Los
plátanos: de Lanzarote a Bilbao
«» Wladimiro Rodríguez Brito *
Canteros de plataneras en Lanzarote
[…Nuestro
individualismo local continúa con sus pequeñas y absurdas luchas fratricidas.
Competimos entre nosotros con hasta seis categorías y con más de 30 marcas.
Las estrategias de identificación de marca y ahorro de costes siguen en el
congelador. Unificar marca bajo la IGP, una caja única, ahorros en los fletes y
otras optimizaciones son imprescindibles para mantenemos a flote…]
Tuvimos en una Sociedad profundamente individualista, en la que priman
los intereses particulares a corto plazo sobre el bien común a largo plazo.
Sufrimos endémicos problemas de carácter local, en un mundo cada vez más
dominado culturalmente por la globalización que aplasta y domina cualquier
divergencia. Un claro ejemplo son las grandes presiones que ejercen las
multinacionales ante la Unión Europea (UE) con el fin de aumentar, entre otras
cosas, las importaciones agrarias dentro del supuesto Tratado de Libre Comercio
con EE UD.
Ante ello nos dicen
en Asprocan que el sector está unido. ¿Hablan de Canarias o de la Península?
La semana pasada, mientras que en Las Galletas los plátanos se vendían en el
supermercado a 2,25 euros/kilo, en Bilbao estaban a 1;99. En Mazo, se enterraban
en el vertedero. Esta semana, sin embargo, el mercado ha cambiado radicalmente.
Los precios están a niveles muy similares en distintos puntos geográficos: en
Lanzarote, Las Galletas o La Laguna, a 1,69 euros, y en Bilbao, a 1,89. Nuestro
individualismo local continúa con sus pequeñas y absurdas luchas fratricidas.
Competimos entre nosotros con hasta seis categorías y con más de 30 marcas.
Las estrategias de identificación de marca y ahorro de costes siguen en el
congelador. Unificar marca bajo la IGP, una caja única, ahorros en los fletes y
otras optimizaciones son imprescindibles para mantenemos a flote.
La unidad de la que
habla Asprocan solo es algo de cara a la galería. No se puede limitar a
realizar publicidad por seis millones de euros anuales. Necesitamos unificar
nuestra marca, concentrando las empresas de las Islas para eliminar gastos inútiles,
ser más austeros y eficientes. Asprocan ha de tener competencia en la calidad y
en la distribución. Dejemos de competir entre nosotros cuando fuera tenemos
multinacionales con una estructura totalmente centralizada y una estrategia
clara para reducir aún más los aranceles de entrada a Europa.
Nuestros
agricultores viven en una situación social y ambiental que no se parece en nada
a la del resto de productores de "bananas". Nuestros plátanos cumplen
con la normativa europea en todos los niveles, sanitarios y laborales. No
volvamos a repetir la historia de los tomateros, que no se arruinaron solo
gracias a Marruecos y a sus salarios de hambre. Exportábamos tomates con 77
empresas, peleando por el mercado local y el exterior, sin acuerdos en el
empaquetado o en el flete en barcos ajenos.
En lo que llevamos
de 2016, no se han cubierto los costes de producción en la mayor parte de las
explotaciones. Con un ingreso por venta de 0,30 euros por kilogramo, cada:
semana son más las familias que se quedan por el camino. Los plátanos tienen
los días contados si no tenemos unidad real. Tenemos que cuidar la relación
con nuestros consumidores, garantizando calidad y frescura, y con unos precios
regulares todo el año. Hagamos las cosas bien, hagamos las cosas juntos, aquí
y en la Península. Así podremos mantener un sector clave en Canarias.
* DOCTOR EN GEOGRAFÍA POR LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA
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