Si
tu modelo sólo ofrece emigración, el problema es tu modelo
Ancor
Jorge Dorta *
Si
tú modelo bloquea mi desarrollo y ofrece solo emigración, el problema no soy
yo, es tu modelo. Lo que hay que cambiar es el modelo.
Durante
las décadas de los 50, 60 y 70 del siglo pasado se implementaron en Latinoamérica
una serie de políticas que fracasaron estrepitosamente. Estas políticas se
denominaron “modelo ISI” que significa “industrialización por sustitución
de importaciones”. Ese modelo ISI se basa en el intervencionismo del gobierno
en base a tres pilares fundamentales. El primer pilar es una política
industrial activa a través de subsidios, subvenciones y dirección del estado
para la producción de sustitutos. Piensa en la maraña de subvenciones que hay
en Canarias o en las numerosas empresas públicas del Cabildo de Tenerife. El
segundo pilar son altos aranceles a la importación. En Canarias piensa en el
AIEM/APIM, etc., y los altos fletes de transporte que multiplican
artificialmente por 10 los precios internacionales debido al monopolio
encubierto del pool de navieras españolas. Este monopolio es uno de los
principales cuellos de botella que bloquean nuestro desarrollo.
El
tercer pilar es una política cambiaria o monetaria restrictiva, es decir, un
tipo de cambio elevado. En cierta medida la inclusión en el Euro ha actuado de
esta forma. El modelo fracasó estrepitosamente en toda Latinoamérica. La
estrechez del mercado interno impedía aprovechar economías de escala para
bajar costes de producción y resultaba en altos precios al consumo. El subsidio
a empresas propició la formación de monopolios. Muchas exportaciones seguían
siendo de bienes primarios que seguían sujetos al deterioro de los términos de
intercambio. El sector industrial no se preocupó por conquistar mercados
externos, destinaba su producción al consumo interno y de esta forma requería
de la producción exportadora para conseguir las divisas para comprar bienes de
capital; reproduciendo la relación de dependencia que el mismo modelo pretendía
evitar. El sector industrial tampoco se preocupó de innovar tecnológicamente
lo que condujo a una alta dependencia de la inversión de empresas extranjera
reproduciendo igualmente las relaciones de dependencia. Todo ello condujo
a una ineficiente asignación de recursos. Una tasa de desempleo superior a la
de otros países con el mismo nivel de desarrollo y a presiones inflacionistas
asociadas a la lucha por la distribución del ingreso en una economía de
productividad media o baja. El modelo de sustitución de importaciones fue
aplicado en la mayoría de las veces por regímenes caudillistas o nacionalistas
tanto del populismo autoritario como por las juntas militares. El modelo genera
una burguesía burocrática[1]
y un “apparatchik” que termina de matar el poco dinamismo de la economía y
propicia el clientelismo político y la corrupción. En lugar de capital humano
productivo se propicio la acumulación de capital político no productivo.
Finalmente el modelo termina colapsando. La producción doméstica pierde
competitividad, se produce déficit en balanza comercial, el producto interno
bruto desciende y los niveles de pobreza aumentan.
Este
modelo desprestigiado, obsoleto y suicida es el que el Estado ha instaurado en
Canarias a través del REF. Un sistema proteccionista que pone barreras al
librecomercio que había caracterizado los Puertos Francos y que es la base de
la segunda globalización (1970- actualidad). En un mundo globalizado nos hemos
vuelto ultra periféricos ¿no ves la contradicción? ¿Podemos seguir con el
modelo de substitución de importaciones? No, ni con petróleo ni sin petróleo.
No es que estemos al borde del abismo, es que ya estamos cayendo. El sistema se
ha colapsado y está completamente agotado. ¿Podemos pasar directamente a un
modelo librecambista? No, porque nos falta una capacidad fundamental que el
Estado hábilmente ha impedido que se desarrolle en Canarias. La capacidad de
agrupar capital. De lo que estoy hablando es del sector financiero y la
capacidad de generar y gestionar instrumentos de inversión colectiva.
Si
liberalizamos la economía sin la capacidad de agrupar el ahorro local, lo que
pasará (y lo que está pasando) es que el capital foráneo comprará a precio
de saldo. Difícilmente España te otorgará licencias de servicios financieros,
pero existe otra posibilidad y es sacarla en el exterior como ha hecho mi
empresa Mencey Capital[2].
Lo siento, pero la creación de una “petrolera canaria” no es
suficiente.
*
Director
de Mencey Capital Management
Autor
del blog Mencey Macro y del libro "Canarias con Futuro"
Fuente: menceymacro.blogspot.com
Otros
artículos de Jorge Ancor Dorta reproducidos en El Canario