¿Qué futuro?

 

Yolanda Márquez *

 

 

 

 

 

 

 

 

El panorama económico y social es desolador. ¿Qué futuro les puedo dar a mis hijos aquí?"


Cada vez más jóvenes afirman que estarían dispuestos a cambiar de país por trabajo, lógico cuando el 56,13% de los menores de 25 años que quieren trabajar no encuentran empleo. Aquí no tienen "ni presente ni futuro".


Hace unos días se lanzó por internet un video de esos que te sobresalta el corazón; con cierto aire de mítico anuncio navideño; lleno de reproche contra políticos y bienhechores corruptos, mostrando el regreso de dos jóvenes  obligados a practicar la eufemística etiqueta, que la insípida Ministra Báñez califica de, "movilidad exterior".


Soy hija de esa segunda generación de emigrantes de los 60 que se vio obligada a salir, de tierra patria, limitando así posibles tensiones sociales motivadas por la autárquica política económica franquista. Pensándolo bien, y contextualizándolo con nuestro panorama político actual, la emigración forzosa tiene similar raíz social; el empobrecimiento de la ciudadanía consecuencia bien, de políticas con rancio tufo ideológico nacionalista o por el contrario, por políticas neoliberales que cuando un Estado se entrena para la carrera que le convertirá en baluarte del neoliberalismo, la sociedad pierde y con ella, se van las garantías sociales.


Como digo, hija de emigrantes me pongo en el papel de mi abuela, y sé, por lo que me contó, que también sufrió porque sus tres hijas tuvieron que marchar de una España sin futuro. Ahora, que soy madre me pregunto, ¿qué futuro tendrá mi hijo? He tenido que pensar un rato para encontrar una respuesta positiva, algo que me de aliento para confiar en un futuro próspero y lleno de garantías sociales para todos los que hoy se ven afectados por el mito del " Estado impotente" que navega a la deriva bajo la peor tormenta de la democracia.


Se me hace inverosímil que ese supuesto 0,7% que el Gobierno pronostica de crecimiento del PIB en el 2014 sea tal, porque más de uno de cada cuatro euros del presupuesto irá a pagar la deuda, mientras las partidas de políticas públicas se siguen recortando: la educación pública con un recorte de 10 millones de euros; la sanidad pública con más de 1.000 millones y la partida de atención especializa de salud se ha reducido a la mitad. Ni educación, ni investigación, ni salud: ¿qué futuro tendrá mi hijo?

 

* Licenciada en ciencias políticas y sociología.