La planta de asfalto del Callejón La Gata,
sometida a pruebas
Por
René Acosta
En
la zona de Tajuya, en el Callejón La Gata, la controvertida planta de asfalto
se puso en prueba, aunque los vecinos aseguran que desde el viernes anterior
estaba ya en marcha.
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Entrevistamos
a Don Juan, ingeniero industrial, el cual fue llamado por el ayuntamiento de los
Llanos de Aridane para efectuar las pruebas de la puesta en marcha de la planta
de asfalto, y nos explica que recogerá los gases que salen por la chimenea
y que, en una o dos semanas, tendrá las pruebas y, supuestamente, las harán
publicas, -o más bien se las callarán, pensamos nosotros, como hicieron con
las pruebas anteriores.
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Las
pruebas fueron realizadas durante todo el día.
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Hice
un recorrido por los vecinos/as, y la primera persona con la que me encontré
fue con doña Julia, que se encontraba muy disgustada por lo que estaba pasando
con la dichosa planta de asfalto. En aquel momento que hablaba con ella, nos
llegaban los olores a asfalto y gasoil. Doña Julia estaba muy preocupada porque
padece de faringitis y esto la ponía peor, más aún tratándose de una persona
mayor. Mientras hablaba con ella, fueron apareciendo varios coches de patrulla
de la guardia civil, como si de un desfile militar fuese.
Seguidamente
me trasladé a casa de doña Antonia, que vive en una de las casas más cercanas
de la planta, por la parte de arriba de la carretera. Cuando llegué me la
encontré sentada en su muro, casi llorando, comentando que donde vivía desde
siempre, ahora le será ya imposible. También allí se notaba el mismo olor de
asfalto y gasoil, pero más, porque la casa está muy cerca a la planta. En ese
momento llegaba doña Vicenta, vecina cuya vivienda también esta situada
bastante cerca de la planta. Doña Vicenta comentaba muy disgustada, que habían
sido engañados, vendidos y traicionados por los políticos, a quienes 'con
tanta confianza les votamos', y ahora resulta que nos traicionaron. A lo cual
les comenté a las dos señoras: fíjense los partidos que están gobernando y
los que hicieron esto, y no les voten más, y que todos los vecinos hagan lo
mismo y ya verán que no les manipulan más en adelante. También les recordaba
cuando un día preguntaron ¿por qué ponen esa malla negra alrededor de la
planta de asfalto? y como les respondieron que si no estaban a gusto que les
compren otra vivienda en otro lugar.
¿Qué
pasaría si todos los ciudadanos/as dejáramos de pagar los impuestos como
medida de protesta? Seguramente los políticos se lo pensaban más…, y otra
pregunta que me hago, en realidad, y viendo lo que se está viendo, ¿quién
gobierna, los políticos electos o las empresas?; ¿los políticos son
intermediarios entre los ciudadanos/as y las empresas?, porque otra cosa no
parece. ¡Pues vaya intermediarios más caros tenemos!, Y a todas estas, la
policía local ¿qué hacía dentro de la planta?, ¿quizás hacerle la prueba
de alcoholemia al gruista? porque hoy si que habían policías, pero en otros días
poco se ven. Como decía un señor mayor que estaba en la concentración: cuando
hay buenas comisiones sí se nota la guardia y custodia para asegurar que se rían
de los ciudadanos/as más a gusto y sin exponerse.
Cuando
regresé, a las tres de la tarde, la gente ya se habían marchado, solo quedaba
una patrulla de la guardia civil, y quince minutos más tarde apareció un policía
local en moto, entró a la planta de asfalto y salió pronto como alma que lleva
el diablo, y en toda la tarde ni un policía local más. Una señora mayor, que
pasaba por allí, comentó: tantos guardias esta mañana y ahora tan pocos,
seguramente estarán bebiendo café en el 'kiosco de los lamentos'. Lo que faltó
fue que trajeran al ‘médico de la cochina fea’.