Las plantaciones de pinos favorecen los incendios...

«» Juan Antonio Santamaría Alonso *

... Razones éstas por las que no deberían plantar ni  un pino más, y sin embargo van a poner 350.000 en Veneguera y llenar la isla con solo y todo de pinos hasta 2056. Las advertencias no es de un servidor -que también- : las plantaciones de pinos, favorecen los incendios (bis). Y es el hecho siguiente: que los incendios siguen siendo una gran preocupación (aunque también son un gran negocio y de ahí el interés expúreo de sus existencias). Y ya la terminología aceptada lo de incendios controlados, incendios extinguidos, incendios..., pero más, mucho más los predichos o previsibles o probables. Ahora se combaten incendios (cuales en guerra contra el fuego). Antes todo el pueblo, la masa, la plebe salía a apagarlos, ahora solo las brigadas, si bien con recursos aéreos, y mucha protección civil, y de por medio la profesión y título de ingeniero forestal de incendios, pero a pesar de tanta parafernalia, mayor es la de la proliferación de los incendios, y siempre donde haya pinos, sin más y de ninguna otras plantas o árboles, pues son ellos -los pinos- los que los hacen más que fáciles. Por supuesto que en esto de los incendios, aunque no siempre cogen al pirómano, la intencionalidad del hombre está más que asegurada, como la causa mayor, pero hay otros elementos que los facilitan, como la escasez de agua que los seca, y de ahí el combustible, que favorece llamas más intensas, y de mayor dificultad apagarlas. Y es que en esto de los incendios es poco lo que se diga de cara a la ciudadanía de cara a evitarlos, tome conciencia del peligro y daño que ocasionan colateralmente y de ahí el empeño por evitarlos o prevenirlos, pero toda publicidad es poca y siempre hay a los que les rebota. Y ya no es solo cosa de la ciudadanía sino -en nuestro caso- del cabildo deje de ponerlo fácil con la cantidad de pinocha y de pinos dispuestos a arder, como única finalidad de su existencia. Pues si en la mayoría (99 %) son provocados, hay  que combatir a los pirómanos con razonamientos para que no prendan fuego, dado el daño mayor que los mismos pinos provocan.

El Padre Báez, que sin ser ingeniero forestal, digo que el elemento principal favorecedor de los incendios es el excesivo número de pinos plantados  (y van a más, en número y tiempo). La pinocha es un elemento facilitador de los incendios, por la gran cantidad de combustible que suponen, y dada la orografía tenemos un añadido  a la dificultad de controlarlos por complejo, costoso y difícil. No se olvide: el pino exige mucha agua para su desarrollo y la desaparece, agua que faltará luego para apagar o sofocar los incendios, por la sequedad del terreno gracias a ellos mismos, cosa que facilita la propagación del fuego. No hace falta ser ingeniero para saber es necesaria una ley que regule los territorios y proteja las casas de estos combustibles que se expanden como rosquillas por todas partes y lugares. Es peligrosísimo vivir rodeados de pinos por todas partes, con lo cual nuestra propia seguridad está en entredicho, cosa que no sucedería si las plantas fueran del lugar, como las tantas veces citadas: castañeros, nogales, olivos, higueras, etc.). Y no hay que silenciar y menos ignorar, detrás de todo esto se esconde muchas veces el conflicto de la propiedad robada por el cabildo para plantar pinos, y la pretensión del legítimo dueño de recuperar lo que fue y sigue siendo -moralmente- suyo, parte de su patrimonio personal y no tanto de la institución ladrona que se lo ha robado: el cabildo.

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Fantástico el testimonio del hermano en el sacerdocio, al que solo le faltó extenderse más allá del eucalipto, al maléfico y dañino pino, pero todo se andará, porque de aquel hasta la celulosa, pero de éstos, solo fuego (nunca le pagaré suficientemente al profesor, hermano y amigo este comentario, que lo escribiría un servidor, con letras de oro):

Formidable la ayuda de D. Juan Francisco Ramírez, que por cierto tiene estupendas ideas y se expresa muy bien.

