EL PETRÓLEO Y LAS ENERGÍAS RENOVABLES

 

 

Félix Martín Arencibia

 

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Amigos y amigas les quiero comentar algunos datos que no son nuevos. Los analizaré, lógicamente, desde mi particular punto de vista. La palabra petróleo se repite en nuestras islas, cada vez con más de frecuencia. Es una energía fósil y contaminante de la cual dependemos casi en noventa y cinco por ciento. Ello nos lleva a deducir que solo utilizamos las energías limpias en alrededor de un cinco por ciento. Eso en unas islas como las nuestras donde nos sobra el sol, el viento, la fuerza de las mareas, etc.

 

Alguien que viniera de Suecia, Alemania e incluso de la península Ibérica se quedaría sorprendido de que no tengamos un porcentaje mucho mayor de energías renovable que además resultan más baratas. Sí, más baratas, si no pregunten a los especialistas en el tema y se los confirmarán. Nos podríamos preguntar: ¿Por qué se ha retrasado o quizás suprimido el proyecto de la central hidroeléctrica de las presas de Chira y Soria que nos hubiese proporcionado el 25% de la energía necesaria en la isla de Gran Canaria? ¿Por qué han optado nuestros gobernantes por las energías fósiles como el petróleo y el gas frente a las energías limpias como las eólicas, solar…?

 

En las respuestas, queridos amigos, se podrían encontrar algunas de las razones del poco apego que se tiene por parte de los ciudadanos por la clase política. Esta prioriza el bien privado de unos pocos sobre el bien público de la mayoría. Un ejemplo que nos puede ilustrar dicha conclusión es la concesión por parte del gobierno de España a una multinacional de la extracción de petróleo en las costas de nuestras Islas Canarias. Dicha gran empresa, como otras tantas, no tiene patria si tenemos en cuenta la procedencia de su capital y donde paga sus impuestos. No es ni española ni va a regalar el petróleo al estado español y menos a Canarias. Tampoco lo van a abaratar. Aquí solo asumimos riesgos. Así en Valencia y Baleares no van a haber extracciones, en esta la colonia de ultramar, sí. Allí puede ser peligrosa para la industria turística, aquí importa más bien poco.

 

En nuestro Archipiélago Canario se pone en peligro nuestro monocultivo turístico que es el que en buena parte no está sosteniendo. Ello a pesar de que tengamos alrededor de un 35% de paro. Para atender a los visitantes con decencia no hay que tener una carrera, aunque hay muchos canarios que la tienen y se encuentran parados o emigrados. No hace mucho tiempo uno de los gobernantes de nuestro Archipiélago explicó que nos tratan desde Madrid como si fuéramos una colonia. Es lo que somos, le podríamos decir a él junto a otros que forman parte del caciquismo económico y político dominante, pues con su forma de proceder y gobernar apuntalan dicho colonialismo. Un pueblo soberano con un gobierno democráticamente popular y participativo no tomaría decisiones en contra del bien común de la mayoría.

 

De ello podríamos estar seguros. En nuestras islas, con el estatus político actualmente existente, no se diversifica nuestra economía. Ni con la pesca, la agricultura (desaparecen con cierta rapidez nuestros cultivos de medianías, plátanos y tomates), industrias como hubo en un pasado no lejano. A ellos podríamos añadir la investigación y la innovación. El caso es que nuestra clase empresarial dominante no ha querido invertir en dicho desarrollo a pesar de la RIC (Reserva de Inversiones) que ha supuesto el ahorro de gran parte de los impuestos a pagar. El cemento es su obsesión y que supone el deterioro de nuestro medioambiente.

 

Estimados amigos y amigas, hagamos cada uno lo posible por convertirnos en un pueblo más preparado y más libre, donde resida una mayor justicia y libertad.

 

Otros artículos y poemas  publicados en El Guanche y en El Canario de Félix Martín Arencibia  

 

Petróleo Canarias