Los patriotas canarios debemos apoyar a la Argentina
en estos momentos
Antonio
Cubillo Ferreira *
La
monarquía española se cree que Argentina sigue siendo una colonia de España,
cuando allí mandaban los realistas y sus tropas, pero esto fue hasta 1816, año
en que esta nación declaró su independencia de España, de Fernando VII y de sus
sucesores. Pero ahora, en este siglo XXI, miren por dónde, Madrid se cree que
sigue mandando en América, como en tiempos de Felipe II o los Borbones, y se
dedica a lanzar amenazas a un Gobierno que ha tenido el valor de recuperar sus
riquezas nacionales en manos de la multinacional Repsol. A los patriotas
canarios, y esperemos que a los de las repúblicas americanas excolonias de
España, les habrá alegrado muchísimo esta decisión de la presidencia argentina,
que cuenta además con el apoyo de los países del grupo ALBA.
La
condición primera de toda realización socialista y nacional de un país consiste
en liberarse de los monopolios extranjeros y de las graves secuencias del
colonialismo, rindiéndole sus riquezas mineras, el comercio exterior y
nacionalizando las empresas extranjeras y los trust
que quieren aprovecharse de las riquezas nacionales, pagando lo que en realidad
les corresponde a las acciones nacionalizadas, no lo que exijan gobiernos
extranjeros como España.
Ahora
bien, en estos últimos días, la prensa española y el Gobierno de Madrid han
estado lanzando una serie de mentiras y calumnias que no corresponden a la
realidad de lo sucedido. El triministro Soria e
incluso el de Asuntos Exteriores español han dicho que tocar a Repsol es como
tocar a España y a los españoles, como si Repsol-YPF fuera una multinacional
totalmente española, propiedad de todos los españoles.
La
realidad es que más del 50% de las acciones se encuentra en manos extranjeras;
el 42% pertenece a fondos de inversión, gestionados por bancos extranjeros,
formando parte el 9,5% a la empresa mejicana PEMEX, adonde se dirigió el
presidente Rajoy en su primer viaje a América, visitando Méjico para obtener su
apoyo y denunciar al Gobierno argentino. La participación de españoles, del
pueblo español que dicen, el 23% lo tiene la constructora SACYR y CaixaBank, el 10%, quedando muy poco para los inversores
privados.
Claro
que la Hacienda española está algo resentida, porque Repsol-YPF declara en
España solo el 26,8% de sus enormes beneficios obtenidos en todo el mundo. El
resto la multinacional lo deposita en los paraísos fiscales, como parecen
ignorar los políticos españoles.
YPF
(Yacimientos Petrolíferos Fiscales), empresa argentina, fue creada en 1922 por
el Estado argentino para buscar petróleo en su territorio; setenta años después
fue privatizada por el gobierno peronista neoliberalista de Carlos Ménem, entre otras causas por la presión internacional del
FMI y el consentimiento de este último.
La
compra de la empresa YPF por parte de Repsol viene de antiguo y fue uno de los
negocios más escandalosos de este país. Detrás de todo este turbio asunto están
el Sr. Antonio Brufau, actual director de Repsol, y sus
socios en España, con las presiones del gobierno socialista de Rodríguez
Zapatero, el de los cinco millones de parados. La primera venta o transacción
fue la compra de YPF por el Grupo Petersen, con el
aval del multimillonario argentino Sr. Eskenazi y del
hombre más rico del mundo, el multimillonario mejicano Carlos Slim, y ciertas
empresas y bancos suizos, como Credit Suisse.
Con
motivo de esta operación, surgieron preguntas sin contestar que ahora han
vuelto a surgir en la prensa argentina, que se pregunta por qué Repsol le
vendió parte de YPF a la empresa pública Petersen,
grupo sin experiencia en el negocio petrolero. El Grupo Petersen,
con sede en Madrid, no desembolsó ni un solo peso en efectivo; además, se tasó
Repsol al mismo precio que tenía cuando la compraron los españoles, en 1999.
También ahora se sabe que Repsol le prestó al comprador Petersen
casi la mitad del dinero que este debía desembolsar para adquirir le compañía
YPF. Repsol les concedió a los banqueros argentinos Eskenazi
bastante tiempo de gracia para empezar a pagar y con tasas de interés bajas.
