Los
plataneros de La Palma, víctimas de su desunión
René
Acosta *
La
cooperativa CUPALMA brindó una comida a sus trabajadores[1], en las canchas anexas del instituto Don Eusebio Barreto, en los
LLanos de Aridane, coincidiendo con la plena jornada de platanera en la zona
alta, y se da la casualidad que de precio están a renta cero. Es decir, el
agricultor se mata a trabajar, llevas la fruta al almacén, la presentas, ves
como la clasifican, la meten en la cámara del camión y no la ves más, sin
beneficio económico alguno, porque es a renta cero. Pero en Barcelona está el
plátano en los mercados a 2.50 euros kilo, Madrid 2.50 euros kilo, en
Bilbao 2.75
kilo, y para los cosecheros de La Palma 0,0 euros. Pagas abonos, mano de
obra, estacones, agua…, es decir, tu trabajas, cuidas todo un año una planta
para que te de el fruto, corres el riesgo de los fitosanitarios
con las enfermedades agresivas que a
veces tocan, pagas las cuotas de los pozos de agua, pagas los canon
correspondientes de poner el agua en la balsa, más para usar el ramal
de riego pagas 4 euros por celemín; por ejemplo, si tienes 10 celemines pagas
por el ramal mensual, riegues o no riegues, tengas agua o no, más la renta del
agua. A todo esto hacemos cuentas y resulta que todos cobran hasta el último céntimo
de euro más los recargos, si los hubiera, pero el agricultor renta cero.
La
cooperativa les hace una comida y todo el mundo contento. Luego por la tarde un
partido de fútbol entre Real Madrid y Barcelona, todo el mundo a ver el
partido. Total, hoy barriga llenita, y a tu familia ¿qué le das y en
Navidad? Te dan la subvención, todo el mundo contento. Es decir, trabajas,
derramas tu sudor, no cobras por tu trabajo y te conformas con unos donativos
que te da la Unión Europea.
Mira un
buen negocio: mañana me hago con un almacén de empaquetado de plátanos, me
los llevas, los preparo, los embarco y luego te digo renta cero, y te vas para
tu casa con las manos vacías, y tu familia a comer a la beneficencia, que después
viene la subvención y te jartas.
Miren
señores agricultores, si fueran ustedes unidos ya tendrían sus propios barcos,
irían cargados de plátanos ‘para arriba’, y vendrían cargados de mercancías
‘para abajo’, tendrían sus almacenes propios y serian ustedes sus propios
jefes; no tendrían que estar pagando representantes que le salen más caros que
el presidente de la nación que nos coloniza, y ustedes mismos pondrían los
precios. Pero, desgraciadamente, están más separados y paliados entre ustedes
mismos que las estrellas del universo. Mientras estén separados más se
engordan, más contentos están porque enchufan a sus amigos, hacen más
cooperativas y más te joden, más tienes que pagar, y si hacen ustedes alguna
cooperativa para protestar les pasaría lo siguiente, que entras en un río
lleno de cocodrilos y, o limpias el río de cocodrilos para que puedas entrar
tranquilo, o te vuelves cocodrilo como ellos, pero si fueran unidos ellos llorarían
de miedo, porque la unión les preocupa, aunque
te
digan lo contrario, porque cuando más separados están ustedes, más
tajada segura para ellos.
Yo
también fui platanero, y fui uno de los primeros que los arranqué desde que le
vi las orejas al lobo…
[1]Almuerzo
de Navidad CUPALMA
* Reportero de elcanario.net