En una muy compleja situación para fijar población al territorio se encuentra también Garafía, que solo en el último lustro ha perdido un 14% de su poablación, una de las más envejecidas de Canarias, mientras que en Tijarafe el índice de pérdida de habitantes es algo más bajo, del 6,6%.
Para el experto en materia agraria y ex consejero de Agricultura y Paisaje en el Cabildo de Tenerife, Wladimiro Rodríguez Brito, la posición de Puntagorda con respecto al resto de municipios de la zona, en términos demográficos, tiene que ver con la puesta en valor del campo y sus recursos con la creación de una oferta turística vinculada al mundo rural y su desarrollo del Mercadillo del Agricultor, uno de los puntos neuralgicos de la actividad social y económica de la localidad durante los fines de semana y referente en la comarca norte.
“La Palma representa solo el 3% de la población de toda Canarias, un asunto que nos debe hacer reflexionar muy seriamente y que hay que contrarrestar con la puesta en valor del campo”, explica Rodríguez Brito. Lo cierto es que Puntagorda ha apostado en los últimos años por el turismo como una actividad compatible con el resto de la actividad agrícola, ganadera y el sector servicios.
Su Red Local de Senderos, de más 70 kilómetros, la aplicación turística para móviles, la guía de senderos y la apertura de la Oficina de Información Turística, son proyectos desarrollados en los últimos tiempos con el fin de dinamizar el sector, a la que se suman ahora, junto con los miradores colgantes, el Mercadillo del Agricultor, la red de miradores y el atractivo paisajístico que tiene el municipio, la puesta en marcha del albergue municipal y el impulso al turismo rural.