¡¡Paroxismo
españolista!!
Ramón Moreno Castilla
Lo que que
España está haciendo con Canarias clama el cielo, y debía hacer reaccionar a
este pueblo y actuar de oficio a la UA y a la ONU. Al feudal y depredador
colonialismo español, que saquea y esquilma impunemente nuestros recursos, y
que ha supuesto una implacable e impuesta españolización, se une ahora una
sutil política de españolizarlo todo (¡hasta el colmo de que han intentado
españolizar el clima!), lo que supone un verdadero y auténtico paroxismo españolista,
para "recordarnos" en cada momento, en cualquier situación y
circunstancia, y a cada hora, que "Canarias es España", o que
"Canarias es de España". ¡¡Craso error!!
Sobre todo, por lo que se refiere a ese partido
fundamentalista, el PP (nacionalista español), cuyas franquicias en nuestro
Archipiélago, sirven de correa de transmisión para la constante y continua
españolización de las Islas. Es como si España supiera que ya no puede seguir
yendo contra la historia, ni mantener sine die el
anacrónico estatus de Canarias; y que ya le queda menos en nuestra tierra, y
pretenda seguir tirando de la cuerda hasta que esta se rompa. De ahí, que
aprovechen cualquier ocasión para llevar a cabo actos de fervorosa españolidad, [1]
tan artificiosa, por otra parte, que causan el efecto contrario y un rotundo
rechazo; al menos, entre las filas de los patriotas canarios -¡cada vez más
numerosos!- que propugnamos, pacíficamente, el estricto cumplimiento del
mandato de Naciones Unidas, con la inaplazable descolonización de Canarias[2].
El penúltimo y bochornoso episodio de esta naturaleza, se dio el
pasado domingo en Las Palmas con motivo de la siempre multitudinaria cabalgata
de los Reyes Magos; donde, aparte de las carrozas de siempre, de pronto
apareció en el cortejo un enorme vehículo profusamente engalanado con los
colores rojo y amarillo y numerosas banderas españolas que, salvo a los colonos
españoles y sus hijos que presenciaban el evento, cayó como una bomba fétida
entre el pueblo canario que seguía el recorrido habitual, y que no se esperaba
en absoluto ese acto chauvinista y claramente españolista, en un acontecimiento
tan entrañable. Hubo muchas personas (yo lo presencié) que silbaron el paso del
mamotreto, ante el estupor de la gente, que no entendía a qué venía aquella
inusitada demostración de rancio, trasnochado y decimonónico españolismo.
Y es, que en el ambiente está que la ocupación española de
Canarias toca a su fin; y España lo sabe, y hace lo imposible para mantener la
finca y seguir mamando de ella. ¿Nadie repara ya en el hecho gravísimo de que
España nos haya desposeído de nuestros propios instrumentos
económicos-financieros al haber sido absorbidas nuestras Cajas de Ahorros? O
sea, nuestros ahorros y nuestros activos financieros son gestionados fuera de Canarias,
sin que nadie haya protestado por tamaña tropelía.
Por lo demás, y aparentemente, todo sigue igual en la colonia,
para que nada cambie. En la llamada Pascua Militar celebrada el lunes en
Madrid, quedó meridianamente claro que España pretende reforzar al Ejército
acantonado en Canarias y dotarlo de más medios, para utilizarlo en operaciones
en África continental (el Archipiélago canario es un archipiélago costero
africano y, por tanto, es el África insular), con el pretexto del "peligro
yihadista".
El PP se opone frontalmente a una reforma del Estatuto de
Autonomía de Canarias: un instrumento colonial puro y duro, impuesto por la
Constitución española de 1978; intervencionista e inoperante, que forma parte
de la maraña legislativa en la que España nos tiene atrapados, y con el que
pretende seguir engañando a la comunidad internacional haciendo creer que el
pueblo canario es autónomo. ¡¡Nada más lejos de la realidad!! Canarias no
necesita subterfugios de ninguna índole, sino recuperar su ansiada libertad,
arrebatada por la fuerza de las armas, y tener capacidad legislativa para
promulgar su propia Constitución como un Estado Archipelágico,
libre y soberano; y las leyes que correspondan a un país nuevo, sujeto de
Derecho Internacional, para su desarrollo y bienestar, sin ninguna tutela ni
ataduras.
Por otro lado, el impresentable ese que tenemos como presidente
del Gobierno de Canarias, el tal Paulino Rivero, dice ahora que el final de la
grave crisis económica por la que atraviesa Canarias, cuyas razones son
conocidas, se acabará con la reforma del REF; cuya decisión final, ¡que nadie
se olvide!, la tiene Bruselas, dada nuestra eufemística e infame consideración
de RUP.
¿Vamos a seguir impasibles?
rmorenocastilla@hotmail.com
[1] santa-catalina-recupera-los-paseos-tartana
[2] Militarización de Canarias
Artículos de
Ramón Moreno Castilla publicados en El Guanche y en El Canario