¿Por
qué nuestros políticos no exigen la independencia?
Padre Báez *
Entonces, saldríamos de la pobreza y
crisis, y tendríamos una economía fuerte y rica. Estamos perdiendo nuestra tierra
e identidad; nos gobiernan en lugar de gobernarnos. Cada vez somos y tenemos menos.
Espakistania,
nos lleva a la horca. Las islas están en manos de variados y múltiples
para-ejércitos. No tenemos futuro alguno. Y las islas soportan una demografía
exageradísima y como ningún lugar en el mundo (nos aplastan).
Esto es
imposible sostenerse así. Nos llenan todo de pinos y retamas y las tabaibas se
adueñan del territorio esterilizándolo todo. Se nos ha quitado la tradición y
el uso del suelo como siempre, dado ahora a nada.
Nos están
quitando la tierra (cabildo y extranjeros). Crece el paro y consecuentemente el
hambre. Siendo islas, no tenemos aguas (son de Repsol-España y de Marruecos).
Estamos sin
industria alguna. Y las islas son ricas en materias varias. Europa nos arruina.
Pagamos a espakistania. Nos gobiernan desde fuera
(recuérdese cuando nos mandaron arrancar almendreros, castañeros, nogales...).
Sin olvidar que estamos estratégicamente situados entre tres continentes y esto
nos haría ser unos privilegiados, con lo que ello representa.
No hagamos que
tanta lucha de Don Antonio Cubillo quede en saco roto; no desperdiciemos su
sangre derramada por esta causa. Hoy y ahora: ¿quién o quiénes luchan por
nuestra independencia?, ¿por qué la palabra o término “independencia”, es, para
algunos desnatguralizados, un término o palabra
maldita, si ella nos llevaría a la libertad y la dignidad, a la riqueza y a la
identidad?
Pena que solo un
medio de comunicación social, El Día, -con todos los peros que quieran ponerle-
se haga eco de esta situación y anhelo.
Por supuesto, no
podemos ignorar a los que les han metido el miedo en el cuerpo y preguntan: “¿después
de qué vamos a vivir?” Y añaden: “¿no nos invadirá Marruecos,
después?” Tampoco hay que ignorar a todos los no canarios que no les
interesa el planteamiento anterior, por sus conveniencias, y por no ser canarios
(o tabaiberos). Y están -desgraciadamente-, que solo
ven fútbol y carnavales, inducidos a ello.
Y sobran los
folklóricos, que mimetizan un ayer trasnochado, absurdo y ridículo, y solo ven
enemigo al paisano que no vista o se despeine como ellos, con un palo en las
manos. Con ninguno de éstos habría que polemizar, ni dialogar.
Los hay serios,
y estamos con ellos. Necesitamos políticos que se pasen a militar en cuanto
queda más arriba, sin miedos, ni cobardías. Ya sabemos de sobra, no podemos
contar con medios de comunicación que están comprados por espakistaníes,
ellos nada van a favorecer esta gran causa: la independencia.
Curioso
que estando de cada tres tabaiberos uno parado, espakistania nada haga sino engañarnos con un turismo que
ya no viene -nos dicen- nos va a sacar de la miseria, hambre y muerte.
Ya ningún
recurso tenemos para sobrevivir; si los puertos se cerraran y no nos trajeran
la comida de fuera, pues nada sacamos del mar, y menos de la tierra, por una
política impuesta que nos hace depender de todo-todo de fuera.
Parece que este
pueblo no conoce la definición que de él se dio en el siglo XV (1402): “...
irán al mundo entero, y no encontrarán a gente de más lindo entendimiento...”
(Le Canarien). Hecho éste demostrable en la
actualidad todavía, cuando hay ocasión.
Hace seis
siglos, nos ningunean, y este pueblo sumiso no levanta la cabeza, ni su voz
para gritar de una vez y por todas: “¡Independencia,
independencia, independencia!” Parece que el
miedo nos (les) atenaza, y preferimos (prefieren) seguir así. ¡Qué pena y rabia!
* Fernando Báez Santana, Pbtro.
Otros
artículos del Padre Báez publicados en El Canario y en El Guanche