Actos de terrorismo perpetrados por las fuerzas de represión espanolas en Canarias

 

1975-1980 Años convulsos en la historia de Canarias

 

Jorge Ancor Dorta *

 

En 1975 el MPAIAC iniciaba las emisiones de La Voz de Canarias Libre desde Radio Argel y el 24 de septiembre de 1976, la Policía española, asesinaba al estudiante de 21 años Bartolomé García Lorenzo.

 

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La versión oficial dice que fue confundido con "El Rubio", pero la policía no tuvo ninguna intención de detenerle como demuestra que lo acribillaran a balazos a través de la puerta. En realidad, Bartolomé García Lorenzo, apodado como "Tanausú", era miembro del MPAIAC y responsable de los servicios de información en Tenerife.

 

No era el primer asesinato cometido. Un año antes, en 1975, Antonio Padilla, también miembro del MPAIAC, muere tiroteado por la Guardia Civil en Adeje.


Pero no serían esas las únicas muertes de aquel periodo de intensa lucha nacional y social. Antonio González Ramos - militante del Partido de Unificación Comunista de Canarias y despedido de la fábrica de Philip Morris - fue asesinado en octubre de 1975 en los sótanos del Gobierno Civil de Santa Cruz de Tenerife

 

En 1977 Canarias se encontraba en una aguda crisis y en medio de una enorme conflictividad social. Fernando Sagaceta - que había formado en 1959 el movimiento Canarias Libre a raíz de la ejecución del "Corredera" - y Carlos Suárez, "el látigo negro" fundaban Pueblo Canario Unido que posteriormente se transformaría en Unión del Pueblo Canario.

 

El Estado manda dos técnicos a Gran Canaria para interferir la señal radiofónica de La Voz de Canarias Libre. También son enviados desde España más de 900 miembros de la Policía Armada -unos 300 a Gran Canaria y unos 600 a Tenerife- cuyo comportamiento fue el de unas fuerzas de ocupación colonial.

 

En marzo de 1977 Santiago Marrero Hernández, miembro del MPAIAC, muere abatido por las fuerzas de la marina española en el cuartel de la Isleta.

 

El 11 de diciembre de 1977, Javier Fernández Quesada, un estudiante universitario grancanario independentista de 22 años, es muerto por la Guardia Civil de un disparo en las escaleras de la Universidad de La Laguna.

 

Varios mas fueron los heridos ese día, entre ellos, Fernando Jaezurría, de 18 años de edad, estudiante de 1° de Farmacia, herido de bala en un brazo, o Nicolás, de 13 años, herido de bala en un hombro en su colegio. 

 

Era Gobernador Civil -máximo responsable de las Fuerzas de Orden Público- Luís Mardones Sevilla, posteriormente diputado nacional de Coalición Canaria.

 

 

El asesinato de Javier Fernández Quesada, estudiante de Biología, se produce en el marco de la Huelga General convocada por la Coordinadora de los Sectores en Lucha, organizados en los sindicatos de clase canarios - CCT, SOC, ATTyD y FASOU-, organizaciones sindicales que, tras distintos procesos, hoy forman parte de la Confederación Intersindical Canaria.


Los estudiantes se habían solidarizado con la huelga de los trabajadores portuarios, del transporte y del tabaco. Los 4.000 trabajadores de las 15 empresas del Tabaco que había por aquel entonces, en huelga desde el día 14 de noviembre, se rebelaban contra los salarios de miseria al tiempo que se enfrentaban a un proceso de reestructuración impuesto por el monopolio español de Tabacalera que pretendía introducirse en el accionariado de las empresas canarias.

 

 

Durante ese año se produce también la revuelta de presos en la cárcel de Tenerife (TF-1) y en la cárcel de Barranco Seco en Gran Canaria. Empezaron las primeras huelgas de hambre, a las cuales siguieron muchas otras. 

 

En Agosto se convoca en Las Palmas de Gran Canaria una manifestación de apoyo a los presos del MPAIAC. En abril del año siguiente, en Argel, Antonio Cubillo es víctima de un intento de asesinato en otro acto de terrorismo de Estado por parte del Estado español. 

 

Al atentado contra Cubillo le sigue la represión y el exilio de muchos militantes, torturas a los detenidos y presos, así como huelgas de hambre.[1]

 

 

 

 

El 25 de julio de 1980, con tan sólo 16 años, Belén María Sánchez Ojeda, hija de un trabajador portuario, caía mortalmente atropellada en la Isleta cuando reivindicaba el derecho a la huelga.

 

Los enfrentamientos entre los estibadores y la policía eran constantes y la situación en Gran Canaria se hacia insostenible. Mientras trabajadores portuarios y familiares se manifestaban en la Plaza Manuel Becerra, tras meses de luchas, y acosados por la policía, un coche les embistió, arrastrando a Belén María unos sesenta metros. A pesar de los gritos y súplicas de los manifestantes, el coche no paró. Ingresada en la UCI de la Clínica Santa Catalina, falleció esa misma noche.

 

Ese día otros cuatro manifestantes resultaron heridos y, en la carga policial que siguió, un trabajador portuario perdió un ojo por un bote de humo disparado por la Guardia Civil.

 

El acontecimiento provocó que tres mil quinientos trabajadores se encerrasen en el edificio de la OTP (Organización de Trabajadores Portuarios). Dicho edificio - levantado con el dinero de los trabajadores y donde se hizo el velatorio de Belén María - es a día de hoy un acuartelamiento policial.


La mesa pro patrimonio cultural de la Isleta, perteneciente al Foro x la Isleta, lleva desde el 2002 reclamado la devolución de dicho edificio al pueblo canario como Casa de la Cultura Belén María, reclamación que, a pesar de contar con el respaldo de las instituciones canarias, el parlamento español ha denegado. Para los muertos canarios no hay memoria histórica.

 

Video asesinato de Bartolomé García Lorenzo

 

[1] Auge y declive del MPAIAC

 

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Fuente: menceymacro.blogspot.com