PPetróleo
Antonio Morales *
La semana pasada escribí un artículo en
el que denunciaba la celeridad de los partidos mayoritarios por implantar el
gas en Canarias frente a la desidia y las obstaculizaciones que padecen las energías
renovables. Ahora me veo obligado a insistir en lo mismo. En esta ocasión
es el PP el que anda desaforado porque Repsol se líe a perforar en nuestros
mares, frente al silencio cómplice del PSOE, que nunca le ha hecho ascos al
tema, y al eterno mercantilismo de CC (si es pagando sí, si es gratis no: los
daños a la biodiversidad o al turismo son secundarios). Se trata de pelear por
lo de los míos (el gas, el petróleo…) y que los perroflautas
de las renovables se busquen la vida.
La historia viene de lejos, en concreto
desde 1991, año en que Repsol se vio favorecido por las primeras autorizaciones
de sondeos por parte del PP. En la anterior legislatura José Miguel Pérez
no se recató en alguna ocasión al pronunciarse sobre la necesidad de buscar
petróleo por aquí “por razones económicas y de seguridad” (por cierto, en estos
días esta aseveración ha sido contradicha por el jefe del Mando de Canarias al
afirmar que el hallazgo de petróleo aumentaría la tensión con Marruecos).
Frente a la oposición frontal de los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura,
Miguel Sebastián, en Julio de 2010, reabría el debate mostrándose favorable a
unas actividades de exploración “siempre que se respeten las
máximas garantías medioambientales y de seguridad”, que era lo mismito que
había garantizado BP en el Golfo de México hasta que sucedió el gran derrame.
Para ser sincero, tengo que reconocer
que en esta ocasión ni el PP ni el señor Soria nos han mentido con
respecto a las prospecciones petrolíferas en aguas canarias. Ya en
septiembre de 2010 publiqué un texto (El delegado de Repsol en Canarias)
en el que me hacía eco de unos “contactos informales” del ahora ministro de
Energía con la petrolera española para pedirle que actuara en aguas del
archipiélago porque eso ¡“diversificaría nuestra economía”!; en plena campaña
electoral, Rajoy nos hizo saber que “las prospecciones petrolíferas en
las Islas serían extraordinariamente positivas para su economía” y, nada más
tomar posesión como ministro, el líder de los populares canarios nos hizo saber
que estudiaría la viabilidad de las extracciones de Repsol siempre atendiendo
la demanda de consenso del Gobierno canario. Pero hace apenas unos
días una filtración de Ignacio González -que anda desgañitado pidiendo
petróleo, oxígeno o lo que sea- confirmó que ya el Ministerio ha encargado un
estudio de viabilidad para reactivar las prospecciones. Y en medio, las
mentiras de siempre para justificarlo todo: diversifica la economía, crea
empleo, da trabajo a nuestra industria, mejora la economía canaria, para que lo
haga Marruecos lo hacemos nosotros (sin decir que algunas cuadrículas están a
Pero claro, mientras todo esto copa por
aquí la actualidad informativa, nuestros medios de comunicación apenas se
hicieron eco de que a finales del año pasado Shell causaba el peor vertido de
crudo de la década en Nigeria donde un derrame de 40.000 barriles
contaminó con una gran mancha de fuel más de
Según los últimos estudios científicos,
cada año se vierten al mar tres millones de toneladas métricas de petróleo y
Pero el gas y el petróleo se acaban. Los
poderosos lobbys del sector son conscientes de ello y por eso arrasan por sota
y malilla. Les da lo mismo todo, y lo demuestra el que no hayan dudado en
iniciar el esquilme del Ártico, como antes hicieron con los espacios de mayor
biodiversidad de África o Latinoamérica. Lo del Polo Norte es ahora más fácil
porque el calentamiento global, provocado por el uso desaforado de los
combustibles fósiles precisamente, ha propiciado el deshielo de Groenlandia.
Los conflictos del sudeste asiático no tienen otro origen que el de la lucha
por el petróleo y el gas, y detrás del intento de exprimir lo poco que va
quedando aparece un mundo de mucho dinero (blanco y negro), mafias organizadas,
tráfico de armas…
No nos debe extrañar, por tanto, que la
UE ante un primer intento de frenar las extracciones de crudo en aguas del
continente diera marcha atrás apresuradamente. No nos debe extrañar, por tanto,
que les importe un comino lo que pueda pasar con nuestras aguas, nuestro medio
natural y el turismo que nos sostiene económicamente y anden intentando
imponernos unas prospecciones a las puertas de nuestras casas. Vázquez-Figueroa
en su última novela (El mar en llamas) habla también de todo esto y en unas
declaraciones recientes afirmaba: “Bajo el Golfo se esconde el futuro en forma
de un océano de crudo que fascina a las petroleras, que se las ingeniarán a la
hora de corromper a los políticos y de utilizar mil triquiñuelas para que no se
les impida apoderarse de él”. Tomen nota.
*Antonio Morales es alcalde de Agüimes.