Presencia canaria en Venezuela (y II)
Francisco
R. González Alonso
Las diferencias
sociales se van radicalizando y generando infinidad de problemas entre mulatos,
zambos, negros y gente de servicio, los blancos pobres, como la oligarquía
colonial calificaba a los isleños de Canarias. Al paso del tiempo y de la
discriminación que sufrían, se fue despertando el ansia de libertad,
manifestando su rebeldía contra las disposiciones de la Corona, como era la
prohibición de matrimonios entre blancos y gente de color, o impedir que los
pardos estudiaran en las escuelas públicas y ejercieran la medicina y cirugía.
Solamente una Real
Cédula de Gracias, que era concedida previo pago en metálico de cierta
cantidad, permitía a las castas inferiores equipararse social y políticamente
con los blancos. Esta forma de proceder de la élite dirigente iba generando
odios que impulsaba una peculiar situación social contra las clases altas, que
ocupaban los mandos militares y el poder político.
Del seno de esta lucha
social surgen los descendientes de canarios criollos, los llamados blancos de
orilla o blancos pobres, como lo registra la ilustre profesora de la
Universidad Central de Venezuela Dra. María del Pilar Rodríguez Mesa, que,
razonadamente, desvela la gran influencia que tuvieron los canarios en la
formación de grupos sociales en Venezuela, para así entender que dicha
influencia, en su devenir histórico, fue en sí la que formó la clase
intelectual de la colonia, la cual dio base al movimiento emancipador.
Entre los
descendientes de la emigración canaria es digno mencionar al Pbro. Dr.
Francisco Martínez de Porras, hijo de un capitán tinerfeño, y quien fuera el
primer rector de la Real y Pontificia Universidad de Caracas, creada en 1721;
al Pbro. Pedro Miguel Martínez, que en 1763 obtuvo la licenciatura en Cánones
en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, donde ejerció la docencia en
Sagrados Cánones, Filosofía y Latinidad. Don Baltasar de los Reyes Marrero, en
1778, obtiene la cátedra de Filosofía en la Real y Pontificia Universidad de
Caracas; fue fundador de la moderna filosofía, y promueve la enseñanza de la
física moderna, por lo que fue enjuiciado. El doctor José María Vargas, rector
de la Universidad de Caracas y presidente de la República. Don Nicolás Díaz,
rector de la Universidad de Caracas después del Dr. José María Vargas, canónigo
magistral de la catedral y catedrático de Filosofía, Teología, Cánones y Leyes.
También cito como
descendientes de canarios a los patricios y próceres de la independencia de
Venezuela, como don Andrés Bello, don Francisco de Miranda, don José Miguel
Sanz, don Fermín Toro, el general Soublette, José
Tadeo Monagas y José Gregorio Monagas, ambos fueron presidentes de la República
de Venezuela. Y remontándonos a otras fechas cito a don Antonio José Álvarez,
primer marqués de Regalía, que fue gobernador y teniente de capitán general
interino de la provincia de Caracas en 1721, y catedrático de derecho en la
Real y Pontificia Universidad de Caracas; Juan Perdomo Bethencourt, teniente
justicia de La Victoria en 1766; Pbro. José Carballo Wangüemert,
cancelario de la Real y Pontificia Universidad de Caracas y doctor en Cánones;
José Luis Cabrera, médico y político, promotor y firmante del Acta de la
Independencia de Venezuela; Antonio Gómez de Silva, doctor en medicina,
graduado en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, autor de un tratado
sobre las epidemias de calenturas en los Valles de Aragua, defensor de la
tolerancia religiosa a través de sus escritos publicados en "La Isleñada"; Fernando Key
Muñoz, promotor del comercio y de la agricultura que llega a ser ministro de
Hacienda a raíz de los acontecimientos del 19 de abril de 1810.
Del siglo pasado debo
mencionar al abogado, diplomático y político Dr. Edgar Sanabria, miembro de la
Junta de Gobierno provisional que tomó el poder tras el derrocamiento de Marcos
Pérez Jiménez; a don Rómulo Betancourt, presidente de la República, el bien
llamado padre de la democracia en Venezuela, y al ilustre Dr. Rafael Caldera
Rodríguez, que ocupó la Presidencia de Venezuela por dos veces.
Seguiría nombrando
infinidad de personalidades, descendientes de la emigración canaria a
Venezuela. Me resta citar los apellidos de origen canario presentes en la
colectividad venezolana, para entender la gran influencia de los canarios como
factor genético predominante en su población; a saber: Abreu, Acosta, Álamo,
Alonso, Ascanio, Ayala, Báez, Barrera, Bencomo,
Benítez, Betancourt, Bethencourt, Blanco, Bonilla, Brito, Cabrera, Camacho,
Cárdenas, Castro, Chávez, Correa, Delgado, Díaz, Doramas,
Dorestes, Dorta, Duarte, Eduardos,
Estévez, Fonseca, González, Guanches, Hernández, Humpiérrez,
León, Lizcano, Lugo, Machado, Marrero, Martín,
Massieu, Mejías, Meléndez, Melián, Millares, Morales,
Montesdeoca, Oramas, Orestes,
Orta, Padilla, Padrón, Peñate, Perdomo, Pereira,
Pérez, Pino, Poleo, Ponte, Ravelo, Rodríguez, Ruiz,
Salazar, Santana, Sosa, Tacoronte, Vargas, Viera, Yanes,
etc.
Como podrán apreciar,
la presencia de Canarias fue determinante en la formación del conglomerado
social en nuestra querida Venezuela. Por lo tanto, desde el punto de vista
genético y afinidad social, me tomo la libertad de expresar en nombre de la
comunidad canaria residente en nuestro país hermano de Venezuela que la
simpatía y el amor que nos une son indisolubles e imperecederos.
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