Jorge
Ancor Dorta
Llevamos más de 20 años de nacionalismo
en Canarias y en ese periodo hemos sido incapaces de articular un proyecto
nacional integrador. Las rivalidades insulares y la especulación del ladrillo
han podido más.
Poco a poco hemos ido viendo como nos
quitaban libertades comerciales. Hemos ido viendo como a través de técnicas de
dumping, prohibidas en el resto del mundo, acababan con la producción local,
incapaz de competir con los productos subvencionados de fuera. Quedándose con
nuestros mercados y explotándolos como mercados cautivos.
El ciclo de la construcción y el turismo
se acabó. Podrán venir más turistas, pero ya no serán el motor del crecimiento
que absorba la mano de obra excedentaria. Necesitamos crecimiento por encima de
la media y bajo el yugo del actual marco jurídico y regulatorio que nos oprime,
no hay sectores que hoy por hoy puedan aportar ese crecimiento.
Un
futuro incierto planea sobre nosotros con los hidrocarburos de trasfondo. Se nos
acaba el modelo económico y se nos acaba el modelo político. Es el momento de
tener altura y miras para desarrollar un verdadero proyecto nacional que nos
lleve a buen puerto en los próximos 50 años.
Lo difícil es cambiar mentalidades. El
que quiera empujar que empuje, el que no esté por la labor que se aparte o se
mande a mudar. Ya está bien de sacrificar las oportunidades de muchos por la
comodidad, el ego y el bolsillo de unos pocos. El cambio es inevitable…, la
confrontación también.
Fuente: Mencey Macro.blogspot.com