¡Peligro! La pandemia
de la peste económica amenaza a Canarias
Fernando Gracia *
Hace casi seis
siglos, el pirata Alonso Fernández de Lugo, a las órdenes de los denominados
"Reyes Católicos", Corona de un país llamado España y bañado por la terrible
Inquisición -cuyo nombre aún hoy día produce escalofríos-, llevó prisioneros
ante la Corte a un grupo de menceyes que sufrieron
todo tipo de torturas, mofas y vejaciones hasta la muerte violenta.
Junto
a esto, otro de los episodios más dolorosos de aquellos momentos fue cómo el
bello, tranquilo, sano y maravilloso Archipiélago Canario padeció su primera
pandemia con la llegada de los barcos españoles, conquistadores, que portaban
una multitudinaria soldadesca marinera recopilada en Castilla de cárceles,
prisiones, casas de recogida, hospitales y vagando y robando por los pueblos.
Estos
indeseables marineros, enloquecidos por el deseo de gozar con sadomasoquismo
con las jóvenes vírgenes guanches, plagaron la bella tierra isleña de las
enfermedades propias de la península en aquella época: el cólera, la
tuberculosis y la lepra.
Este
Archipiélago ha sufrido, durante casi seis siglos, varias pandemias de peste, y
tristemente todas traídas desde España.
Recordemos
la peste de las landres 1582 - 83 descrita por Viera y Clavijo en sus
"Noticias de la Historia General de las Islas Canarias", y hace
referencia a la que afligió a la ciudad de La Laguna. Según este historiador,
la infección se comunicó al aire por medio de unos tapices que trajo de Granada
el capitán Lázaro Mendoza, que aquel año fue recibido por el gobernador de la
isla, desdoblados por primera vez el día del Corpus, para colgar en sus
ventanas. La epidemia duró casi dos años, produciéndose cientos de defunciones
y ante la imposibilidad de enterrar los muertos en las iglesias -según la
tradición-, se utilizaron zanjas preparadas en el llano de Los Molinos.
Otra
de las pestes comenzó años después por el entonces puerto de Garachico, con motivo de la arribada de dos navíos
españoles infectados. Se propagó a Los Realejos, llegando a Santa Cruz y
extendiéndose a las islas Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.
En
1810, y también por causa de tres embarcaciones españolas, se declara en Santa
Cruz, una gran epidemia de fiebre amarilla. D. José Desiré
Dugour, en su obra "Apuntes para la historia de
Santa Cruz", hace referencia a otras pandemias pestosas traídas desde
España.
Durante
1906 arribaron al puerto de Santa Cruz varios barcos muy sucios, uno con
procedencia de Barcelona. De inmediato se notó en los muelles gran mortalidad
de ratas y el inicio de casos de peste en personas en la zona denominada Los
Melones, cerca de Ventoso, que confirmaron anteriores sospechas y crearon el
pánico en la población, agravado por el recuerdo de tantas anteriores epidemias
altamente mortíferas.
Durante
los años 1928, 1929, 1931, 1932 y 1945, fallecen en Santa Cruz varias personas
por arribar barcos españoles contaminados con enfermedades incurables.
¡Peligro¡
En estos momentos Canarias se encuentra ya tocada por causa de la pandemia de
"peste económica" que le llega de España. Hoy, a 20 de enero de 2013,
la metrópoli ha sufrido en estos días más de dos centenares de huelgas,
protestas masivas y manifestaciones: sanidad, transporte, educación, funcionariado, parados, jubilados, sufridores de la banca,
desahuciados y otros muchos sectores se están colando en nuestras siete islas y
con ello erosionando nuestra sufrida economía empresarial y hasta la dignidad
del pueblo canario.
¿Quién
está obligado en nuestras islas a cerrar la puerta a tamaño peligro?
*
Publicado en periódico El Día, 20/01/2013