Los Eskenazi y Repsol acordaron cobrar dividendos por
hasta el 90% de las utilidades en el contrato de compra. No es extraño que esta
familia de millonarios y banqueros argentinos se quedaran con el control de la
empresa, cuando en realidad solo manejan el 14,9% de las acciones, y que fueran
los hombres de paja de la multinacional española. Previamente a la compra de
YPF por Repsol, los amigos millonarios argentinos del Sr. Brufau
registraron Petersen Energia
S.A. en España con un capital de 60.000 euros y
enseguida fue capitalizada en 107 millones de dólares, por Petersen
Energia PTY LTD, con sede en Australia, por medio de
créditos.
Con
esta operación, el banquero argentino Sr. Eskenazi
llegó a ser vicepresidente del grupo YPF desde 2008, miembro directorio de Petersen Thiele & Cruz SA, Estacionamientos Buenos
Aires SA, Petersen Energia
SA, Petersen Energia Pty, Ltd Agro Franca SA. Sus
hijos y hermanos están también colocados en las mismas empresas. La operación
financiera para pasar al sector privado de YPF se hizo con la colaboración de
bancas españolas como La Caixa y el actual director
de Repsol, Sr. Antonio Brufau.
Fue
en la época en que el presidente de Bolivia, Evo Morales, había decretado el
encarcelamiento del gerente general de Repsol en dicho país. Los sindicatos
argentinos del petróleo y los ecologistas paraban a cada momento la producción
de Repsol y un 70% de la opinión pública argentina quería que YPF volviera a
convertirse en una empresa argentina y rompiese con la española Repsol y sus
métodos de explotación colonial. Pero las gestiones del Sr. Rodriguez
Zapatero, bancos y empresas españolas, siendo embajador de España Rafael
Estrella, lo impidieron.
El
Gobierno argentino acusó a YPF, controlada por Repsol, de enviar sus beneficios
fuera del país y no invertir lo suficiente para aumentar la producción. El
Ejecutivo argentino responsabiliza a la empresa de los problemas de
abastecimiento de combustible en Argentina, país productor de petróleo, la
caída en la producción y la falta de inversiones. A partir de 2010, Argentina
tuvo que importar combustible para abastecer su mercado interno. Pero es que
entre 2003 y 2010 las compras de gas y carburantes de un país productor pasaron
de 548 millones de dólares a 4.443. La tensión creció el pasado mes cuando la
compañía negó el acceso a una reunión del directorio a varios funcionarios del
Gobierno argentino que no son miembros del consejo.
La
situación de Repsol-YPF y sus manejos ha sido seguida con atención por las
empresas multinacionales con presencia en Argentina, especialmente las
españolas, que, según fuentes empresariales, observan el caso
sumamente preocupadas por la actitud de Madrid.
Las
grandes empresas españolas afincadas en Argentina, agregaron las mismas
fuentes, comparten los mismos problemas, derivados de las restricciones
impuestas en el sistema cambiario o las nuevas imposiciones para las
importaciones y exportaciones. La administración española ha subrayado
públicamente a los cuatro vientos que España es el inversor extranjero número
uno en Argentina -con una inversión que ronda los 22.000 millones de dólares- y
que el Gobierno de Rajoy "no miraría hacia otro lado ante una embestida
contra las empresas españolas". "El caso de Repsol-YPF no es el mismo
que el de Aerolíneas Argentinas", comentó una de las fuentes consultadas,
en referencia a la compañía aérea expropiada por Cristina Fernández al grupo Marsans en 2009.
El
Gobierno argentino, como un Gobierno independiente que no tiene miedo de las
amenazas de su antigua metrópoli, nos recuerda el año 1970, cuando el gobierno
de la República Argelina nacionalizó el petróleo nacional. La prensa europea y
de los EEUU, y especialmente la francesa, hablaron del petróleo rojo y pedían
la reconquista de Argelia, que acababa de liberarse el 5 de julio de 1962. El
presidente Boumedienne, en un discurso hecho el 24 de
febrero de 1971, ante los trabajadores argelinos con motivo del XV aniversario
de la UGTA, dijo: "Hemos nacionalizado empresas americanas, inglesas y
otras; hemos promulgado leyes en vista de su indemnización. No hemos enviado
enseguida ni a Washington ni a Londres a nuestros embajadores o ministros para
negociar, pues consideramos que esto es nuestro derecho. Somos soberanos y
podemos tomar cualquier decisión que derive naturalmente del ejercicio normal
de nuestra soberanía. Ha llegado el momento de tomar nuestras
responsabilidades, de elevar la revolución en el sector del petróleo y de
concretar las opciones fundamentales de nuestro país en este dominio".
