta resignación como la
demostrada por el pueblo canario, tan proclive a dejarse mangonear y que sean
otros los que decidan por él. ¿Hasta cuándo? Y no se trata de que ciertas
castas del pueblo canario, herederas de las prebendas y privilegios de la
conquista, se sientan españolas o se muestren claramente pro españolas. Lo que no se
entiende, por mucho estudio sociológico que se realice, es que capas de esa
misma población, más desfavorecidas y claramente marginadas, sigan
considerándose españoles bastardos, que es lo que son
respecto a los llamados peninsulares y godos en general.
La clave está en que España tiene, ya lo hemos dicho infinidad de
veces, el manual del colonialismo y el "copyright" de cómo someter y
explotar a pueblos indefensos, como ha pasado históricamente con el pueblo
canario. ¿Cuántas veces hemos denunciado en estas mismas páginas la canallesca
indefensión político-jurídica en la que esta sumida Canarias? ¿Qué más hace
falta para que este pueblo reacciones de una puñetera
vez? ¿Va a ser cierto ese odioso refrán de que "cada pueblo tiene lo que
se merece"?
Bien es verdad que España, una nación decrépita y decadente, sabe
jugar sus cartas; pero eso no es óbice para que los verdaderos patriotas
canarios nos rebelemos ante tanta imposición y queramos ser dueños de nuestro
futuro. Enfrente tenemos a un pueblo absolutamente desestructurado y
desnortado, perdido en la geografía que le dicen, y donde el estamento familiar
(la familia es la célula de la sociedad) está en grave crisis, carente en
absoluto de los más elementales valores; y a unos partidos políticos que son
auténticas franquicias de los de la metrópoli (PP y PSOE), y unas supuestas
fuerzas nacionalistas como CC, NC, CCN y otros grupúsculos, que, lejos de ser
beligerantes con el poder colonial, se plegan a él,
cuando no participan de esa ceremonia de la confusión que son las elecciones
europeas, generales o locales, que son una burda representación supuestamente
democrática.
Por otro lado, están los medios de comunicación en general, que
son los colaboradores necesarios al servicio de España, para mantener el actual
"statu quo"; que son auténticas correas de transmisión del
colonialismo (¡¡excepto EL DÍA!!), y que publican encuestas de dudosa
credibilidad, sin rigor sociológico alguno, favorables siempre a la impuesta y
artificiosa "españolidad" de Canarias, mantenida férreamente por la
fuerza de las armas. Y ahí está para corroborarlo la presencia intimidatoria de
las fuerzas de ocupación: Ejército, Armada, Aviación, Guardia Civil, Policía, y
todo el aparato del Estado español presente y que opera en la colonia.
Y lo más lamentable: la llamada burguesía canaria, tan
dependiente, pusilánime y timorata, a la que España mantiene contenta
económicamente y convenientemente asilvestrada; que lejos de liderar el proceso
emancipador del pueblo canario, del que forma parte importante, como ha
ocurrido históricamente con todos los pueblos del mundo, es el más importante
colaborador necesario, haciendo de medianero e intermediario para mantener la
finca.
Una burguesía agrícola o mercantilista, según de qué Isla se
trate; sin arraigo ni visión de futuro, egoísta e insolidaria,
incapaz de desempeñar el rol que la historia colonial del pueblo canario está
demandando imperiosamente. Ahora bien, cuando vea seriamente lesionados sus
intereses económicos (ahora solo se conforma con las migajas), cogerá el tren
del independentismo, procurando por todos los medios que este llegue a su
destino. ¡¡Esa es la realidad!!
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de Ramón Moreno Castilla publicados en El Guanche y en El Canario