El
PSOE no merece nuestro apoyo
Cándido Quintana ©
Recuerdo una visita que hizo a Tenerife,
hace ya unos cuantos años, José Luís Rodríguez Zapatero y como en su discurso,
que pronunció en una sala de conferencias creo que en Guamasa,
a la que accedimos con bastantes impedimentos algunas personas que estábamos
fuera con el NO AL PUERTO DE GRANADILLA,
habló, seguramente para contentar a los pesos pesados tinerfeños, de su apoyo a
la BARBARIE, esa barbarie que ahora
se está haciendo realidad con graves, múltiples y evidentes daños al mayor y
mejor conservado ecosistema de Tenerife. Era tal el estado de nervios que yo
tenía en aquel momento, por las incongruencias e incumplimientos del ex
presidente, a quien, por cierto, arropamos desde Tenerife por la promesa que
nos hicieron en el Parlamento los dirigentes tinerfeños, de que si ganaban las
elecciones nacionales retirarían ese tan devastador e innecesario proyecto, que
aunque chillaba con todas mis fuerzas ¡NO
AL PUERTO!, la voz no me salía. Por fortuna, a mi lado estaba Beatriz,
presidenta de la Plataforma contra el puerto industrial de Granadilla, quien lo
pudo hacer ALTO Y CLARO.
Eran
momentos en los que TODOS estábamos
unidos como una piña, en los que aún las iniciativas políticas no habían abierto
brechas entre nosotros, esas brechas que tanto nos han desinflado, a pesar de
que pensábamos que iba a suceder todo lo contrario y que con ellos
conseguiríamos nuestros objetivos, abortar el crimen del puerto de Granadilla,
entre otros. Cierto que nos hemos desinflado, pero podemos retomar aquella
importante y tan operativa unión, siempre que los partidos cercanos no se
olviden de que hay que respetar al máximo a los Movimientos Sociales y apostar por su independencia, porque justo
de ellos emanan los apoyos que les van a situar y mantener en puestos de
decisión. Es contraproducente confundirlos o mezclarlos, pero mucho peor aún es
que los Partidos Políticos pretendan abanderarse como representantes de los Movimientos
Sociales, porque no los son y porque las luchas de estos son vitales para que
el Interés General se imponga, para mantener el equilibrio y para reclamar honestidad
y justicia social, apoyados en estos partidos que sí que nos interesa que estén
ahí y crezcan.
Porque otros partidos mayoritarios, como ese que
pregona lo obrero y lo social como baluartes, el PSOE, ya ven en lo que acaban, desdiciéndose de lo bueno prometido
por mantener cuotas de poder o aceptando migajas y dejando por ello al Pueblo
llano con el culo al aire. También siendo simples observadores, y por ende
colaboradores, de como otros partidos, que se mueven por lo que se mueven, al
dictado del euro, destruyen el Mundo, machacan el Medio Ambiente o cercenan la
Vida Animal y Vegetal, como si fuera basura. Y claro, cuando se es político con
poder de decisión y escondes la cabeza o miras hacia otro lado ante tal bárbara
y devastadora forma de actuar, te conviertes en cómplice, o sea, pasas a ser
uno de ellos.
Tenerife, y no Gran Canaria, ha pagado y
continúa pagando un alto precio por colaborar con dos nimios votos, de un
partido canario al que la Conservación del Mundo y de la Vida Animal le importa
un carajo, para que el PSOE pudiera
seguir aferrado al poder. La destrucción está ahí YA, a la vista de todos, y para muestra el puerto de Granadilla,
una infraestructura ruinosa que dejará muchas secuelas negativas que se
volverán contra nosotros mismos, avanza a toda prisa, seguramente para que el
daño irreversible se haga realidad más pronto que tarde y que después no haya
nada que perder, y que si la Justicia ordena una suspensión cautelar, esta se
caiga por su propio peso, al no haber ya nada que salvar y proteger. Y para
controlar la situación, ahí está el director del Observatorio Ambiental, Antonio Machado, ¡casi nada!, es como
poner al lobo a vigilar a las ovejas, ¡pobre
biodiversidad tinerfeña!
Y en todo ello está colaborando de forma decisiva
otra vez el Partido Socialista Canario, que tiene a una mujer, Guacimara Medina, que luchó con denuedo contra el criminal
Catálogo de Especies DES-protegidas,
nada menos que como Vice-consejera de Medio Ambiente
del Gobierno de Canarias, y que ahora, ante cuotas de poder, calla y por lo
tanto otorga. Una actuación similar al del portavoz socialista de la
legislatura anterior, Francisco Hernández, con su manido, por repetitivo,
discurso “si llegamos a gobernar retiramos el catálogo”. Claro, lo que
desconozco es si ya tenían pensado hacerlo después de construir el puerto de
Granadilla, para que la brutal mortandad
de vida animal que conlleva fuera gratuita, pero que sepan que las
culpabilidades están muy claras, las de todos. Toda una maquiavélica estrategia
para tocar el poder, aunque sea de forma efímera, perder las elecciones de la
forma que lo hicieron, prácticamente a propósito, y aceptar lo inaceptable, ¡una vergüenza!
Y algunos, con su no menos manido discurso
de “vota Rubalcaba el 20N”, sin
aclarar lo que el candidato piensa sobre tremenda canallada derrochadora, de la que está bien
informado y sobre la que aún no se ha pronunciado. Suena a más estrategia maquiavélica
de la misma. Y además, sin decirle tampoco al Pueblo, “alto y claro”, que si vota a Rubalcaba vota también a José Segura,
fatal para la Ciudadanía, apoya a Jaime González Cejas, poco de fiar por estar
judicialmente imputado, o a José Miguel Pérez, que ahora habla de reformar el
Catálogo de Protección Animal y ¡NO!
mueve un dedo para PARAR las obras del
puerto de Granadilla, que tanta VIDA
está matando en estos últimos días.
Para colmo de males, de lo poco que les queda por aquí para ser considerado, lees
lo que Francisca Luengo habla sobre el GAS,
esa peligrosísima energía fósil que por
simple seguridad NO debería autorizarse
implantar en pequeñas Islas volcánicas como estas, y la muy preocupante
coincidencia de esta mujer con Paulino Rivero y las artimañas que utiliza para
justificar lo injustificable. Todo un sinsentido socialista contra el que
debemos luchar, apoyando a otros partidos más cercanos para propiciar el cambio
lo más urgentemente posible.
© Presidente de la Plataforma de Defensa del Puerto de Santa Cruz