Periodismo “On the road”
Agapito
de Cruz Franco
En plena época de transición del periodismo de celulosa o de papel al
digital, apareció hace tiempo, entre el CO2 de los tubos de escape, a caballo
de las caravanas interminables de vehículos que ruedan por la autopista del
Norte a su paso por La Orotava, y contra todo pronóstico, una modalidad más
allá del naciente digital: “Anoniman”.
Una imagen vale más que mil palabras...
Misterioso y mágico, cada cierto tiempo, las impresionantes paredes
naturales que protegen al paraje agrícola de El Rincón, sirven de formato técnico
a los sueños de Morfeo que todøs
llevamos dentro. Una imagen vale más que mil palabras, pero uno de los milagros
de “Anoniman” es haber convertido en imagen la palabra (poco menos que nos
ha reenviado a los orígenes del lenguaje pictográfico en la lejana Sumeria
hace más de once mil años). Palabra convertida en una fotografía natural de
Las frases cambian periódicamente. Lo hacen cuando –y aquí está otro
milagro de este periodismo de carretera-, tú ya has asimilado el contenido de
la anterior, y desde el anonimato, surge una nueva para seguir poniendo vida
entre el asfalto y junto a los cardones, euphorbias, plataneras, y el recuerdo
de la laurisilva que, como vegetación perdida, se apunta a la anónima
literatura como trágico testigo del devenir humano por la faz de la Tierra.
Sucede así desde los albores de este siglo impar, aunque la página web
citada establece la primera: “Venga, un último esfuerzo” en marzo de 2009.
Tras ellas se han sucedido cientos, miles, millones, porque cada cual es libre
de continuarlas con nuevos sintagmas, epítetos, sujetos, predicados y
complementos, pero sobre todo oraciones impersonales, que son la mejor manera de
fundirse con el cosmos y dejar atrás a la “persona”, esa máscara griega
que todøs llevamos fuera.
Y de esta manera se han sucedido una tras otra. Al escribir estas
palabras, y tras tanto incendio interminable que está dejando parte de las
islas reducidas a cenizas leo/lees/lee/leemos/leen/leen: “Más medios. Q no se
repita”. Para posteriormente, y llegado el comienzo del curso escolar, y al
hilo de tanto recorte en educación, aparecer: “¡Qué suerte poder
estudiar!”. Sin embargo, han existido muchas más. Aquí van algunas de ellas:
“Sigue a tu corazón”, “Despertar los sentidos”, “Díselo”,
“Siempre hay un camino”, “Ya eres quien quiere ser”, ”¿Por qué
no?”, “Cinco minutitos maaas”, ”Déjate querer”, “No eres importal,
experimenta”, “Besos por fin…”, ”…De tornillo”, ”… De
pico…”, “… Muy húmedos”, “… Muy dulces”, “… Por
sorpresa…”, “Ni un accidente + xfavor”, “¿Leche y leche?”, “Q
bien que estás ahí”, “No eztez trizte :)”, “¿Lo hacemos?”, “La
imaginación cambia el mundo”, ”Prohíben hacer la guerra”,
“Goooool!”, “Persigue tus sueños”, “Las leonas nunca se peinan”,
“Amar no es amarrar”, “Prefiero ciento volando”, “Relájate y
disfruta”, “Se atormenta una vecina”, “Gay o no tq igual hijø”, “Si
vas lanzao ten cuidao”, “El tiempo es vida, no oro”, “Tú eres la
estrella”, “No te tomes el pelo”, “Siempre hay una primera vez”, “No
te rindas nunca”, “¿Un café con …lecho?”, “Te quiero”, “Ya puedo
zolo mami”, “Si no sabes qué hacer, haz algo”, “Te espero en la
cama”, “No hay crédito a los bancos”, “Me gustan tus arrugas”, “Tóquense”,
“Piensa por ti mismo”, “Ya estoy vestida”, “Buena suerte”, “Esta
noche ataca tú”, “Aunque no estés, estás”, “No hay un manual, escribe
el tuyo” “¡Qué chorrada “el día de”! ”, “Haz caso de las señales”,
“Si no te llaman, llama tú”, “Pienso en ti y me pongo contento”,
“Pienso en ti y me pongo contenta”, “Pienso en ti y me pongo”, “A
palabras necias hoy… 2 sordos”, “Yo también quiero q me rescaten”,
“La fiesta es en el Valle”, “Mi prima sí q tiene un peligro”…
Nadie ha visto nunca quién escribe, siempre en mayúsculas, cada frase.
Nadie lo/la ha visto nunca porque ocurre siempre de
forma inesperada, durante el sueño. Y es que, aunque no lo sabes, todo sucede
en ese recóndito lugar de tu interior, en el que las palabras aparecen sobre la
naturaleza justo cuando te quitas la máscara. No lo dudes, ese periodista anónimo,
en el fondo eres tú …
Por eso, cuando vayas por la autopista del norte a su paso por La
Orotava, recuerda que te has convertido como decía aquella vieja novela de la generación
beat escrita por Jack Kerouac en
1951, en
todo un periodista “On the road”.
Lee, siente, piensa, vive. Estás en el camino…
Otros
artículos de Agapito de Cruz Franco publicados en El Guanche
y en El Canario