En mis lejanos tiempos por Juncalillo, la Cumbre y Tamadaba si oía decir que el árbol más poderoso y peligroso con sus potentes raíces es el EUCALIPTO. Y aunque parezca mentira capaz de horadar el cemento de los estanques y levantar el asfalto de las carreteras.

Lo que realmente no logro comprender es que se pueda emplear terreno apto para la Agricultura y los árboles frutales en plantar otra clase de árbol, sólo ornamental, como es el Pino con sus probados inconvenientes y daños. Aunque sea nuestro valiente y erguido Pino Canario. En Cumbres y riscos pues sí. Creo haber oído que prende con facilidad en cualquier raja con algo de tierra y humedad.

 

Perdón por semejante rollo.

 

Y aunque los viejitos necesitamos menos sueño sigo rezando y durmiendo un poco más; son las 3,10 a.m.

Un fuerte abrazo y buena jornada en este día, último Lunes de Agosto. 

 

* Juan Antonio Santamaría Alonso – Sacerdote.

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Para cuantos no leyeron lo de Don Juan Francisco Ramírez, el amigo y abogado, les vuelvo a copiar su misiva (que por supuesto la seguiré repitiendo durante estos días finales de Agosto y comienzos de septiembre, con el fin de difundir y mentalizar a la población de su propuesta, que debemos hacerla todos, nuestra y llevar a cabo lo que nos propone, si es que queremos salvar la isla de la hecatombe que suponen los solos pinos, y más pinos (van a seguir plantando durante cuarenta años más, y a Veneguera  ya le tocan 350.000 pinos. No lo debemos permitir, y si para ello hay que pasar por aquí (lo que nos apunta el abogado y amigo Don Juan Francisco), pasemos:

Apreciado y estimado Padre Báez. Ante todo reciba mis mejores deseos; dicho lo anterior, va siendo hora de dejar de expresar lamentos, pues de nada o poco les vale a los que no sienten el dolor ajeno; si de veras queremos a nuestras islas Canarias, hay que actuar, "pacíficamente", para tratar de frenar tanto desatino, por parte de los que se suponen deberían estar al servicio de este pueblo (políticos, empresarios, intelectuales, sindicatos, etc.); no cabe por menos, que dejar las lamentaciones a  un lado, y ponernos en marcha constituyendo una asociación cívico política (nunca me ha gustado el término de "partido", pues suena a "roto"), que sirva de contrapeso en la báscula del poder, para lograr que la gente, es decir, los canarios podamos tener "voz propia"; para ello, le propongo convoque una reunión para plantear la cuestión; opino que dicha asociación, no debe tener ningún otro color o ideología, más que la prioridad por salvaguardar los intereses de Canarias, en el bien de todos los seres que habitamos estas islas (lo cual no es poco).

 

No olvidemos la consigna: "SI DE VERAS QUIERES A CANARIAS, LOS MIÉRCOLES, NO COMPRES NI ABRAS TU COMERCIO", hasta tanto sean abrogadas todas y cada una de las leyes perniciosas o contrarias a los intereses canarios (Ley del Suelo, plantación de pinos, matanza de cabras, etc.).

 

¡No a la matanza indiscriminada de cabras!

¡No a la plantación de los dañinos pinos en VENEGUERA!

¡No a una Ley del Suelo favorecedora de la especulación y degradación del territorio!

 

Reciba un cordial y atento saludo. 

 

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“... no les tengas miedo...” (Jr 1, 17-19). / “... cosa que no les mandé, ni les dije, ni se me pasó por la cabeza... se han puestos tercos, y no escuchan mis palabras...” (Jr. 19, 1-5. 10-20, 6)./ “... Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado...” (segunda antífona de Laudes del día de hoy: martirio de Juan el Bautista).