En
realidad, lo que había llevado a cabo el Gobierno del coronel Boumediene era que la participación de Argelia en todas las
sociedades extranjeras pasara del 49% al 51%, es decir, había nacionalizado el
2% solamente, pero con ello la empresa estatal Sonatrach
asumía la dirección y el control efectivo de todas las multinacionales
petroleras en su país. También en la IV Conferencia en Argel, en 1973, de los
Países no Alineados, el presidente Boumediene
resaltó: "El pillaje de las riquezas nacionales por el colonialismo ha
sido un factor determinante de los retrasos acumulados en todos los dominios de
los países de África, Asia y America Latina, pero permanece como una causa
permanente de agravamiento de la situación económica y social de estos países
que quieren aumentar de año en año la diferencia que los separa de las naciones
industrializadas. La nacionalización de las materias primas se convierte, en
definitiva, en una condición fundamental del desarrollo económico".
En
conclusión, los patriotas canarios que luchamos por convertir a esta colonia en
una nación libre del colonialismo español, el partido que representamos, el
Congreso Nacional de Canarias (CNC), brazo político del Movimiento de
Liberación Africano, el MPAIAC, apoyamos la política del Gobierno argentino
actual a favor de la nacionalización de la parte correspondiente de las
acciones de Repsol-YPF, el cual fijará los precios correspondientes de esta
multinacional, que buscaba solo su interés sin tener en cuenta el país de donde
extraía sus riquezas ni su población.
El
pasado jueves[26-04-2012], el Senado argentino aprobó por amplia mayoría la
nacionalización del 51% de YPF con gran contento de la opinión pública
argentina, de todos los trabajadores argentinos de la citada compañía y,
suponemos, de los países americanos progresistas.
Además,
para más información, según el periódico digital Expansión.com, donde
reproduce, con fecha del 24 de abril pasado, un artículo de la agencia española
EFE dice: "Una juez de Argentina ha ordenado la suspensión de los derechos
sobre acciones de la petrolera YPF que la española Repsol vendió el año pasado
en la Bolsa de Nueva York, confirmaron hoy a Efe en Buenos Aires fuentes del
caso. La medida fue adoptada el pasado viernes por la magistrada Edith
Cristiano, a cargo del Juzgado del Trabajo de la sureña ciudad de Río Grande,
provincia de Tierra del Fuego, a solicitud de la Federación de Ex Agentes de
YPF, que reúne a unos 25.000 antiguos empleados de la compañía que reclaman ser
reconocidos como accionistas. Cristiano ordenó a YPF, bajo intervención
estatal, que suspenda los derechos políticos y económicos de las 45.212.888
acciones de la petrolera argentina que cotizan en la Bolsa de Valores de Nueva
York representativas del 11,5% del paquete accionarial de YPF que Repsol puso
en oferta en ese mercado en marzo de 2011. La medida es cautelar, ya que fue
adoptada hasta que se resuelva sobre la nulidad de la venta planteada por la
Federación de Ex Agentes de YPF, explicaron a Efe los abogados de ese
colectivo. La orden implica, en términos concretos, que los tenedores de dichas
acciones no podrán percibir dividendos ni votar en las asambleas de
accionistas".
"Según
los demandantes, en la venta de marzo de 2011 Repsol presuntamente violó una
orden judicial de febrero de 2011 del juez federal argentino Óscar Valentinuzzi que impedía al grupo español vender sus
acciones en YPF debido a una demanda iniciada por la Federación de Ex Agentes.
Según los demandantes, en 1990 se estableció que el 10% de las acciones de YPF
quedara en manos de los trabajadores mediante el Programa de Propiedad
Participada (PPP), titular de acciones clase C. Pero, en 1997, de acuerdo a los
querellantes, el Estado argentino y el directorio de YPF pusieron en venta esas
acciones sin la autorización de los trabajadores mediante un decreto del
entonces presidente argentino, Carlos Ménem, que en
2001 fue declarado inconstitucional e invalidado por la Corte Suprema".
"Repsol
adquirió el 98% del paquete accionarial de la mayor petrolera argentina en
1999. En octubre de 2002 el Estado argentino promulgó una ley para indemnizar a
los extrabajadores de YPF con bonos por un total de 100 millones de dólares,
muy por debajo del monto reclamado por los demandantes".
*
Presidente del CNC, brazo político del Movimiento de Liberación de Canarias, el
MPAIAC
cnc@elguanche.net cubilloantonio@hotmail.com
Publicado en el periódico El Día, 28-04-2012