[…En
su día Guillermo
Ascanio lo dejó claro
diciendo que “toda
política de cambio o revolucionaria en el archipiélago habrá de cimentarse en
que los problemas de nuestras islas, somos nosotros mismos quienes tenemos que
resolverlos”….]
Hace no mucho tiempo retomé la lectura del Retrato
del colonizado precedido por el retrato del colonizador, en una
relectura para ir recogiendo cada vez más detalles que anteriormente se me
pasaron por alto. Se trata, posiblemente, de la mejor obra a día de hoy sobre
el estudio social del colonialismo tanto en el colonizador como el colonizado,
hecha como algunos sabemos por el escritor tunecino Albert
Memmi, que relató sus vivencias en su Túnez natal durante la etapa
colonial francesa en su país, y que sin darse cuenta escribió un relato con el
que diferentes pueblos del mundo aplastados por otros, que de una forma u otra,
se vieron reflejados en esa realidad que trató.
El
caso es que en ese mismo retrato muchos
canarios que lo hemos leído nos vemos reflejados como el pueblo colonizado
tunecino, en cuanto a las estructuras mentales de desarraigo a lo que
tenemos y hemos creado, la amnesia cultural, los valores-refugio, la escuela
“castrante” del colonizado, etc. Reforzando
luego esa realidad con reconocernos ante el espejo como pueblo que somos en
todos los sentidos ya
sea conociendo de antemano de nuestra historia, nuestros rasgos culturales,
sociales, el manejo de la política en canarias, la economía canaria histórica,
los falsos derechos equitativos en la práctica, las fórmulas legales que
favorecen la extracción de recursos producidos en Canarias a escaso costo…
Para dar forma, finalmente, a nuestra identidad y nuestras reivindicaciones
propias autocentradas en nuestro archipiélago.
Viendo
todo esto, a día de hoy me desangra por dentro ver a los pocos que se atreven a
pensar en nuestras islas o que son medianamente críticos. Continúan teniendo
la vista desviada hacia lo que es la centralidad, hacia España, y desviada casi
por completo de Canarias. Me acuerdo de lo que comentó Domingo Hernández
Peña, que nos creemos siempre chinijos e indefensos, buscamos continuamente
desarraigarnos y perder todo apego con nuestra tierrita que nos sostiene sobre
el Atlántico, esa misma tierra que nos impresiona en su relieve, sus olores,
sus frutos, cuando tenemos oportunidad de probarlos antes de que venga un buque
con alimentos importados desde Europa, nuestra gente, nuestro mar, nuestros
bosques, nuestro sol, nuestras fiestas, el pelete de las cumbres… En
definitiva buscamos vilmente matar con nuestra indiferencia a nuestra madre común
de todos los canarios, nuestro archipiélago. Como decía Memmi esa visión
de empequeñecimiento del colonizado no es natural, es provocada por
una relación colonial que para legitimar la injusta condición se engrandece al
colonizador y empequeñece al colonizado, para que incluso este último clame
por querer ser parte de la metrópoli, algo que no tiene físicamente al alcance
ni siquiera en su cultura y nos creemos que el otro territorio es muy grande,
pero realmente no lo es y está mucho más allá del horizonte. Nos vemos
siempre en un bucle de buscar la aceptación del amo y en dilucidar quién pone
las perras ahora, en definitiva nos vemos navegando sin rumbo en un cuadrado
imaginario que flota sin destino propio en el inmenso Atlántico.
Bueno
y lo que acontece al título; pues yo les puedo decir con sinceridad que admiro
que Podemos haya surgido, les diré el por qué. A día de hoy sabemos que los cánceres
de este planeta se traducen en la dominación económica de mercado e
imperialismo estadounidense, ampliado mediante las relaciones con la UE, con la
OTAN en lo militar para atentar a cualquier pueblo que no quiera regalar sus
recursos y el posible TTIP. El eje del mal mundial se concentra en los
epicentros del imperio yankee-europeo, sin duda todo movimiento social y político
reformista en cualquier lugar del mundo, y especialmente en el eje del mal, que
cuestione el sistema económico imperante individualista y luche por uno más
social es positivo. Ahora bien, Memmi dejó clarísimo en su retrato del
colonizado la cuestión del colonizador
de izquierda, que en definitiva cuando funda un partido político más
tarde o más temprano deja de atraer a los colonizados por dos razones, porque
su grupo no se ha originado en el seno de los colonizados ni es llevado hacia
ellos, como deben ser los partidos de profunda expresión social. Comentaba más
cosas como que su reivindicación anticolonial es muy aérea y poco concreta en
bastantes ocasiones, no se quieren reconocer como los otros partidos
colonizadores, pero les es imposible coincidir plenamente con las necesidades
reales de los colonizados y dudan a veces conceder apoyo a algunas de sus
reivindicaciones, no reconoce a veces bien en qué lugar están, viéndose en
una realidad que no esperaban…
Fue
leer todos estos enunciados y pensar en lo que leí hace no más allá, una gran
simplonada como que nuestra bandera tricolor canaria es la “segunda
madre”, el caso Rosell y su elección poco clara, denuncian el TTIP y
promueven defender el destructor REF, critican el uso de la RIC para
empresariado canario, critican escasos contenidos canarios, antiguos militantes
critican el centralismo de Podemos Canarias, critican la ley del suelo, son muy
planos en un discurso de cambio social casi exclusivamente, el decir una cosa y
luego otra en la matanza de cabras guanilas en Guguy… en resumen Podemos
Canarias está desorientado, como dijo Memmi en su día sobre los
partidos de los colonizadores de izquierda, cosas las hacen bien y otras tantas
no. Recuerden que esta formación política surgió en España y está adaptado
a las características propias de España, no a las de Canarias, no surgió en
el seno de la sociedad canaria para solucionar nuestros problemas históricos y
ni es orientada hacia nuestro sentir que llevamos dentro.
En
su día Guillermo
Ascanio lo dejó claro
diciendo que “toda
política de cambio o revolucionaria en el archipiélago habrá de cimentarse en
que los problemas de nuestras islas, somos nosotros mismos quienes tenemos que
resolverlos”. Desgraciadamente como ya comenté en mi anterior artículo,
se dieron distintos casos en nuestro pasado más reciente de errores que han
propiciado la no creación de una confluencia seria de izquierda canaria
transformadora y que llegue a nuestro pueblo. Esperamos que hoy con las
distintas fuerzas que están surgiendo en lo local e insular se cree algo pronto
serio que haya aprendido de los errores del pasado y tengamos
de una vez futuro para nuestras islas, porque estemos concienciados o no, el
futuro de Canarias está en nuestras manos.
*
Nacido
en Arguineguín, al sur de Gran Canaria, pero por cuestiones de estudios y
trabajo de su familia, lleva afincado más de una década en San Lorenzo,
capital de aquel municipio que fue enterrado en el olvido de la historia de
Canarias. Actualmente anda metido estudiando en todo lo relativo a la
agricultura y el medioambiente canario que le apasiona. Cada día anda más
centrado en conocer la rica cultura popular canaria, su historia y el entramado
político por el que este país no sale nunca del hoyo de la miseria.